Antonio Moguer Márquez. Buzón de Marca 1956
Antonio Moguer Márquez es uno de esos grandísimos béticos a los que tanto debe la historia del club.
Seguidor infatigable por toda la geografía donde jugase el Betis dejó testimonio en numerosas ocasiones en la prensa del momento de su pasión por el equipo verdiblanco.
En esta ocasión se trata de una carta enviada al diario deportivo Marca, a su sección llamada Buzón de Marca, en octubre de 1956, y en la que defiende a capa y espada que la joven figura bética del momento, Luis Del Sol, sea llamada a la selección nacional por Manolo Meana, quien ejercía por aquel entonces de seleccionador.
Me llamo Antonio Moguer Márquez, pero en Sevilla todos me conocen por «el seguidor bético número uno». Claro está que es sólo por los desplazamientos que hago con el equipo, porque, por lo demás, todos los béticos de España, que son incontables, tienen el calificativo de «número uno». Así ha quedado demostrado en los triunfos y en las derrotas; siete años en el pozo de la Tercera División sólo una afición como la bética, después de haber conquistado el título de campeón de Liga de Primera División, podría resistirlo, y más aún con su «eterno rival» en la Primera División y teniendo que afrontar muchas adversidades, que no es preciso ahora comentar.
Pero nuestro «manque pierda», sincero y popular en toda España, ha tenido su recompensa, y con él siempre adelante llegaremos a la meta donde el club, por su solera y por su gran historial deportivo, merece ocupar.
Y ahora que tenemos un gran equipo, un equipo «de Primera División», y nos proponemos celebrar las bodas de oro en la División de Honor, existe una posibilidad de que uno de sus jugadores, sevillano por cierto, del barrio de San Jerónimo, logre el entorchado de internacional. Para ello sólo hace falta que el señor Meana le dé una oportunidad para cualquier partido de preselección. Ese gran jugador se llama Del Sol. El extremo izquierdo sevillano, tanto en la pasada Liga como en la actual, es la figura y el ídolo de la afición sevillana. Velocidad de vértigo, dribling y una gran juventud hacen de Del Sol el posible extremo del fútbol español.
Hace poco oí decir a Campanal, el gran defensa sevillista, que lo creía el mejor extremo izquierdo de España. En Oviedo, el pasado año, en la promoción, maravilló a los espectadores, marcándole Toni I, y donde quiera que juega arranca los mayores aplausos de la tarde. Ya sé que Del Sol juega en Segunda, y por eso precisamente es por lo que escribo a «Buzón de MARCA». No hay derecho a que jugadores magníficos que se encuentran en la Segunda División nadie se acuerde de ellos. Ahí está el caso, por ejemplo, de Toni, defensa lateral del Oviedo, que nada tiene que envidiar al mejor de España.
Siempre hubo internacionales en Segunda, y estoy seguro de que ahora Meana, antiguo gran jugador, sabrá hacer justicia. En el caso que me ocupa, el seleccionador tiene la palabra, y estoy seguro que Del Sol sabría dejar en buen lugar a su apellido, porque jugando tiene la luminosidad del mismo y la alegría de la tierra de María Santísima. Y «pa» cogerlo, de verdad que hay que echarle una Vespa. ¡No lo olvide usted, señor Meana¡
Fuente: Marca 19 de octubre de 1956