Una semblanza de Paquirri,el nuevo fenómeno andaluz
Paquirri debuta con el Betis en partidos del Campeonato de Andalucía y de la Copa de la temporada 1933-34, perteneciendo aún al equipo amateur. Desde el primer momento aparece como un jugador de gran calidad técnica que va para figura. En la campaña siguiente, la del título de Liga, vuelve a jugar en el Campeonato de Andalucía y en encuentros amistosos. Sin embargo el puesto de ariete titular del Betis es para Unamuno, entonces toda una figura del fútbol español y que ha llegado desde el club más prestigioso del momento: el Athletic Club.
Es en la temporada siguiente cuando ya pertenece a la primera plantilla por derecho, y su aparición causa sensación en el panorama futbolístico nacional. Andrés Aranda le proporciona la titularidad ante una lesión del ariete vasco y Paquirri la aprovecha, obteniendo 6 goles en los primeros cuatro partidos de Liga, codeándose con los grandes goleadores de la Liga.
La crónica del Mundo Deportivo de Barcelona es del 6 de Diciembre de 1935, aprovechando la visita del Betis a la capital catalana, y recoge a su vez otra crónica del gran periodista Discóbolo sobre Paquirri, en la que se describen sus cualidades técnicas y se le compara con los otros grandes delanteros de la época.
Una semblanza de Paquirri, el nuevo “fenómeno andaluz”
“Paquirri”, el nuevo gran valor del Betis, que hasta el domingo pasado llevaba la cabeza de la lista de goleadores de la Primera División (el domingo le quitó el puesto el madridista Sañudo) es uno de los nuevos ídolos de la afición sevillana. Por ello y por ser el Betis el contrincante del Español en Sarriá el próximo domingo, lo que permitirá al público barcelonés conocer a “Paquirri”, estimamos oportuno reproducir la semblanza que de dicho jugador ha hecho el compañero sevillano “Discóbolo” en “Informaciones”:
“Nada más y nada menos que González Rodríguez se apellida este mozo que ha alborotado el fútbol español. Nada de apellidos enrevesados. Su nombre de guerra, “Paquirri”, es el que no cae ya de los labios de la chiquillada admiradora… Por donde quiera que va, el escándalo es con él. En el naufragio de San Mamés su actuación causó sensación a un futbolista tan enterado como “Chirri”. En las gradonas de Buenavista, un murmullo de temor y admiración corría cada vez que “Paquirri” se hacía con el balón. Al pasar por León la chiquillería daba vivas a “Paquirri” y se arremolinaba en su derredor, admirando al fenómeno.
¿ Y quién es “Paquirri” ¿ ¿ De dónde ha salido tan magnífico goleador ¿
Ha nacido en Sevilla y vive en la Alameda de Hércules. ¡¡¡ Casi ná ¡¡¡ Aún no tiene veintidós años, su oficio es pintor y, a pesar de vivir en la Alameda, jamás pensó en ser torero, sino futbolista. Y futbolista del Betis Balompié.
Los colores blanco y verde, dice Paquirri, han sido la mayor ilusión de mi vida.
“Paquirri” empezó a jugar en el año 1929 en el Sparta, un club que llegó a adquirir bastante popularidad en la región. El Sparta era el equipo favorito de la Alameda. Y de aquí pasó al Betis en la temporada 1932-33. Tanto en el Sparta como en el amateur del Betis jugó siempre de delantero centro, su puesto favorito.
Cuando a “Paquirri” se le pregunta qué jugada es la que prefiere, contesta invariablemente: – El pase adelantado entre los defensas, para dar el regate preciso y marcar el goal colocado.
Porque precisamente ésta es la especialidad del delantero centro bético: colocar los balones de una manera que va a dar al traste con las discusiones sobre el goal colocado.
“Paquirri” dice que piensa terminar la Liga entre los primeros goleadores de España, contando siempre con las eficaces ayudas de sus compañeros de línea. Y que los jugadores por él admirados son : Eizaguirre como guardameta, Quincoces en la defensa, Soladrero en los medios e Iraragorri entre los delanteros.
Y ahora unas palabras sobre el estilo de “Paquirri”. Naturalmente se está hablando mucho de él, pero se dicen cosas equivocadas. Unos dicen que es la contrafigura de “Kinké”; otros, que es la imagen de Rubio, y otros, que es Ramón Herrera en sus buenos tiempos. Nade de eso. Desde luego, el lector adivinará que cuando se le compara con esos jugadores es porque “Paquirri” es la antítesis del delantero centro tanque, furia española, tragadefensas o abrebrecha que tanto gustan a los aficionados. A ciertos aficionados…
“Paquirri” es el arte del balón en una envoltura carnal de poco más de sesenta kilos. Y no tiene que tragarse a ningún defensa para que, necesitando él solo varios jugadores marcándole, los interiores puedan jugar completamente a placer. Sin meter a nadie en la red, más que al balón, que es lo que interesa.
No se parece a nadie, porque su estilo es personalísimo. No es “Kinké” porque tiene más alma, más rapidez y juega de cabeza. No es Herrera, porque es mejor distribuidor de juego. No es Rubio, porque “Paquirri” no tiene “spleen” y sale todas las tardes a jugar.
Además reúne todas las buenas condiciones de ellos: “dribling” facilísimo, pase a los compañeros, tiro con ambas piernas y una tranquilidad asombrosa ante la puerta. Y ha resuelto, gracias a su dominio del balón hace cosas propias de circo, los obstáculos de las salidas de los porteros. Para él no es problema. O por los laterales o por encima de la cabeza del guardameta.”
El Mundo Deportivo 6 de Diciembre de 1935
