Entrevista Lorenzo Serra 1996.

La campaña 1995-96 supuso un pequeño paso atrás en la trayectoria bética después de las dos campañas exitosas anteriores. El equipo se clasificó en 8ª posición en Liga, tras haber estado peleando por puestos superiores a lo largo de la temporada, quedando fuera de la clasificación para Europa.
Esta entrevista del periodista Luis Carlos Peris se publicó en Diario 16 Andalucía a comienzos de junio de 1996, siendo el entrenador Lorenzo Serra su protagonista. En ella se repasaba la campaña recién finalizada, así como se ponían las bases para la preparación de la campaña 1996-97, que sí que fue totalmente exitosa.
Está en la tarea de realizar su tercer proyecto para el Betis, en el manos a la obra de rediseñar a un Betis que cogió descolgado, desesperanzado y prácticamente desclasado en Segunda División y que lo puso en las nubes y hasta en Europa. En el gran escaparate del Viejo Continente reapareció un Betis con mucho brillo, que fue hasta capaz de ganar en Alemania y que, al cabo de varios meses y una altísima cuota de lesiones, volvió a bajar a la tierra como en un volver a empezar agridulce en el campo y en la calle, en esa calle donde nuestro personaje pudo comprobar hasta dónde puede improvisarse un Sevilla-Betis.
- Estamos, señor Serra, en el kilómetro 0 de su tercer proyecto. ¿La ilusión es la misma que en los dos veranos anteriores?
- No tiene por qué ser de otra manera, y sí puedo asegurar que las pilas estarán a tope a la hora de arrancar los motores. Sin ilusión y entusiasmo en la vida no hay nada que hacer
- Pero los más cercanos a usted dicen que las cosas pudieron torcerse definitivamente y que bien pudieran no ser como antes…
- Yo estoy plenamente convencido de que seré el de siempre. Tengo las ideas muy claras sobre el presente pero, claro, ¿quién puede predecir el futuro? Los entrenadores dependemos de tantas cosas, que hablar del futuro es exponerse a mentir
- Perdone, pero se dice que usted estuvo a punto de arrojar la toalla hace un mes o así…
- Tengo un compromiso de dos años y los contratos están para cumplirlos, siempre que ese cumplimiento sea lo mejor para todos, para uno mismo, para el club, para la familia…
- Enfoquemos el asunto de otra manera. ¿Cómo reaccionó Lopera cuando usted le dijo que se iba?
- Es que yo nunca le dije a Lopera que me iba. Hay que ser agradecidos en esta vida y yo lo soy con esta institución y con una persona que siempre me apoyó, tanto en lo deportivo como en lo personal. Sí es cierto que hablamos una vez sobre este asunto, pero yo no tengo nada que añadir. Todo quedó claro en esa conversación y si alguien puede decir algo es él, don Manuel
- Señor Serra, es archisabido que gran parte del éxito viene de la mano de su estrecha relación con Lopera- ¿Sigue este feeling en perfecto estado de revista?
- Más que en perfecto estado de revista, se ha reforzado, sobre todo a nivel personal. Estuvo a mi lado en momentos muy puntuales, en situaciones que me sorprendieron porque iban contra mis principios y a nivel personal no podré olvidarlo nunca
- ¿Amigos para siempre?
- Por mi parte sí; por la suya, creo que también. Otra cosa sería en lo deportivo, pues aquí influyen otras cosas decisivamente y si algún día se tuercen los resultados…
- Habla usted de apoyo en momentos muy puntuales. ¿En el incidente con el guardia, por ejemplo?
- Ese asunto no tiene que ver con el fútbol; pasemos página, por favor
- Pasémosla, pues. Hagamos balance del curso. La cima…
- La de Alemania con el Kaiserlautern por nivel de juego y. sobre todo, espectacularidad. En Liga, febrero y marzo, entre Zaragoza y Tenerife. Ahí empecé a acariciar cosas que después no salieron
- ¿Por qué?
