Cien años después, de Antonio Valencia
El Nottingham Forest es uno de los clubs más antiguos de Inglaterra. Fundado en 1865, pocos clubs le superan en antigüedad. Con motivo de su centenario en 1965 el Valencia fue invitado a jugar en City Ground en la conmemoración del primer centenario del Forest.
La elección del Valencia como rival fue un homenaje al equipo valenciano que ganó la Copa de Ferias de 1962 y que, en la primera eliminatoria, se enfrentó a los ingleses, arrasándolos en un espectacular 1-5 en terreno inglés.
Antonio Valencia, subdirector de Marca y una de las grandes plumas históricas del periodismo deportivo, publicó este artículo en homenaje al Nottingham Forest y a sus primeros 100 años de vida.
Un relato que sirve también para repasar los orígenes del fútbol allá por 1855 cuando se constituyó de manera formal el primer club de fútbol: el Sheffield FC, así como los inicios de la reglamentación de un deporte que en poco se parecía a lo que hoy denominamos fútbol.
Señalar que cuando se escribe este relato el Nottingham Forest aún no había ganado los títulos que le darían fama en todo el mundo: la Liga inglesa de 1978 y las Copas de Europa de 1979 y 1980.
Cien años después
El primer centenario del fútbol que se celebró fue el de la Football Association, que se fundó el 26 de octubre de 1863. Hubo un gran encuentro en Wembley, Inglaterra-Resto del Mundo, que el cronista presenció, y que terminó con el triunfo de los herederos de los fundadores. Pero cuando los “gentlemen” de 1863 se reunieron en la Taberna de los Francmasones, ya existía nada menos que ocho años antes el primer club de fútbol: el Sheffield FC, que data de 1855.
Las reglas de Sheffield, las famosas “Sheffield Rules”, fueron importantes a la hora de codificar las primeras previsiones del juego, que se destacaba poco a poco con una individualidad determinada que dejaba al rugby al otro lado de la trocha.
El Sheffield FC no existe en actividad. Los clubs más antiguos de Inglaterra que andan caminando por sus competiciones son los de Nottingham. El Notts County data de 1862, y el Nottingham Forest de 1865. El primero ha venido a menos y está en la Cuarta División, mientras el segundo juega en la Primera División de la Liga. Fue admitido en la Liga (de la que el Notts County fue fundador en 1888) tres años después, junto con el Sheffield Wednesday, que data de 1886. Ha jugado, naturalmente, la Copa desde que existe esta competición, en 1871.
La historia del Nottingham Forest en el fútbol inglés está rodeada de discretos honores, esparcidos en los cien años de vida. Lo importante es el siglo de vida que ha discurrido por sus camisetas rojas y sus calzones blancos. Ha ganado la Copa de Inglaterra un par de veces, en 1898 y en 1959, y ha aparecido en la final un par de veces más. En la Liga no ganó ningún título en la Primera División, pero quedó dos veces primero en la Segunda, cuando sus rumbos le hicieron descender de categoría y volvió a ella. El último ascenso fue por haber quedado el segundo de la Segunda División en 1956-57, y en la Primera se mantiene desde entonces.
Cuando el Nottingham comenzó su vida, se jugaba un fútbol que hoy sería bastante irreconocible por nuestros espectadores de hoy. En el mismo 1865 se dio en poner una cuerda para delimitar por arriba la meta, que hasta entonces consistía en dos postes verticales. No había portero específicos, córners, penalties ni fueras de juego, a pesar de que el off-side es una de las más antiguas reglas del fútbol (1867). El travesaño había de instituirse en 1875, y el árbitro (1881) aún no había sustituido a los antiguos “umpires”.
Desde lo alto del Nottingham Forest, pues, un siglo de fútbol nos contempla. La contribución del club a la historia del fútbol se concreta, por ejemplo, en que en su terreno fue el primero en que, en 1878, se usó el silbato por los “umpires”, que había de pasar como útil y como símbolo, una especie de cetro, de los futuros “referees”. Ya saben ustedes donde hay que reverenciar el origen del silbo arbitral. Y no acaban ahí las aportaciones del Nottingham Forest a la historia del fútbol, pues se reclama para sus colores el honor de haber introducido en el equipo de fútbol el sistema de tres medios, que contribuyó a poner un poco de orden en el juego de equipo, que, como se sabe, comenzó por ser una cuadrilla atacante. Bien que contendida esta innovación por Turton y Wrexham (lo mismo que tantas ciudades se disputaron ser la cuna de Homero), es lo cierto que los devotos de la zona ancha y del fútbol de esta demarcación deberían reverenciar el campo de City Ground como una Meca del juego.
No hay que decir que asistiré al centenario del Nottingham Forest con auténtica emoción. Contemplar la fuente del que ha llegado a ser caudalosísimo río siempre debe producirla a los que amamos este juego, a los que somos recónditos, tácitos admiradores, y como enamorados de su perfección. (No cree uno que el amor al juego se demuestre dando alaridos desde la grada). Y, naturalmente, a quienes hallamos en el club la célula originaria, a la vez que la piedra angular del juego. Por eso me gusta ver los clubs británicos, con su historia a cuestas, tan equilibrados en lo económico como en lo deportivo, dejar que vaya fluyendo la tradición sobre sus espaldas. Por eso hay que corresponder gravísimamente a la invitación y asistir a la conmemoración del centenario en Nottingham, la ciudad en cuyos cercanos bosques campaba por sus respetos, arco en ristre, el famoso Robin Hood, y a la que el fútbol ha de reconocer tanta antigüedad.
Y hay que asistir con mayor simpatía porque el Nottingham Forest ha elegido a un club español para dar relieve al partido de conmemoración de su siglo de fútbol: al Valencia. Jugó el equipo de Mestalla en 1961, en partido de Copa de Ferias, un partido tan redondo, que en Nottingham no se han olvidado de él, y por eso lo han elegido. Recuerda uno aquel encuentro, que ganó el equipo español por cinco a uno, porque tuve la suerte de presenciarlo, y de que uno no exageró, prueba que ha llegado cuatro años después. El Valencia es equipo que no olvidará aquella gira, tanto por el éxito con que comenzó en Nottingham la disputa de una Copa de Ferias que acabó ganando, como por el endiablado viaje aéreo de retorno.
Piensa uno que no es fácil que se asista a un centenario de un club de fútbol, y, Dios mediante, no he de faltar al de Nottingham, cuando además hay allí una participación española muy honrosa para el club elegido y para el fútbol español en definitiva. Allí estará uno, y de paso, para apuntarme también, si no tienen inconveniente, para la celebración del bicentenario…
Antonio Valencia en Marca 26 de septiembre de 1965