Entrevista Eduardo Anzarda 1977
Esta entrevista al delantero verdiblanco Eduardo Anzarda se publicó en la revista deportiva Don Balón en junio de 1977. Un reportaje extenso en el que Anzarda nos da una amplia visión de su trayectoria personal y profesional, desde sus inicios en River Plate, su paso por el Real Madrid y su llegada al Betis de la mano de José María de la Concha.
Una entrevista muy interesante en la que se comentan aspectos poco conocidos, como el engañoso contrato que firmó en 1971 con el Real Madrid, y en el que expresamente admitía su condición de oriundo, lo que luego daría lugar a una polémica que envolvió a muchos futbolistas de la época.
Eduardo “Kung-Fu” Anzarda nunca ha sido Pichichi. Pero cada temporada garantiza al Betis una media de trece goles, algo que no todos pueden garantizar. La afición verdiblanca nunca pierde las esperanzas de ganar un partido cuando el “pibe” está en el campo, algo que dice mucho en favor de este bonaerense que fue una mercancía engañada, que no pudo triunfar en el Real Madrid, que está casado con una bilbaína, que tiene la doble nacionalidad y que espera seguir muchos años en el manquepierda porque se siente bético.
Nació en el barrio de Palermo en el seno de una familia de clase media humilde.
- Mi padre tiene un taller de chapa y pintura y yo le ayudaba muchas veces. Cuando salía del colegio me iba al taller, aunque no siempre. El fútbol me atraía ya. La cancha más cercana a mi casa era la del Atalanta, pero yo me inclinaba por el River y a los doce años ya estaba en él. Empecé a pensar que algún día sería componente de su primer equipo, pero eso no sucedió sino en contadas ocasiones. Había un 11 llamado “Pinino” Mas…
- Al que después ficharía también el Madrid…
- Sí, es curioso. Yo era suplente suyo en el River. Cuando el Madrid me dio puerta entonces vino Mas, que, como yo, tampoco pudo triunfar. Sólo estuvo una campaña
- ¿Cuánto ganaba usted en el River?
- Una ciento cincuenta mil pesetas al año. Sí, al año. Allá un futbolista no gana tanto como en España. Le diré. Ahora mismo, la máxima figura argentina, que puede ser Bertoni, Houseman, Fillol, Luque, Villa, etc, cobrará millón y medio por temporada. Imagínese…
- ¿Quiere decir esto que allá se gana poco o que aquí se gana demasiado?
- No es que aquí se gane demasiado. Lo que pasa es que el fútbol en España es más especulativo, y por otra parte la vida también es más cara. Por ejemplo, por el precio que aquí se compran cien gramos de ternera, allí se compra casi un kilo
Venir al Madrid, Esas palabras bastaron…
- Todo fue muy rápido. Me lo dijeron a mediados de agosto de 1971 y el día 23 ya estaba acá como nuevo jugador blanco. Sí, fui engañado. La ilusión de ingresar en un club tan grande me cegó. Lo firmé todo sin fijarme lo que era
- Y eran documentos falsos que intentaban acreditarle a usted como descendiente de españoles…
- Sí, algo que no es verdad
- ¿Fue esa la causa por la que el Madrid, al descubrirse al “affaire” de los falsos oriundos, prescindió de usted?
- Puede que fuera una de las causas, pero no la principal. A poco de comenzar mi segunda temporada en el Madrid, la 72-73, cogí una hepatitis que me tuvo en cama varios meses. Tardé en recuperarme y perdí mi sitio en el equipo. Después se abrió la importación de jugadores extranjeros y ficharon a “Pinino” Mas. Y a mí me dieron la baja.
- ¿Quién se lo comunicó?
- Raimundo Saporta. Habló conmigo un buen taro. Se portó muy bien
- Un mal trago, sin embargo…
- Y tanto. Pero yo tenía fe, y afortunadamente en seguida me llegó la oferta del Betis
En plena temporada 1975-76 Anzarda se acogió al derecho de doble nacionalidad. Hoy es un hombre tranquilo, sin problemas. Y un goleador efectivo
- He tenido suerte. Este año ni me han enseñado una tarjeta
Cuando Anzarda llegó a Sevilla en 1973 el Betis acababa de descender a Segunda.
- No me importó ese detalle. José María de la Concha vino a ofrecerme un contrato que me interesó y el Betis era un club magnífico, con buenos jugadores y con ambiciones. No lo dudé a la hora de firmar. Y ahora no me arrepiento
- ¿Cómo es el Betis por dentro? ¿Cómo lo ve usted?
- La frase “manque pierda” lo define muy bien. Es un club serio, pero con una gran alegría de ser, con espíritu de superación. Es un club querido por el pueblo andaluz, muy representativo, y por lo que he visto despierta muchas simpatías allá donde va. No me importaría terminar mi carrera deportiva aquí
En esta época del año el futbolista afronta el problema de la renovación. Anzarda finaliza su contrato el próximo 30 de junio.
- Aún no he firmado la renovación, pero no creo que haya problemas. Creo que soy útil al club, por eso he pedido un aumento de ficha. Un treinta por ciento. Es lo justo. Las diferencias son mínimas entre lo que demando y lo que me ofrecen, por eso pienso que llegaremos a un acuerdo
- Terminada la etapa Szusza, llegó Iriondo. ¿Nota usted el cambio?
