Entrenamientos del Betis 1958
11 de agosto de 1958. A las 10 de la mañana en Heliópolis se inician los entrenamientos para la temporada 1958-59, la del regreso a Primera División tras 15 años de ausencia.
Como curiosidad para este primer entrenamiento de la temporada los jugadores visten camiseta verde, calzonas azules y zapatillas de baloncesto.
Antes del inicio de los entrenamientos el presidente Benito Villamarín, acompañado de su Directiva, dirige una breve salutación a los jugadores, «exhortándoles a cumplir con su obligación para que el Real Betis llegue a ocupar el puesto que le corresponde en el concierto de los equipos españoles».
El preparador Antonio Barrios corroboró las palabras del presidente y señaló la importancia de la forma física, «que no solo en el terreno de juego se adquiere y conserva, sino que es preciso cuidarla después en la vida privada con método y ejemplar perseverancia».
A continuación pasaron a las instalaciones de la Secretaría, donde el masajista Vicente Montiel y el doctor del club José Antonio Del Barco Calzadilla pasaron al pesaje de los jugadores.
Posteriormente los jugadores saltaron ya al terreno de juego, mientras que los directivos giraban una detenida visita a las obras que se estaban llevando a cabo en Gol Sur.
La imagen que precede la publicación de hoy está realizada en la esquina de Gol Norte con Fondo. Y en ella podemos identificar a los siguientes jugadores: Américo, Kuszmann, Areta, Rodri, Oliet, Otero, Paqui, Castaño, Santos, Domínguez, Vila, Henni y el entrenador Antonio Barrios; en la segunda fila Menéndez, Valderas, Lasa, Portu, Del Sol, Eugenio, Ordaz e Isidro.
A este primer entrenamiento faltaron por haber pedido permiso para incorporarse un día después Azpeitia, Seguer y Loli, estando pendiente la incorporación de Eusebio Ríos, que estaba terminando el servicio militar en Ceuta.
Barrios, auxiliado por Santiago Tejera, preparador de los amateurs y juveniles, comenzó los entrenamientos, reducidos a ejercicios físicos. Los cinco guardametas presentes ( Américo, Eugenio, Otero, Domínguez y Menéndez) sí tuvieron un entrenamiento distinto, siendo sometidos a pruebas de habilidad y destreza que Barrios efectuó, lanzándoles con la mano una pelota de tenis a diveros sitios y ángulos, mientras que permanecían tendidos en el césped.
Ante el calor reinante antes de una hora se dio por finalizado el entrenamiento, advirtiendo Barrios que al día siguiente quedaban citados a las 8 de la mañana en el Estadio Universitario de la Macarena.