Entrevista Eduardo Anzarda 1993.

Eduardo Anzarda jugó en el Betis entre 1973 y 1979; un total de 181 partidos oficiales, en los que hizo 58 goles. Un consumador goleador, que destacó en el terreno de juego por su capacidad rematadora y por su frialdad ante el área rival.
Tras su salida del Betis siguió jugando en Argentina hasta 1984, para después emprender la carrera de técnico desde 1986. En 1993, con motivo de una visita suya a Sevilla, el periodista Manolo Rodríguez le hizo esta interesante entrevista para las páginas de Diario 16 Andalucía.
Eduardo Anzarda, dentro del área, fue siempre una insinuación más que una certeza. Agazapado en ese territorio, quebrando a porteros y regateando a su sombra, labró una leyenda de sangre fía que todavía le acompaña y mereció apelativos tan inusuales como los de “wing” o “killer”, adjetivos anglófilos que en nada se compadecían con este jugador de River que llegó al Bernabéu cuando apenas era un chaval. En el “Real de Madrid” cotizó su nombre y en el Betis sus goles. Después se inició como técnico en Argentina y ahora quiere sentarse en los banquillos españoles.
- ¿Sigue estando relacionado con el Betis?
- Sí, ya que más de una vez me han llamado para pedirme opinión y utilizarme como hombre de confianza del club en Argentina. Así ocurrió recientemente con motivo del viaje de Pedro Buenaventura, y en otras ocasiones fui yo quien directamente recomendé a algunos jugadores, como pasó con Calderón, cuando éste jugaba en Independiente
- ¿Le decepcionó mucho el equipo el año pasado?
- Vi dos equipos muy diferentes. En el primer tiempo jugó bien, con Gordillo sensacional, pero después perdió la iniciativa, dejó de robar balones y se buscó sólo el empate
- ¿Y el ambiente? ¿Lo notó distinto?
- El ambiente me pareció igual de bueno que siempre. Fue sensacional ver el comportamiento de la afición, que no ha decaído nunca, a pesar de las malas campañas últimas. Pero, volviendo al equipo, querría decir que en el segundo tiempo faltó un líder que manejara el partido, y que resolviera las situaciones comprometidas. En algunos momentos me pareció el equipo muy timorato, y no creo que ése deba ser el carácter del Betis cuando se halla luchando por el ascenso
- Es decir, que echó de menos a Cardeñosa…
- Hubiera sido bárbaro que el Flaco hubiese estado en el campo. El Mérida no habría dominado el partido
- De su época sólo queda Gordillo, ¿no?
- Sí, de los actuales sólo coincidí con él. Y sigue manteniendo la misma casta y la misma calidad de siempre. Sobre todo, su humidad en el esfuerzo y en la entrega
- Precisamente Gordillo y usted fueron los únicos que, por distintos motivos, se perdieron la final de Copa…
- Es cierto. Gordillo porque había jugado con el Betis Deportivo y yo porque me lesioné. Y es injusto que a mí no se me recuerde como campeón de Copa, a pesar de que en las eliminatorias previas metí diez goles en ocho partidos. Pero como no estoy en la foto parece que nadie me asocia con el triunfo, cuando aquella fue mi mejor temporada con el Betis
- Recuerdo que aquella semana fue usted duda casi hasta el momento de partir hacia Madrid
- Iriondo me esperó hasta el final, pero el jueves, haciendo fútbol, forcé la recuperación y me volví a romper. Sufrí una fortísima distensión de ligamentos, que me tuvo tres meses y medio en el dique seco
- Mucho antes de todo eso ya había jugado en el Madrid…
- A mí me fichó el Madrid en el 71 cuando jugaba en River Plate. Yo era muy joven y aquello me supuso una enorme sorpresa, ya que aún no era normal jugar en Europa y, mucho menos, en el que, por entonces, era, sin duda, el equipo más grande del mundo
- ¿Triunfó en el Bernabéu?
- La primera temporada la jugué casi al completo y salimos campeones. Pero hacia el final cogí una hepatitis, a pesar de que el médico decía que era gripe, y estuve cinco meses parado
- ¿Cómo era aquel Madrid?
- Le puedo decir que en la delantera jugábamos Amancio, Pirri, Santillana, Velázquez y yo. Por cierto, que yo llegué el mismo año que Santillana y vivíamos juntos en una pensión. Santillana ha sido uno de los mejores rematadores del fútbol español de todos los tiempos
- ¿Y por qué se fue tan pronto?
- Por ser oriundo, ya que en 1973, el año que me marché, el Athletic de Bilbao y la Real Sociedad denunciaron a un grupo de jugadores que habíamos llegado de Sudamérica como hijos e españoles, y el Real Madrid no quería líos con este problema, según me dijo Santiago Bernabéu. Estábamos Adorno, Valdez, Touriño, Becerra, Aguirre Suárez, etc, y a mí, en concreto, me pedían cuatro años de cárcel. En 1975 se sobreseyó mi expediente, y tengo que agradecerle a Juan Manuel Mauduit la defensa que hizo de mi caso
- ¿Cómo llegó al Betis?
- José María de la Concha me vino a ver a Madrid y me explicó el proyecto del Betis con respecto a su futuro. El equipo estaba en Segunda y se pretendía sentar las bases de un conjunto que garantizara una continuidad. Acepté probar una temporada y aquí me quedé para casi siempre
- ¿Se puede enseñar esa sangre fría suya en el área?
- Esa es una característica que va con el jugador. Y yo sabía moverme en espacios reducidos, quizá porque siempre jugué igual dentro del área que fuera. Esto me hacía tener claridad delante del gol y no proceder como muchos delanteros actuales, que cuando se enfrentan a los últimos metros se ponen ansiosos por querer definir. ¡Cómo se va a chutar a puerta cuando hay dos piernas por delante…¡, si el concepto debe ser que cuanto más cerca se esté del marco más sueve debe ser el disparo
- ¿Cuándo inició su carrera de entrenador?
- Yo me fui del Betis en el 80, jugué un par de años más en Argentina y me inició como técnico en el 86. He dirigido al Platense, al Chacharita Juniors, al Atlanta y hasta diciembre pasado al Tucumán
- ¿Usted es bilardista o menottista?
- Los dos tienen cosas buenas y malas, pero lo más importante de un entrenador es tener criterio propio y no olvidar que es posible jugar bien y, al mismo tiempo, sacar buenos resultados, como está demostrando el Tenerife de Jorge Valdano
- ¿Qué le parece todo lo que le ha ocurrido a Bilardo en España?
- No es justo que se le haga culpable de tantas cosas. Bilardo es un obseso del fútbol y su único deseo es que sus equipos alcancen los mejores resultados. Quizá por eso parece un psicópata con sus jugadores, pero no es peor que otros
- ¿Es cierto que hace dos años pudo ser entrenador del Betis?
- Sí, el Betis me quiso incorporar antes de fichar a Jarabinsky, pero el Platense, club al que yo pertenecía entonces, no me quiso rescindir el contrato
- Y ahora, estando las cosas como están, ¿qué cree que necesita el Betis?
- Frialdad para empezar de cero y formar una base de conjunto. O lo que es lo mismo, no fichar individualidades, sino comprar funcionamiento de conjunto. Y para eso hay que ser muy claro con los objetivos de las posiciones, buscando a los jugadores necesarios, aunque éstos no tengan mucho nombre