- Porque faltó madurez y sobraron lesiones
- La sima…
- El partido del exilio en Málaga, increíble todo lo que pasó. Íbamos tremendamente mentalizados en que era la plataforma de lanzamiento y fallamos con estrépito. Aquel día eché de menos los tiempos muertos del baloncesto; creo que hubiese pedido uno cada cinco minutos
- Luego Sánchez Pizjuán…
- Y antes, la derrota con el Albacete en el descuento en casa
- Pero caer ante el eterno… Dicen que aquel día se encontró usted con una sorpresa, la de que la rivalidad sevillana no es sólo fútbol…
- No es cierto. Si en dos años que llevo aquí no hubiese comprendido la relación entre béticos y sevillistas, yo dejaría mucho que desear como hombre de fútbol. Sí me sorprendió con desagrado que cuatro días después del partido, hubiese futbolistas míos que todavía no comprendieran lo que significa este partido en Sevilla
- Las lesiones. ¿Hay ya causa científica para tantísima lesión?
- En parte puede ser por la intensidad con que se trabaja en el Betis, pero la verdad es que sólo es preocupante en tres casos, en los de Ureña, Vidakovic y Ríos
- Bueno, Ríos puede encontrar su génesis en su tremenda fractura de brazo…
- Y antes del brazo, ¿qué? Roberto ha tenido fracturas y operaciones antes de que cayera en mala postura y se destrozara el brazo aquella tarde con el Celta
- Usted dijo cuando llegó que el Betis tenía que acercarse deportivamente a su altura social. Este año, la afición parece que anduvo por debajo del equipo a veces…
- No sé si estuvo por debajo, pero sí que se enfadó mucho y que se mostró muy crítica y exigente, pero luego se arreglaron las cosas, se reflexionó y todo volvió a su cauce. También quiero dejar claro que el profesional del Betis ha hecho mucho por el Betis; tanto que el Betis que no sólo se le ve como un equipo simpático, sino que se le respeta y teme en el campo
- En los momentos de exigencias, un hombre fue el pararrayos de todo, Jaro. ¿Determinará eso su marcha?
- Efectivamente la afición fue muy dura con él, que fue un hombre clave para que el Betis llegase donde llegó. No sé si eso será determinante para su marcha. Mi informe está ya en la secretaría técnica y sólo puedo decir que él será quien decida; además, hay una cláusula que le apoya en el caso de que prefiera seguir
- ¿Alfonso o Cuéllar?
- Los dos rindieron bien y me llevaría un alegrón si Alfonso siguiera con nosotros, pues nos llevamos bien y ambos sabemos a la perfección lo que queremos. El problema es que tenemos que empezar muchas veces. Se empezó con Angelito y asimiló, pero se fue; luego Alfonso también asimiló y se lesionó por mucho tiempo para volver, asimilar nuevamente y ahora habrá que buscar el que haga su papel
- ¿Qué le ha pedido Lorenzo Serra a Lopera para este nuevo proyecto?
- Reducir la plantilla y reforzar con cuatro o cinco futbolistas
- Caramba, ¿no choca querer reducir con la renovación de Menéndez?
- Para nada. Menéndez se queda porque así lo he pedido. Hablé con él antes de jugar en Valladolid y él sabe lo que quiero. Por su parte, él dice que quiere jugar, pero yo no puedo prometerle una camiseta a nadie
- ¿Y eso de Viola a cambio de Pier?
- No tiene ningún sentido. Eso lo han lanzado desde allí, desde Valencia, y de forma interesada porque son ellos los que desean este trueque, nunca nosotros
- Señor Serra, dicen que el vestuario ha rozado el motín alguna que otra vez
- Jamás. Yo mantengo con los futbolistas una actitud de mucho diálogo, tanto a través del capitán como de forma individual, y saben que mi idea es de máxima comprensión y de máxima exigencia. Ahí, entre esas dos fronteras nos movemos y, claro, es lógico que algún futbolista esté en desacuerdo, pero de eso a un motín…Pero quiero aclarar que el vestuario es de lo mejor que existe en todo el Betis