Un bético de la 9ª provincia: Cuando los silencios lo dicen todo
Victoria que sabe a gloria, una enorme bombona de oxígeno para el equipo y la afición ante un equipo, el Valencia, que tiene muy mala pinta, pero eso no es nuestro problema.
El Betis de Merino ha dado un salto cualitativo indudable. El equipo compite todos los partidos, defiende mucho mejor y ha añadido a más jugadores a la causa. En 4 partidos con Merino ha conseguido los mismos puntos que en la primera vuelta, pero con un balance goleador inmensamente mejor y además el número de jugadores enchufados es mucho mayor. ¿Quién iba a pensar hace un mes que no nos importe que juegue Pezzella? ¿Quien iba a decir que Ricky era capaz de aportar acciones de mérito? Eso sin comentar la recuperación de Kadir y Fabián, ahora lesionados, para la causa.
Esas mejoras son tan evidentes que lo único que hay que hacer es pasarse por las redes sociales de algunos grandes nombres «expertos» en Betis. Estos oráculos del saber que se dedican a criticar todo aquello que vaya en contra del anterior entrenador casi no son capaces de decir nada en contra del partido de ayer, aunque tristemente tampoco a favor.
Las mejoras son palpables, pero las cosas a mejorar, también. El equipo sigue sin tener soltura con el balón en los píes. Es cierto que el balón no quema tanto, y no se rifa como antes, pero falta ese engarce entre la defensa y los delanteros. Falta ese jugador tipo Beñat que de el equilibrio entre líneas. Ceballos es más un interior que puede dar el último pase, pero no es el jugador que necesita el Betis para organizar el juego. Es por ello que el Betis compite mejor, pero no juega bien al fútbol. ¿Quién puede aportar eso? En la actual plantilla sólo hay dos jugadores que de alguna manera pueden aportar eso en el equipo: Digard y Portillo. El francés era uno de los fichajes que parecían un valor más seguro, pero las lesiones no le han dejado sacar lo mejor de su fútbol. El canterano malaguista se encuentra perdido, no encuentra su sitio en el equipo no es capaz de dar ese fútbol que le llevó a triunfar en el Málaga Champions.
Sobre los nuevos, genial Montoya, que parecía que toda la vida había jugado en el Betis, y que decir de Musonda. La defensa del Valencia seguro que soñó anoche con el belga. De todas maneras no cometamos el error de encumbrarlo muy arriba a la primera de cambio, es muy joven y eso no es bueno para su futuro.
Merino ha dado vida al Betis, y eso mérito es incuestionable, pero sigo pensando que si queremos un Betis que mire hacia arriba y no hacia
abajo a medio plazo, necesitamos un entrenador que su bandera no sea la raza, que está bien en su justa medida, sino que su estandarte sea jugar al fútbol, así de simple, así de difícil.
De todas formas, mientras tras un partido del Betis muchas voces de los oráculos verdiblancos callen, querrá decir que vamos por el buen camino, sigamos callando bocas.