Entrevista Andrés Aranda 1933
Andrés Aranda es, sin lugar a dudas, uno de los Grandes en la Historia del Betis, al que se ligó en 1920 y al que permaneció unido hasta el día de su muerte, literalmente, en 1965.
Esta entrevista de enero de 1933 adelanta su próxima retirada, cosa que se produjo al final de la siguiente temporada.
Nos relata en ella sus inicios futbolíticos en Sevilla desde que llega procedente de su Lora natal, su debut con el Betis un 13 de noviembre de 1921 en un partido contra el Sevilla del Campeonato de Andalucía, o las 2 ocasiones en las que llegó a jugar hasta de portero supliendo a Jesús: un amistoso disputado en Huelva contra el Recreativo el 23 de diciembre de 1923 y una victoria por 2-1 sobre el Deportivo de La Coruña.
El partido en que más goles marcó Aranda, y al que se refiere en la entrevista, fue un Betis 5 Oviedo 2 jugado en el Patronato el 12 de enero de 1930 en la jornada 12 del Campeonato de Liga de Segunda División.
En su última temporada en activo, la 33-34, su presencia fue meramente testimonial, pues solo intervino en un partido del campeonato mancomunado y en 2 amistosos, compaginando su actividad futbolística con la preparación del conjunto amateur del Betis Balompié, labor a la que se dedicaría en exclusiva en la temporada 1934-35, antes de coger la dirección del primer equipo en la 35-36 en sustitución del inglés Charles Slade.
Creen los aficionados andaluces que Andrés Aranda, el consecuente bético, ronda ya las proximidades del trance final en su ejemplar vida de futbolista.
Las facultades merman… El tiempo camina siempre.
¿Pero realmente la trayectoria deportiva del gran jugador está en plena declinación?
He aquí que cuando tal parecía se plantea en el Club blanquiverde un grave problema: no hay delantero centro para el equipo que he de oponerse al Athletic madrileño en la última jornada del campeonato mancomunado. Y Aranda, que es uno y es once, pues ocupó durante toda su carrera todos los puestos, salva la dificultad, y sobre el terreno da aún lecciones de conducir un quinteto para que se produzca con la máxima capacidad perforadora.
Sin embargo, “el viejo”, así le llaman cariñosamente sus partidarios, que lo son todos los deportistas sevillanos, no podrá multiplicar las hazañas. Cada una le hará acercarse más al instante doloroso del vencimiento. En el historial de Aranda quedan pocas páginas en blanco.
Siempre es oportuna la charla con el veterano.
– De Lora del Río, donde pasé mi infancia, vine a Sevilla, y como en el pueblo hube aprendido a maltratar balones, me inscribí en el Estrella FC. El año 1920, en que cumplí los dieciséis, actué con buen éxito frente al infantil del Sevilla, y entonces los directivos del Betis me requirieron para que defendiese sus colores. Firmé ficha como amateur y a poco me confirmé en el primer partido serio que jugué de zaguero izquierdo frente al Sevilla FC. Ganamos por tres-uno. El equipo sevillista se formó así: Santizo; Herminio, Ismael; Barrero, Ocaña, Barragán; Escobar, Spencer, Kinké, León y Brand. Fue aquel uno de los momentos más felices de mi vida deportiva, por haber contribuido a la victoria sobre los maestros, precisamente cuando me iniciaba. El año 26 me hice profesional.
– He ocupado todos los puestos, incluso el de portero. Por eso dicen que soy once en uno. La primera vez que actué de guardameta en partido de campeonato regional fue contra el Recreativo de Huelva; perdimos por tres-dos, pero del goal que determinó nuestra derrota tuvo la culpa Romerito, quien incurrió en una falta sancionada con la máxima pena. Otro encuentro jugué en la puerta; como el otro por lesión de Jesús, frente al Coruña. Este lo ganamos por dos-uno. Donde juego más a gusto, y creo que mejor, es en la zaga. A pesar de ello, el encuentro que más me ha satisfecho lo hice en la delantera. Fue el de la selección andaluza con la de París, en el Estadio de la Exposición. Formamos en el ala izquierda el ataque Brand en el extremo y yo en el interior. Nos entendimos tan admirablemente que el Estadio parecía una plaza de toros, por los ¡oles¡ con que el público coreaba nuestros avances. ¡Brand es un gran jugador al que siempre he admirado¡
– ¿El partido en que más tantos he marcado? Hace tres temporadas, frente al Oviedo. Actué de interior derecha, y de los cinco goals que conseguimos cuatro fueron obra mía. El compañero de equipo que más me ha gustado es Paco León, hoy en el Deportivo de La Coruña, y el contrario al que más admiré, el interior izquierda del Celta, Polo. Es casi imposible quitarle la pelota de los pies.
Cree “el viejo” que aun puede defender los colores béticos durante un par de temporadas más, y al fin de ellas creerá en la oportunidad de la prórroga. Sin embargo, la juventud de los nuevos acabará por desplazarle, como a otros, como a todos.
Andrés piensa en el partido de su despedida, que quisiera jugar frente al Sevilla, el Madrid o el Athletic de Bilbao.
Hemos terminado nuestra conversación con Aranda, el consecuente bético, que es uno y es once, ya que jugó en todos los puestos.
Hasta ahora “el viejo” fue la figura más relevante de las que desfilaron por el Club andaluz. Por eso ha de ser más penoso el trance de su ida, quizá anterior al plazo por él mismo fijado.
Fuente: Antonio Olmedo en Campeón 23 de enero de 1933