El fichaje fallido de Carmelo Cedrún 1963
Carmelo Cedrún fue guardameta del Athletic Club entre 1951 y 1964, además de jugar también con la selección española.
En 1962 el Athletic incorporó a un joven portero que apuntaba ya muy alto: José Angel Iríbar, por lo que la titularidad de Carmelo dejó de estar garantizada.
Fue en ese verano de 1963 cuando el Betis se planteó muy seriamente el fichaje del veterano portero vasco. Los porteros del equipo bético en esa campaña habían sido José María Corral y José Casas «Pepín», que se alternaron en la portería sin una titularidad plenamente definida.
Las primeras noticias en la prensa aparecen a mediados de junio de 1963, cuando se indica que el Athletic parece que va a conceder la baja a Carmelo, y que éste ya ha iniciado contactos para fichar por el Betis.
Pero, enterado el club vasco de las pretensiones béticas, solicitó la cifra de cuatro millones de pesetas por el traspaso del portero. Durante todo el mes de julio de 1963 continuaron las conversaciones entre las directivas bilbaína y bética sin resultado concreto.
El jugador fue claro y en todo momento manifestó su interés por venir al Betis, pero chocó con la intención del club vasco de sacar una rentabilidad económica de su traspaso, máxime cuando otros clubs (Atlético de Madrid, por ejemplo) mostraron también interés por hacerse con sus servicios.
A comienzos de agosto una entrevista realizada al directivo bético José María de la Concha nos da las claves de la operación.
«-Casi a punto de finalizar la Liga don José López Rebollo, promotor profesional de fútbol, se dirigió a un destacado directivo del Betis notificándole que el presidente del Indauchu, señor Olaso, le había confesado que el Atlético de Bilbao no tenía inconveniente en traspasar o dar la carta de libertad a Carmelo, si encontraba un club apropiado para obtener adecuado beneficio económico que resolviera su futuro, como recompensa a los múltiples y valiosos servicios que el jugador había prestado al Atlético. Seguidamente el Betis inició las gestiones, por considerar que era el club que podía ofrecerle a Carmelo el bienestar deseado, y además porque le interesaban los servicios del famoso guardameta internacional. Gestiones que se iniciaron a través del citado señor López Rebollo, quien tomó contacto con el club bilbaíno, donde le comunicaron que parecía bien la sugerencia bética, por lo que debía el Betis entrar en relación directa y oficial con el Atlético.
-¿ Se hizo así?
-En efecto. Aprovechando que acompañé al equipo que jugó en Riazor el último partido de Liga, me desplacé de La Coruña a Bilbao llevando órdenes concretas del presidente señor Villamarín y de la directiva con respecto a este asunto. Estas órdenes se referían a ver y escuchar. Una vez en la capital vizcaína me puse inmediatamente en contacto con el secretario técnico, señor Ipiña, y con el directivo señor Celaya, exponiéndoles nuestros deseos de fichar a Carmelo. Me manifestaron que había sido malinterpretado el criterio del Atlético sobre el particular, pues no se había hablado de conceder la libertad al jugador; pero que sí estaban dispuesto a traspasarlo al Betis. Me dieron cifras iniciales, que las comuniqué al señor Villamarín y a la Directiva cuando dí cuenta de mis gestiones.
-¿Interesaron dichas cifras al Betis?
– Con ocasión de la estancia de los presidentes de clubs en Valencia, invitados por el club de Mestalla para presenciar el partido final de la Copa de Ferias, el señor Villamarín hizo una oferta directa con carácter oficial sobre Carmelo. Oferta que se volvió a ratificar en Madrid con motivo del Pleno federativo.
-¿Qué tipo de oferta es la que ha formulado el Betis?
– Desde luego no lo que vale Carmelo; pero lo que se pretende es hacer un gran favor al jugador, y puedo asegurar que la cantidad que ofrecemos es más que suficiente para cubrir las aspiraciones del futbolista y para asegurarle definitivamente el porvenir.
– ¿Quieres significar que la oferta bética se enfoca tan sólo en beneficio del guardameta, sin otros logros económicos para el Atlético de Bilbao, y que en esto reside el quid de la cuestión?
-El Betis mantiene su oferta al Atlético de Bilbao, y esperamos que al final el club acepte resolviendo favorablemente la situación planteada, ya que son los deseos de dicha sociedad favorecer de algún modo los valiosos servicios que Carmelo ha prestado a lo largo de catorce años, y con la oferta bética podemos asegurar que el Atlético de Bilbao conseguirá con largueza dichos propósitos. Y esto es todo por el momento. No hay más. Confiamos, sin embargo, en el buen sentido y en al altruismo tradicional del Atlético, siempre dispuesto a favorecer a quien lealmente le ha servido»
Y así quedó la cuestión. Athletic y Betis no se pusieron de acuerdo en el traspaso del jugador, aun que éste sí estaba convencido de ello, y Carmelo permaneció un año más en las filas del Athletic. En esa temporada 63-64 la titularidad fue casi en exclusiva para Iríbar, de forma que en 1964 Carmelo ya sí fue traspasado al Español, en donde jugaría hasta 1967 en que se retiró ya con 36 años.