Entrevista Emilson Pessanha 1958
Emilson Pessanha fue un jugador brasileño fichado por el Betis a comienzos de octubre de 1958. Quince días ante el Betis había fichado a Wilson Moreira, el primer jugador brasileño en la historia bética y ahora era Pessanha quien, procedente del Internacional de Porto Alegre, arribaba al conjunto verdiblanco.
Solo hacía 3 meses que la selección de Brasil había ganado por primera vez el campeonato del Mundo en Suecia de la mano de un joven talento llamado Pelé, y el fútbol brasileño estaba plenamente de moda. Ello explica la aparición de este jugador, quien había incluso sido internacional con el equipo de Brasil.
En esta entrevista en la que hace de intérprete Zezé Moreira, el padre del jugador bético Moreira, que había sido seleccionador brasileño entre 1952 y 1955 y entrenador del Fluminense entre 1951 y 1954, y que es quien gestionó el fichaje de Pessanha por el Betis. Sorprendentemente Pessanha se define como un jugador de lucha y brega en el centro del campo, lo que no casaba mucho con lo que se esperaba de un jugador brasileño en estos momentos. Tal vez por ello Pessanha, aunque llegó a ser convocado en algunas ocasiones para partidos oficiales, nunca jugó un encuentro oficial con el Betis, limitando su aportación a 3 partidos amistosos. De hecho en marzo de 1959 fue cedido al Sabadell, equipo con el jugó 6 encuentros esa temporada.
Al final de esa temporada, aquejado de saudade, esa palabra portuguesa mezcla de melancolía y nostalgia, decidió poner fin a su aventura hispana y volver a Brasil, donde volverá a jugar con el Fluminense.
Emilson Pessanha corretea por el césped de Heliópolis. Tiene una pegada suave, parece mimar el balón. Cuando lo eleva del suelo el futbolista desaparece para entrar en juego el prestidigitador. El balón sube y baja, viene y va, impulsando con la rodilla, la cadera, el tacón, a veces parece hallarse clavado en el empeine.
Emilson Pessanha lo hace todo con entera sencillez. No hay esfuerzo en sus movimientos. Este mimo constante del balón nos presenta a un gran jugador de fútbol. El primoroso balompié brasileño tiene un justo representante en este “moreno” que busca en España nuevos horizontes para su carrera deportiva. Ha llegado al Betis siguiendo los pasos de Moreira y despreciando las proposiciones del Nacional de Montevideo y del América de Río de Janeiro. Mientras pelotea solitario ante la escrutadora mirada de Zezé Moreira, Emilson, por este nombre le cotizaban en Brasil y por Emilson debemos conocerlo nosotros, parece encontrarse a gusto. A veces echa el balón al suelo y recorre con la vista los espaciosos graderíos de Heliópolis. Ya sueña con un puesto en el primer equipo. Vuelve con más ganas al solitario pero brillante peloteo, descubriendo los secretos del balón español que aún desconoce.
Emilson es alto, muy fuerte. Su recia musculatura viene a representarnos al hombre trabajado atléticamente que muy bien ha podido alternar la práctica del fútbol junto a la monotonía de los ejercicios del gimnasio.
Hasta Heliópolis hemos ido en busca de las primeras impresiones de Emilson. Sánchez del Pando se nos ha adelantado y al llegar al recinto verdiblanco le vemos máquina en ristre seguir atentamente las evoluciones del nuevo jugador del Betis, buscando ángulos de interés. En la banda se encuentra Zezé Moreira. No tiene nada que advertir al jugador. Emilson sabe hacer las cosas y trabaja sensatamente. Junto al viejo Moreira, el directivo del club, señor Villegas, tiene cara de satisfacción adivinando la calidad del jugador adquirido por el Betis. En una de las mitades del campo, jugadores béticos se entrenan activamente. En la otra Emilson completamente solo… El peloteo del brasileño es todo un espectáculo.
Digamos antes que nada que Emilson ya tiene formalizado su compromiso por el Real Betis. El club tiene asegurados los servicios del jugador por un plazo que alcanza las tres temporadas. Ahora tan solo hay que aguardar un activo papeleo federativo para que pueda salir cuanto antes en el conjunto titular. Tres años permanecerá en el Betis y no piensa siquiera en la posibilidad de una estancia en la tribuna. Viene con unas ganas enormes de ponerse a punto y habla tan solo de días cuando se le requiere un plazo de puesta en forma.