- Szusza era un entrenador estupendo que se adaptó en seguida al fútbol español, y le dio un aire nuevo al Betis. Como persona es muy educado. De Iriondo aún no puedo opinar con fundamento, pues lleva poco tiempo con nosotros, pero me parece un hombre muy metódico, serio y correcto. El Betis juega ahora con un esquema más riguroso
- ¿Qué tal es la afición bética?
- Es insuperable cuando está con el equipo, pero también se las trae cuando las cosas no van bien. No tiene término medio
Una de las mayores cualidades de Anzarda en el área es su serenidad, esa increíble sangre fría que tiene en situaciones de gol.
- Sí, va con mi carácter. Rara vez pierdo los nervios, siempre he procurado saber dominarme y ello redunda beneficiosamente a la hora de estar en condiciones de anotar
- ¿Y no piensa en alguna de esas jugadas que si falla el público se le echará encima?
- No, no lo pienso. En esos momentos sólo pienso en lo más conveniente para marcar, en lo más positivo. Tengo mucha fe cuando el balón está en mi poder. Sé que será difícil que me lo quiten
- Por cierto, ¿cuántos goles ha marcado usted al Madrid?
- Tres en total. Siempre como local. En el Bernabéu aún no lo he logrado
- ¿Y lo desea?
- No especialmente. Nunca fui revanchista
- ¿Es que en ningún momento ha tratado de demostrar al Madrid que se equivocó al darle la baja?
- Más bien he intentado demostrar que acertó cuando me fichó del River
De cara al Mundial, Anzarda no es muy optimista con respecto a sus dos selecciones.
- España lo tiene difícil. Todo el mundo lo sabe. ¿Argentina? Bien, allá quieren formar un equipo nuevo, y de hecho lo están haciendo, a base sólo de jugadores locales, olvidándose de “los europeos”. Es un trabajo ambicioso y digno que requiere mucha paciencia y comprensión
- ¿Cree que Menotti debería llamar a alguno de los que están aquí?
- Es indudable que en Argentina no hay un goleador como Kempes, pero pienso que es más honesto trabajar con lo que se tiene allí. Argentina debe morir con sus armas
- Recientemente Alemania le ganó a Inglaterra y empató en Buenos Aires. Es un aviso, ¿no?
- Sí, claro. Argentina sigue jugando como hace treinta años y eso no puede ser. Debe cambiar. Hay que luchar más, tener más espíritu de conjunto. Es otra mentalidad, una manera distinta de concebir el fútbol. Costará adaptarse, pero habrá que hacerlo, porque de lo contrario…
- Dicen que se le dan bien los conjuntos levantinos
- Frente al Valencia y al Hércules casi siempre marco
- En cambio no le sucede lo mismo con los vascos
- Al Athletic y a la Real aún no les hecho ni un simple gol
- ¿Hay algún portero que le tenga ganada la moral, por así decirlo?
- Iríbar. Desde que estoy en España no he logrado batirle. ¿Complejo? Llámelo como quiera, pero la realidad es ésa. Una vez me hizo una parada increíble y desde entonces no sé qué me pasa cuando estoy frente a él. ¿Cómo fue? Pues agarré un voleón enorme. Ya canté el gol, pero el Chopo me lo atajó. ¡Y estaba a dos metros¡ A veces lo recuerdo y aún no me lo explico. Es increíble… D´Alessandro es otro arquero al que todavía espero burlar
Hablamos de la dureza del fútbol, de las agallas que se necesitan para pisar el área.
- Acá el marcaje es muy estrecho. Por lo que mí respecta, desde que empecé a destacar como realizador hay veces que veo a dos hombres pendientes de mí. Pero uno se acostumbra a todo
Anzarda confiesa que nunca he tenido problemas con los árbitros, pero curiosamente la anécdota que más recuerda tuvo lugar como protagonista a un “referee”:
- Acababa de llagar a España y llevaba tan solo unos diez días entrenando con el Madrid, cuando en un partidillo entre la plantilla yo le grité a un defensa y el del pito me cobró falta técnica. Me sorprendió y me volví hacia él, diciéndole que no veía motivo para que señalase falta. Entonces, todos los muchachos empezaron a reírse mientras yo seguía explicándole a aquel señor que no entendía la falta y le decía ¡Ni que fueras un árbitro de verdad¡ Bueno, a todo esto las risas seguían y yo sin entender palabra, hasta que me lo explicaron: “Es un árbitro de verdad, Anzarda. Es Antonio Camacho, colegiado de Primera División”.
- ¿Cómo ve el arbitraje español?
- Considero que su labor es difícil, porque está sometida a muchas presiones. Quizá por esto me parecen un poco caseros. En Argentina no sucede así, ya que al ser la mayoría de equipos de Buenos Aires, en las gradas hay igualdad de hinchadas y se respira un ambiente más neutral. Pero acá es diferente y, aunque no quiera, el árbitro se ve influido por el griterío local
El fútbol le gusta tanto a “Kung Fu” Anzarda que ya piensa en ser entrenador.
- Estoy estudiando preparación física y hago los cursillos para sacar el título regional de entrenador. Lo de “Kung Fu” me lo pusieron los compañeros del Betis cuando llegué a Sevilla. Entre mis ojos oblicuos y el ligero tinte amarillo que me dejó la hepatitis, parecía un chino
- Oiga, ¿y qué opina usted sobre la sindicación de los futbolistas?
- Es necesaria, sobre todo pensando en los jugadores modestos. El año pasado tuvimos reuniones y se empezó a hablar, pero lo hemos abandonado un poco. Lo ideal sería que en la próxima Asamblea tuviéramos un representante que atacara el tema a fondo