El Betis aún puede ganar la Recopa 1978

Tal día como hoy de hace 40 años, el 28 de diciembre de 1978, las páginas deportivas de El Correo de Andalucía llegaban a sus lectores con un titular sorprendente: El Betis aún puede ganar la Recopa.
Habían pasado casi 9 meses y medio de la eliminación de los verdiblancos en esta competición, cuando cayeron en cuartos de final ante el Dinamo de Moscú. Pero una truculenta historia, basada en la alineación indebida del extremo izquierdo del conjunto ruso, daba por perdida la eliminatoria y obligaba a repetir la semifinal en la que el Austria Viena había eliminado a los soviéticos, pero ahora con el Betis como oponente.
El relato detallaba las gestiones realizadas por el servicio jurídico bético desde el momento en que conoció la irregularidad, pero que había sido tapado por los organismos de la UEFA, hasta que al final tuvo que dar la razón ante la razón con la que se exponían los hechos.
Fue como un latigazo eléctrico que llegó a nuestra mesa de trabajo, como un golpe increíble que traía etiquetada la condición de bombazo. En un principio, después de mirar y remirar las fuentes que nos filtraban la noticia, no podíamos darle crédito a esa aseveración tajante y rotunda de que el Betis aún podía proclamarse campeón de la Recopa de Europa en su edición de 1977-78; que el Betis, según constancia dejada por la UEFA, no había sido eliminado en buena lid por el conjunto soviético del Dinamo de Moscú.
La noticia era importante, tremenda, y, aún a riesgo de malgastar un tiempo y unas investigaciones, la redacción deportiva de EL CORREO DE ANDALUCÍA comenzó a trabajar el tema. Después de llamar a mil puertas y hacer un sinfín de preguntas, hoy ya estamos en condiciones de afirmar, con toda rotundidad, que el Betis no está eliminado de la Recopa de Europa, que el Real Betis Balompié, en estos momentos, es semifinalista del torneo. Aunque hayan pasado ocho meses.
La historia hay que comenzar por centrarla en la noche del 2 de marzo de 1978. Ese día, a las nueve de la noche, se echa a rodar la pelota en el estadio Benito Villamarín. Se enfrentan en partido de ida de los cuartos de final de la Recopa de Europa el Real Betis y el Dinamo de Moscú. El encuentro, fiesta heliopolitana incluida, es muy nivelado y todos los esfuerzos verdiblancos por inaugurar el marcador se estrellan contra la solidez rusa. El resultado final es de cero a cero.
Pero esto no es lo importante. Lo trascendente es que esa noche se alinea en el conjunto ruso un joven de veintidós años que se llama Kasancsionok. El hombre actúa como extremo zurdo y tiene una actuación discreta. Pero Kasancsionok es noticia esa misma noche. Al parecer, los rectores béticos ya comienzan a trabajar sobre la hipótesis de que la alineación del jugador del Dinamo no haya sido correcta. Juan Manuel Mauduit, al frente del gabinete jurídico del Betis, comienza a tirar del hilo, pero no encuentra certezas. El Betis espera el viaje a Tblissi.
Y es en la ciudad rusa donde el mecanismo se pone en marcha. A muchos kilómetros de nuestra ciudad, un periodista español, corresponsal de un diario madrileño en Moscú, confirma que Kasancsionok jugó hasta pocas fechas antes de este enfrentamiento en el Uta Arad, aunque no sabe precisar a ciencia cierta si su ficha está en orden.
