Bizcocho, profeta en su tierra

En la temporada 1971-72 debutó con el primer equipo del Real Betis Balompié en partido oficial Paco Bizcocho. Desde los 13 años en la cantera verdiblanca, pasando por el equipo infantil y juvenil para luego formar parte del filial bético, el Triana Balompié, con el que debutó en Liga el 7 de septiembre de 1969 en Melilla bajo el mando de Esteban Areta.
Tras dos exitosas campañas en el Triana Bizcocho era una de las promesas del filial bético que pedían paso en el primer equipo. Ya en marzo de 1971, aún perteneciendo al Triana, debutaba en el primer equipo en un amistoso jugado en el Villamarín contra el equipo sueco del Hammarby, y en la pretemporada de la campaña 1971-72 intervino en los partidos contra el Badajoz y contra el Peñarol disputados en el Villamarín en el mes de agosto.
Había rumores sobre el interés de varios equipos en conseguir su cesión, muy en particularmente el Recreativo de Huelva. En el primer partido de Liga de la temporada, 5 de septiembre en el Bernabéu, Bizcocho se alineó en la defensa verdiblanca junto a Telechía, Casasas y Frigols. No participó en el primer encuentro del Betis como local contra el Celta y reapareció de nuevo en el minuto 77 de partido en la Nova Creu Alta frente al Sabadell.
El debut en el Villamarín de Bizcocho tuvo lugar el 26 de septiembre de 1971 frente al Athletic, un partido que concluyó con victoria verdiblanca por 1 a 0 con gol de Orife. Ese día Paco Bizcocho se hizo con la titularidad en la defensa bética de forma que en los 31 partidos restantes sólo faltó a 1. Se iniciaba así una carrera profesional que durante 11 temporadas le llevarían a vestir la camiseta verdiblanca. La única que vistió durante su trayectoria futbolística. Un hombre de un solo club, como ya vimos aquí. .
En la páginas de la Hoja del Lunes del 27 de septiembre de 1971, el día siguiente a su debut en el Villamarín, se glosaba así al joven futbolista coriano.
En la confrontación bético-bilbaína de ayer descolló por méritos propios un joven valor de la cantera trianerista: Bizcocho. Un jugador de Tercera que por sus cualidades siempre fue de primera, y que ahora en Primera División está demostrando tales virtudes, a pesar de que en los principios de la Liga se hizo caso omiso de él.
Los aficionados, viéndolo evolucionar ayer con un “diez” engañoso en la espalda, ya que su cometido radicó como zaguero izquierdo, no comprendían cómo Bizcocho había permanecido en la caseta hasta ahora. Fue elemento motor, por su fuelle, tesón, decisión y cualidades, que alimentó el rendimiento bético y constituyó factor primordial del triunfo.
Bizcocho, coriano de nacimiento y futbolista por la gracia de Dios, era un desconocido que fue muy conocido en la Tercera División militando con el Triana. Pocos eran los espectadores de superiores categorías que conocían a Bizcocho, pero quienes lo conocían sabían que el coriano, en cuanto Barrios le diera ocasión, carburaba como elemento de acción. Expertos de la Tercera pretendían su enrolamiento. Sabemos más; sabemos que el Huelva estaba detrás de Bizcocho. Ya decimos que en la Tercera División se sabía quién era Bizcocho.
Bizcocho debutó como Primera División en Madrid—en el estadio Bernabéu—frente al Madrid, en el primer partido de Liga, y, como ayer, fue uno de los puntales. Incomprensiblemente se le relegó a las tribunas, y surgió el rumor de que se estaba dando ocasión para que Bizcocho fuera cedido al Huelva…”hasta que se hiciera”.
Los que sabían del futbolista coriano clamaban. Por ejemplo, ese popular conspicuo blanquiverde Antonio Moguer, traía “fritos” a los directivos béticos y al mismo Barrios, pidiendo la presencia de Bizcocho. No desaprovechaba coyuntura para requerir, incluso a voz en grito, en plenas tribunas del estadio Villamarín, la presencia de Bizcocho. No le hacían caso. Lo había visto también en Madrid y, aunque es hombre que no tiene animadversión para con Barrios, al que admira por la labor que realiza en el Betis, censuró de muy distintas maneras el olvido que el famoso técnico tenía de Bizcocho.
El jugador de Coria fue “presentado” ayer a los seguidores blanquiverdes, a la afición sevillana, y Bizcocho fue profeta en su tierra. Los entusiastas que hacían prevalecer la necesidad de la incorporación del ex trianerista estaban anoche que no cabían de gozo. Dicen que hasta el presidente del Betis felicitó ayer, con un fuerte abrazo, a Moguer, y que éste se apresuró a poner uno de sus famosos telegramas circulares a Kubala, reclamando su atención acerca del nuevo valor bético. ¡Las cosas de Antonio¡
Lo cierto es que Bizcocho es desde ayer figura profesional de la escuadra blanquiverde. Los que propugnaban su inclusión en el titular, de forma decidida—y ya permanente—estaban que estallaban de gozo.
Nosotros, que desde nuestro rincón de la Tercera División, hemos seguido paso a paso a este joven futbolista coriano de veintiún años de edad, “hecho” en las filas del Triana, nos congratulamos sinceramente de su triunfo. Y porque ello hace prevalecer el prestigio de la cantera futbolística hispalense. ¡Que es lo importante en los malos tiempos que vivimos¡