Dios te ampare, Betis, de Manuel Lara
La temporada 1987-88 arrancaba con bastante incertidumbre en las filas del Real Betis Balompié. La marcha de grandes jugadores como Hadzibegic, Parra o Calderón y la llegada de un entrenador nuevo y desconocido en el fútbol español como John Mortimore, en lugar de un consagrado Luis Del Sol, producía resquemores y suspicacias entre aficionados y críticos deportivos.
Un ejemplo de ello lo tenemos en este artículo que firma el periodista Manuel Lara a mediados de agosto en las páginas de Diario 16 Andalucía, y en la que expresaba serias dudas sobre la idoneidad de la plantilla verdiblanca, además de la gestión de Martínez Retamero, quien en este segundo mandato tuvo bastantes problemas tanto a nivel deportivo como institucional.
El patio verdiblanco está que arde. La nerviosera se refleja en los aficionados, y uno de ellos, pensando en lo que se le viene encima al club en el próximo campeonato, me espetó: “Han fichado a Von Karajan para dirigir la banda de Salteras”, suponiendo que Mortimore sea Von Karajan; al menos cobrar cobra como el director de orquesta.
El Betis es un volcán en ebullición. A Martínez Retamero le crecen los enemigos, que no adversarios, por día; casi en la misma proporción que se incrementa la nómina burocrática del club.
Al bético de a pie le cuesta trabajo tragarse los pregones del presidente, pues lo que se ahorra el club en fichajes se dispendia después en el paulatino engrandecimiento de la máquina deportivo-burocrática. El Betis es hoy una sociedad macrocefálica: asesor de la presidencia, nuevo gerente, mánager, secretario técnico, primer entrenador, segundo entrenador de la primera plantilla…; vamos, ni el grupo KIO.
En contraposición a esta amplia panoplia de cargos técnicos-administrativos, posee la plantilla de jugadores más feble de las últimas temporadas. Esa es la impresión que saqué, tras presenciar el encuentro frente al Sporting de Lisboa. El Betis de Mortimore no tiene suplentes y a algunos de los teóricos titulares va a venir ancha la Primera División. Son circunstancias muy adversas para un campeonato largo, duro y con equipos de una calidad técnica envidiable capaz de poner al Betis al borde del ridículo. Para colmo, su hombre más entonado en la defensa, Diego, se niega a jugar como defensa central, pues dice él que ese puesto baja su cotización de futbolista en el mercado nacional.
La ambigua gestión de Martínez Retamero una vez más se ha plasmado en los últimos fichajes. Ha desaprovechado la ocasión más idónea para dar un paso de valiente y apostar de un modo rotundo por la cantera. En las actuales circunstancias económicas del club hubiera merecido la pena el riesgo de formar un equipo de hombres procedentes de los escalafones inferiores. El socio creo que habría admitido mejor un fracaso de este tipo que el que pudiera venir con la compra de futbolistas que están de vuelta.
Mortimore lo tiene difícil. Constituirá todo un éxito para él el clasificar al Betis en mitad de la tabla.
Que sepa una cosa el señor Martínez Retamero, si los negativos llegan pronto le va a oler la cabeza a pólvora, asunto muy desagradable pues la canonjía de la Liga Profesional estaría en el aire.
Así está el patio verdiblanco horas antes del inicio del Colombino. No me vale la prueba del torneo de Huelva. Sea cual sea el papel a jugar no tengo otra salida que exclamar ¡Dios te ampare, Betis¡