El sombrero de Manuel Ruiz. 1954.

Hoy, 23 de abril de 2022, es un día grande para los béticos. Hoy nuestro Betis disputa la final del Campeonato de España por quinta vez a lo largo de nuestra historia. Hoy vemos a nuestro club donde pocas veces ha estado y muchas más querríamos verlo, peleando por títulos y por dar una satisfacción a su numerosa y fiel hinchada.
Hoy se podrá ganar o se podrá perder, no olvidemos nunca el carácter aleatorio de toda competición deportiva, pero los béticos estaremos orgullosos de estar en el estadio de La Cartuja, en presencia o en espíritu, acompañando a nuestros gloriosos colores.
Si ganamos la fecha quedará marcada en nuestros anales, como ya lo están el 28 de abril de 1935, el 25 de junio de 1977 o el 11 de junio de 2005. Si perdemos también será una fecha para el recuerdo, como lo son el 21 de junio de 1931, el 14 de junio de 1986, el 28 de junio de 1997 o el 20 de agosto de 2005.
Fechas a recordar con la cabeza bien alta, como conmemoramos a todos y cada uno de los futbolistas, técnicos y directivos de nuestra sociedad que hicieron posible el estar allí.
Pero también hoy debemos recordar a todos los que nos precedieron, a los que recogieron el testigo de sus mayores y lo legaron a la generación posterior, y que hoy no están con nosotros. Su presencia desde el cuarto anillo se presiente, y seguro que todos los béticos hoy nos acordaremos de familiares y amigos que ya no están con nosotros, pero que explican en una parte importante el porqué somos béticos hoy en día.
Con este recuerdo imborrable de los que nos precedieron hoy traemos a Manquepierda un objeto histórico curioso que data del año 1954, y que perteneció a Manuel Ruiz Rodríguez, el presidente que sacó al Betis de la Tercera División en su segundo año de mandato.
Natural de Coria del Río, donde nació en 1900, Manuel Ruiz estuvo ligado en su juventud al Coria CF, y en los años 30 ya lo vemos vinculado de forma importante como aficionado a la entidad verdiblanca. Por ejemplo, en la fotografía que refleja la celebración del título de Liga en el Hotel Majestic (actual Hotel Colón) el 5 de julio de 1935, aparece en la fila superior junto a Manolo Simó, fumándose un puro, y con sus manos sobre los hombros de Francisco Gómez y Patrick O´Connell.
En una imagen en la que posan las fuerzas vivas del beticismo ganador de la Liga aparece ya Manuel Ruiz, cuando aún no era directivo, pero sí una persona importante dentro de los aficionados béticos. Años más tarde, en 1942, ya formó parte de la Junta Consultiva que Alfonso De la Lastra nombró en agosto de ese año. Eran días de vino y rosas, cuando el Betis se codeaba, y triunfaba, con la élite del fútbol español.
Sin embargo el papel de Manuel Ruiz Rodríguez toma un indudable protagonismo en unos momentos mucho más difíciles y dramáticos, los años de la Tercera División. Fueron muchos los presidentes y directivos que desfilaron por el club en esos tiempos que años más tarde Juan Petralanda definiría de forma rotunda («éramos menos que nada»). Los directivos de la época mantuvieron al club poniendo dinero a fondo perdido, además de su tiempo y su prestigio personal, en una empresa poco agradecida y por la que tuvieron que sufrir ataques personales como el caso de Pascual Aparicio.
Con Manuel Ruiz, en su segunda temporada, por fin se asciende a la Segunda División. El partido en que se logra definitivamente el ascenso se disputa en Tetuán el 25 de abril de 1954 y concluye con una victoria 1-2 frente al Español de Tetuán, con goles de Enrique y Barinaga.
La familia de Manuel Ruiz conserva el sombrero que éste llevó en dicho partido, y en el que firmaron los futbolistas béticos que ese día estuvieron en el campo de Sania Ramel: González, Peñafuerte, Gabilondo, Cifuentes, Óscar, Aumesquet, Orive, Barinaga, Del Val, Marcos Martín y Enrique, además de Palma, Portu, Santos, Coto y el entrenador Francisco Gómez. Aparece también la fecha del encuentro y la frase ¡Campeones¡.
El sombrero es de Padilla Crespo, un industrial sombrerero cordobés de gran prestigio que abrió una tienda en Sevilla en La Campana en 1942, y posteriormente otra en la Avenida.

Agradecer a los familiares de Manuel Ruiz Rodríguez el conservar este objeto personal de su abuelo, así como el ponerlo a disposición de todos los lectores de Manquepierda para su público conocimiento.