El día se celebra el partido en Tblissi y los rusos que entrena Sevidov persisten en la alineación de Kasancsionok. Esta vez tiene una más feliz actuación, pero los mentores béticos van al grano del asunto y pueden comprobar que el citado jugador, en esas fechas, no tiene su ficha europea en regla. El Betis quiere recurrir, pero se encuentra con su inexperiencia europea. No obstante alguien, en el mismo Tbilissi, sugiere que lo más oportuno es hablar con el árbitro y conseguir que éste lo haga constar en acta. Así lo hace el noruego Igner y, poco después, una misión bética moviendo los hilos en silencio para no exponerse al presumible ridículo, o al recurso al pataleo si la cosa sale mal, se entrevista en Zurich, hotel Atlantic, con Helmut Kasser, secretario general de la UEFA. La misión bética la comanda Juan Manuel Mauduit y, en este primer contacto, los directivos verdiblancos no son demasiado bien tratados. La UEFA no quiere mover el asunto y el propio presidente Franchi pide paz. No quiere enfrentarse con los estamentos del fútbol ruso cuando, además por estas fechas, el Dinamo de Moscú ya disputa las semifinales de la Recopa contra el Austria Viena.
Es exactamente el martes 18 de abril cuando la Junta Directiva del Betis tiene conocimiento de lo tratado en Zurich. El Betis, por estas fechas más ocupado por otros menesteres, como por ejemplo el de salvar el descenso, borra el tema de su agenda de asuntos perentorios y se concentra en el presente. No obstante, el asunto se pone en manos federativas y el entonces secretario general de la FEF, Andrés Ramírez, telefonea personalmente a Franchi y le plantea el problema. La UEFA prometer tratarlo en una de sus pantagruélicas reuniones en el mes de junio.
El Betis desciende. Mauduit tienen un verano ajetreado con llamadas telefónicas y el advenimiento de Agustín Domínguez como secretario general de la FEF aplaza las gestiones.
A pesar de todo, con motivo de la última reunión en Madrid, Franchi dialoga con Mauduit. El Betis no se conforma y el propio Porta interviene. Se revisan las fichas y las actas en Zurich y el pasado noviembre la UEFA, que jamás trató el tema con decisión, advierte que la reclamación bética está dentro de plazo y forma, puesto que Kasancsionok quedó inscrito como jugador del Dinamo de Moscú, procedente del Uta Arad, el 24 de febrero de 1978, algo así como veinte días después del plazo.
El Betis ha ganado.
Pero Franchi no sabe qué hacer. Mira y remira y convoca a consejo general a la UEFA. Su secretario general, Helmut Kasser, apunta la posibilidad de dar por eliminado al Dinamo de Moscú, clasificar al Betis y, por consiguiente, dejar sin confirmación el triunfo del Anderlecht, que había derrotado en la final al Austria Viena, quien a su vez había eliminado al Dinamo de Moscú.
La UEFA toma por loco a Kasser, pero hay un factor determinante. No se olvide que el próximo Campeonato del Mundo se jugará en España y que la UEFA, después de la sanción de Juanito, está en deuda con el fútbol español.
El Betis y Porta presionan y, finalmente, Franchi opta por lo más difícil, en una prueba desusada de honestidad en la UEFA. Revoca la decisión en su última reunión, comienza a mover los hilos y a buscar fechas y el próximo 24 de enero lo hará público en Zurich. Ese día el Betis será proclamado semifinalista de la Recopa 1977-78 y tendrá que vérselas con el Austria Viena. El partido de ida en Heliópolis se jugará el 4 de abril y el de vuelta el 18, en Viena. Si los béticos fueran los vencedores se enfrentarían en la final al Anderlecht el día 2 de mayo en Bruselas, escenario de la anterior final, y si quedaran eliminados el Anderlecht quedaría proclamado campeón sin jugar la final con los austríacos, pues ésta ya se celebró en mayo pasado y registró el resultado de cuatro a cero a favor de los belgas.
Esta es la noticia. Pepe Núñez, al ser consultado, no pudo confirmar nuestra tesis y se mostró sorprendido porque conociéramos la noticia. Indicó que para el Betis sería una gran alegría haber salido adelante en su protesta. A Juan Mauduit nos fue imposible localizarle y García Traid se mostró contento de poder proclamarse campeón de la Recopa con el Betis.
Hasta aquí el notición del año. Del fin de año. El Betis, todavía, puede ser campeón de la Recopa. Aún no está eliminado.