50 años del Carranza del 64 ( II)

Ya en diciembre de 1963 la prensa se hace eco de la posibilidad de que el Betis juegue el Carranza. El Betis se halla en un momento excepcional, y marcha en tercera posición de la Liga a solo un punto del líder, el Barcelona.

En enero de 1964 se confirma la participación definitiva del club verdiblanco en el Trofeo, informándose que cobrará por ello medio millón de pesetas. El Real Madrid, que de momento es el otro club contratado, lo hará por 1.800.000 pesetas. Se informa que se pretende contar con el Benfica, vigente campeón en la edición anterior, y con la Juventus. Ante la imposibilidad de contratar al equipo italiano definitivamente se optó por el Boca Juniors argentino, aprovechando su desplazamiento para jugar en Marruecos el Trofeo Mohamed V.
El presupuesto total del Trofeo ascendía a 7 millones de pesetas.
El 1 de agosto tuvo lugar el sorteo en el Ayuntamiento gaditano, optándose de antemano por enfrentar a los equipos españoles con los extranjeros en las semifinales. Los partidos se jugarían a las 18.30 horas, los de la tarde, y a las 23 horas, los de la noche. En el sorteo es José María de la Concha quien representa al Betis.
Efectuado el sorteo dictaminó un Boca Juniors-Real Betis Balompié en la primera semifinal y un Benfica-Real Madrid en la segunda.
Hay que destacar que en ese momento Real Madrid y Benfica estaban, sin duda alguna, en la cúspide del fútbol europeo. El equipo blanco había sido el indiscutible vencedor de las 5 primeras ediciones de la Copa de Europa (de 1956 a 1960), trono del que fue precisamente apeado por el equipo lisboeta, que ganó dos ediciones seguidas (1961 y 1962).
En la ediciones de 1963 y 1964 ambos equipos llegaron de nuevo a la final del máximo torneo continental, aunque cayeron en ellas: en 1963 el Benfica ante el Milan y en 1964 el Real Madrid ante el Inter. No obstante seguían dominado el fútbol en sus respectivos países: el Real Madrid ese año se alzó con el título de Liga por cuarto año consecutivo, mientras que el Benfica repitió el título liguero del año anterior e hizo un doblete con la conquista de la Taça portuguesa.
Los días 3 y 4 de agosto se abrieron las taquillas en Cádiz para los abonados del club local, y el 8 para todo el público. Desde ese día se abrirían también taquillas en Cádiz, La Línea, Sevilla, Ceuta y Lisboa,
Estos eran los precios para los cuatro partidos del Trofeo

Durante la primera quincena de agosto la prensa informa de la tremenda expectación que rodea al Trofeo, así como de la incesante demanda de localidades para presenciarlo.

Así, dos semanas antes del inicio de la competición los gastos estaban ya cubiertos. El día 20 de agosto Diario de Cádiz informaba de la presencia en la ciudad del directivo bético Manolo Simó con la intención de adquirir abonos para el Trofeo, encontrándose con la sorpresa de que estaban agotados.
El día 23 se cumplía una de las tradiciones de la ciudad gaditana con el Trofeo, como es la exposición pública de copas, banderines y balones, junto al retrato de Ramón de Carranza y de la copa, realizada en Córdoba, que premiaba al gran vencedor.

El dia 25 llegaba la expedición argentina del Boca Juniors, procedente de la ciudad marroquí de Casablanca. Venía avalada por la conquista en ella del Trofeo Mohamed V, derrotando al Saint Etienne francés en semifinales y al Real Madrid en la gran final. Su intención era clara: llevar por primera vez para América el prestigioso trofeo.
Al día siguiente se entrenaban en el estadio gaditano, ante la expectación de los medios de comunicación, después de su sorprendente victoria en el torneo marroquí.

El lunes 24 de agosto llegaba a Sevilla la expedición bética que durante 24 días había visitado Alemania, Bélgica y Holanda, disputando 6 partidos con un balance de 1 victoria, 1 empate y 4 derrotas, marcando 5 goles y encajando 11.
Unas declaraciones de José María de la Concha a la prensa gaditana dejan bien a las claras cuáles son las intenciones del conjunto verdiblanco: «Nuestra gira por Alemania, Bélgica y Holanda se proyectó pensando en nuestra participación en el X Trofeo Carranza. Es lo que nos preocupa, ya que valoramos la responsabilidad al tomar parte en la máxima competición mundial del fútbol amistoso, y al sincero deseo de agotar todas nuestras posibilidades para dejar lo más alto posible el pabellón del fútbol andaluz que representamos en esta ocasión».
Estas intenciones contrastan con la típica guasa sevillana, que otorga al equipo verdiblanco el papel de «camarero» del Trofeo, dado que al cuarto clasificado se le entregaba tradicionalmente una bandeja de plata.
El día 27 el Betis ponía rumbo a Cádiz, donde se alojó en el Hotel Playa. Junto al entrenador francés Luis Hon viajaron Pepín, Corral, Aparicio, Ríos, Paquito, Grau, Antón, López Hidalgo, Suárez, Frasco, Bosch, Azcárate, Ansola, Pallarés, Rogelio, Garrido, Castro y Breval. Eran baja por lesiones Lasa, Montaner, Cruz y Molina. Al frente de la expedición Benito Villamarín, junto a los directivos José Luis de la Cerda, Manuel Barbudo, Diego Vigueras, José María de la Concha y Andrés Gaviño.

Ese mismo día llegaba el Benfica, que se alojó en el Hotel Atlántico. La expectación sube cuando el día 28 es el Real Madrid quien llega a la ciudad en el tren expreso. A las órdenes de Miguel Muñoz se desplazan Araquistain, Betancort, Isidro, Santamaría, Miera, Casado, Muller, Zoco, Amancio, Félix Ruiz, Grosso, Suárez, Morollón, Yanko Daucick, Puskas, Gento y Manolín Bueno.
También llegan los árbitros: el español Ortíz de Mendivil, el suizo Heymann y el francés Faucheux. Como jueces de línea los colegiados sevillanos Montesinos y Pizarra, el malagueño Antúnez y el cordobés Peinado.
El día anterior al inicio del trofeo, el viernes 28, el Betis entrena en Carranza
