El Racing en Sevilla 1932
Un día como hoy de hace 90 años Betis Balompié y Racing de Santander jugaron un partido amistoso en el Patronato que concluyó con empate a 3. La temporada oficial estaba finiquitada y los equipos mantenían en actividad a sus jugadores disputando encuentros de carácter amistoso. El Betis hacía 2 meses que se había proclamado campeón de la Segunda División, y en el torneo de Copa cayó en octavos de final ante el Espanyol después de haber eliminado al Tenerife.
El Racing de Santander había terminado la Liga en Primera División en una magnífica cuarta plaza, pero en la Copa fue sorprendentemente eliminado a las primeras de cambio por el Deportivo de La Coruña. Una de las actividades que emprendió para completar la temporada fue una gira que hizo por Andalucía y Marruecos, enfrentándose al Betis en dos ocasiones: en Sevilla con empate a 3 y en Larache con victoria cántabra 2-0.
Con motivo del partido jugado en Sevilla el Racing fue agasajado en la Casa de la Montaña, la pujante casa regional ubicada en la calle Sierpes número 61, que aglutinaba a la numerosa población cántabra que vivía por entonces en Sevilla, un lugar de tradicional emigración para los montañeses. Su presidente era Joaquín Sáinz de la Maza, de la familia que dio lugar al café Saimaza, y que además sería directivo bético, vicepresidente primero concretamente, en la temporada 1932-33, la del estreno bético en la Primera División.
En las páginas del diario santanderino El Cantábrico se recogía esta crónica de la estancia del Racing en Sevilla, y de la celebración que tuvo lugar tras el partido en la Casa de la Montaña., en una crónica firmada por su corresponsal en Sevilla Trifón de Miguel, quien era además miembro de la directiva de la casa regional cántabra.
Teníamos perdidas las esperanzas de poder ver en estos días la actuación en Sevilla de nuestro querido Racing Club, pues el partido que tenía organizado esta Asociación de la Prensa hubo de suspenderse a causa de las circunstancias anormales que hemos padecido en esta hermosa ciudad, cuando un amigo y directivo del Betis Balompié nos da la agradable noticia de que nuestros jugadores se encontraban en camino para contender con los simpáticos béticos.
Como es natural, inmediatamente de confirmarse esta noticia, la Casa de la Montaña movilizó a los más entusiastas elementos de la misma, para recibir dignamente al club representante de Cantabria y organizar alguna “cosuca”, pues tiempo no quedaba para otra cosa, en su honor.
Antes de entrar en detalles del agasajo que se le hizo en esta Casa montañesa, describiremos algunos momentos del partido que sostuvieron con los campeones de la segunda división y con lo que tendrá que luchar de nuevo en el próximo campeonato liguístico.
El Betis presentó el mejor equipo con que cuenta y que tanta fama ha alcanzado, y nuestro equipo llevó al campo sus mejores elementos; pero la desgracia hizo que a los diez minutos se retirase lesionado Baragaño, y momentos después el entusiasta Ceballos, suponiendo estas dos bajas para el Racing un gran hándicap.
Al retirarse estos excelentes equipiers hubo que modificar totalmente la alineación del “team”, saliendo Ibarra a cubrir el puesto de Hernández, y éste pasó a ocupar el que dejó vacante Ceballos. Durante el primer tiempo jugó el Racing con diez equipiers, lo que aprovecharon los béticos para marcar dos tantos, uno injusto, y por lo tanto, mal conseguido.
En el segundo tiempo apareció Telete, introduciéndose nueva modificación, pasando Óscar a medio centro, Larrinaga a delantero centro y otros jugadores permutaron también sus puestos, dando lugar este cambio a una mayor compenetración, y, por lo mismo, a un embotellamiento completo de los contrarios.
Siete goals consiguió el Racing, anulando el árbitro, o lo que sea (pues de fútbol no las huele) cuatro; de estos cuatro, dos eran perfectamente legales, como lo dicen no solamente el público, sino todos los críticos deportivos.
Este señor del silbato tuvo la genialidad de castigar al Racing con un penalti, castigo a todas luces arbitrario, que se encargó de echarlo fuera el jugador bético ante la protesta unánime del público.
El partido terminó con un empate a tres, demostrando el Racing poseer una técnica depurada del deporte futbolístico y una resistencia grande, prueba innegable de un gran entrenamiento.
Toda la Prensa local presentó a nuestro querido equipo como uno de los más temibles de la Primera División, y juzga los partidos en que ha de intervenir en ésta, como de los más interesantes.
El sábado, por la noche, o sea en el momento que llegaron, fueron invitados los jugadores y delegado señor Cossío, por nuestro queridísimo presidente, don Joaquín Sáinz de la Maza, a unos chatos de manzanilla en la Casa de la Montaña.
Al día siguiente acudía al campo de deporte toda la juventud montañesa, así como el presidente, secretario, técnico y la mayoría de los directivos del hogar montañés, que animaron a los suyos durante todo el encuentro.
Después del partido se celebró en el salón principal de la Casa de la Montaña un “chato” en honor del Racing de Santander, al que se invitó, con nuestros jugadores, a los del Betis Balompié y directivos de este club.
Baste decir que esta fiesta homenaje empezó a las siete y media de la tarde y terminó a la una de la madrugada; con esto se darán idea nuestros lectores de la animación que había en los salones de la Casa.
Fue una fiesta que sirvió a la familia montañesa para pasar un rato de franca armonía, y a los equipiers de los dos clubs de sincera camaradería.
Se cantó, se brindó por Santander y Sevilla, y se vitorearon con gran entusiasmo los nombres gloriosos del Betis Balompié y del Racing de Santander.
Embajadas artísticas y deportivas de nuestra amada Tierruca era preciso que vinieran con frecuencia a Sevilla, para levantar el ánimo de nuestros paisanucos, un tanto apagado de algunos meses a esta parte.
Ayer salieron los jugadores racinguistas para Marruecos, donde tienen que celebrar varios partidos en Larache y Casablanca, no teniendo nada de extrañar que se prolongue la estancia de estos valientes muchachos algunos días más, pues ya han recibido ofertas de varias partes para concertar más partidos.
Sabemos que nuestros paisanos de Jerez, como los de Ceuta, sitios por donde han pasado, les han hecho objeto de las mayores atenciones, obsequiándoles con la esplendidez que ellos acostumbran.
Que tengan la misma suerte que en Sevilla, y que les veamos pronto de regreso en ésta es lo que deseamos.
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