Adiós al viejo Gol Sur. Adiós a un viejo amigo
Hoy se despide nuestro viejo Gol Sur, el escenario en el que tantos y tantos miles de béticos hemos seguido a nuestro equipo, en el que hemos disfrutado y hemos sufrido, porque no podemos concebir al Betis de otra manera.
En sus 44 años desde sus viejas gradas hemos visto los goles de Rubén Castro y de Poli Rincón, las faltas al borde del área de Calderón (¡Torero, Torero…) y de Assunçao (El portero está asustao…), las internadas de Gordillo (Y no pueden con él...), los pases al hueco de Don Julio, la noche de la promoción con el Tenerife y aquel desgarrador Beeeeeti, Beeeeti, cuando la tragedia se había consumado, los penaltis de Alexis y de Pepe González, las paradas de Esnaola y Prats, el salto majestuoso en el aire de Biosca, las locuras de Canito saliendo con la pelota desde atrás, las galopadas de Finidi y Jarni, los goles de Pier y Alfonso (Qué bonitos, qué bonitos…), la elegancia de Vidakovic y Hadzibegic, la garra de Alabanda y Merino (Tiene dos huevos...), la clase futbolística de Muhren, la briega de Cañas y de López, aquel gol de Gordillo a Zubizarreta en la Copa del 85 (A la Copa, a la Copa, mi Beti juega...) o el de Hugo Cabezas a Iríbar en enero del 78, la pelea sin descanso de Iriney y Ortega, la finta y el sprint de Joaquín, la honestidad de Ureña y Bizcocho, la conducción de Parra, la tostá de Rogelio, la entrega de Telechía y Alex, el derribo de su grada hermana en Gol Norte, la efectividad del Lobo Diarte y de Ricardo Oliveira, las bicicletas de Denilson, la pelea sin volver la cara de Jorge Molina, la semifinal de Copa con el Español y aquellos goles de Biosca (Sí, sí, sí, el Betis a Madrid…), los regates de Cuéllar y Gabino, la veteranía de Luis Del Sol, la clase de Edu, el arte de Antonio Benítez, la ratonería de Dani, el Zamora de Pedro Jaro, los cuernos que le tiraron a Paco un domingo de pre Feria (Con los dedos de las manos, con los dedos de los pies...), la fidelidad de Alberto Tenorio negándose a abandonar su casa con la obras del Mundial, la lucha de Varela, la velocidad de Morán y Sabas, el grito desgarrado del Chato con su Beeeeeeeti que te partía el corazón, el Chupe en el Palomar alentando sin descanso y la ilusión de tantos y tantos locos de la cabeza que cada fin de semana a lo largo de más de 40 años han acudido a Gol Sur, fieles a su cita semanal llueva ( «si se moja el Betis nos mojamos tós»), haga frío o calor .
En junio de 1972 la directiva de Núñez Naranjo decidió el derribo de las vieja tribuna levantada en 1958, siendo inaugurada el 24 de septiembre de 1972 en partido de Liga contra el FC Barcelona. Era por entonces la parte más novedosa del Benito Villamarín. Hoy, 44 años después, era la más veterana. El Voladizo, al que vimos crecer en nuestra infancia como la gran novedad que rompía la fisonomía heredada del Stadium de la Exposición, le sucederá como la tribuna más antigua del Villamarín.
En 2008 el viejo y entrañable Palomar que coronaba el Gol Sur fue desmontado y arrumbado en una de las dependencias del estadio. Buen momento podría ser para reacondicionarlo y ubicarlo en la Ciudad Deportiva como marcador del campo principal. Con ese gesto testimonial se podría homenajear de forma permanente al Gol Sur que todos hemos conocido y serviría de nexo de unión con las generaciones de futbolistas que en lo sucesivo se formarán en la Ciudad Deportiva.