Emilson Pessanha nació el día10 de febrero de 1934. Vino al mundo en la localidad de Santos, estado de Río de Janeiro. Hizo mucho fútbol de callejuela y campo duro. En Brasil hay que empezar por conocer cómo hay que pegarle a la pelota para que ésta vaya donde quiera uno. De pequeño soñó con ser futbolista caro. Muy joven actuó en las filas del Fluminense. Actuando en este conjunto se enfrentó por vez primera a su actual compañero de equipo, Moreira, que lo hacía en el Botafogo. Después de cumplir su compromiso con el Fluminense formó en las filas del Internacional de Porto Alegre, equipo que descubrió el valor de Emilson Pessanha. Actuó en combinados selectivos, fue internacional en cuatro ocasiones, aunque su primer triunfo habíalo obtenido años antes al formar en la selección juvenil brasileña que ganó el campeonato sudamericano. Su nombre fue conocido y elogiado. Comenzó a tener ofertas tentadoras. El Nacional de Montevideo ofreció vaciar sus arcas por conseguir sus servicios. De Río de Janeiro le llegó un telegrama del América ofreciendo el oro y el moro para vestir su camiseta. En esta disputa llegaron a Emilson las primeras noticias de un equipo español y un consejo de amigo: “Vente a España que aquí triunfarás”. El club español era nada más y nada menos que el Real Betis. El consejo venía del viejo Zezé Moreira que le hablaba al mismo tiempo de una tierra nueva y un gran equipo español. El pasaporte, las maletas, la emocionada despedida y el salto al Viejo Continente con un deseo firmísimo de cubrir de gloria el nombre de Emilson Pessanha…
Esta es la historia breve del nuevo jugador del Betis. Ahora le vemos trabajar activamente. Corre con el balón pegado a la bota, se revuelve en un palmo de terreno. Hay flexibilidad en sus movimientos y soltura en sus carreras. Le preguntamos a Zezé cómo “fala” Pessanha el español y nos contesta que ni idea, pero ofrece su colaboración como intérprete para que podamos ver cumplido nuestro objetivo.
Llama a Emilson, este se detiene sorprendido. Zezé le aclara nuestra presencia y le pide que se acerque. Ya le tenemos ante nosotros. Y surge la conversación. Una charla rápida, muy breve, el jugador suda por sus cuatro costados y aún no ha dado fin su entrenamiento.
– ¿Estás en forma?, le preguntamos
Zezé traduce, Emilson sonríe y abre su boca para enseñarnos los estragos que ha causado un odontólogo en su dentadura.
– Tres dientes, tres. Antes de salir tuve que ponerme en manos del dentista. Por este motivo he estado veinte días sin entrenar
– ¿Estás en tu peso normal?
Unas veces Zezé traduce, otras Emilson coge el hilo de nuestra pregunta y no necesita la intervención del intérprete. Nos responde:
– Estoy un poco sobrado de peso. Este periodo de inactividad ha sido la causa
– ¿Qué tiempo necesitas para estar nuevamente en tu mejor estado de forma?
– ¡Oh¡ muy poco, muy poco. Mañana, pasado…unos días tan solo
– Físicamente, ¿cómo te encuentras?
– Perfectamente
– Has hablado de días para recuperar tu mejor estado de forma. ¿Necesitarás algún periodo de aclimatación?
– Aunque el fútbol de acá es distinto al brasileño, espero adaptarme muy pronto como ha hecho Moreira
_ ¿Conoces el fútbol español?
– El español por referencias. El europeo lo conozco a través de las actuaciones en mi país del Norrkoping, el Austria, el Arsenal y el Grasshoppers.
– ¿Cómo juzgas al fútbol europeo?
– Muy bueno. Distinto al nuestro, pero muy bueno también
– ¿Sois los brasileños los mejores jugadores de América?
– Estamos muy igualados brasileños, argentinos y uruguayos. Todo depende de los distintos momentos por que atraviese cada uno de estos países futbolísticamente
– ¿La consecución del Campeonato del Mundo último demuestra el más alto nivel del fútbol carioca?
– Yo no lo creo así. Cuando se celebraron en Brasil nuestro equipo era mejor que el de ahora e incluso los del año 54. Brasil tiene ahora un buen combinado, pero creo que aquellos seleccionados anteriores eran mejore aún.
– ¿Qué te han dicho del fútbol español?
– Me han hablado de un estilo de juego muy rápido en el que la garra es cosa fundamental
– Teniendo en cuenta tus condiciones que, como es natural, conoces mejor que nadie. ¿Crees que tendrás dificultades para adaptarte?
– Al contrario. Por mi estilo de juego creo que encajaré perfectamente en un equipo español
– Juzga a Emilson Pessanha
– Soy hombre de centro del campo. Trabajo para todos lo mismo atacando que defendiendo. Hombre de pelea, de disputa. Corro mucho campo
– ¿Buscas el gol?
– Si encuentro condiciones, sí
– ¿Tu mejor cualidad?
– No sé… quizás el trabajo de equipo
– ¿Cuándo te enteraste de los deseos del Betis?
– Hará unos quince días
– ¿Influyó en tu deseo de enrolarte en este equipo la presencia de Moreira?
– Yo hace tiempo que pensaba en venir a jugar a España. Cuando conocí que era el Betis el que se interesaba por mí y el equipo donde se hallaba un conocido, creí llegada mi oportunidad. Me puse en camino y anoche en la secretaría del club se cerró el compromiso. Tres años estaré con ustedes
– Ahora que ya eres jugador del Betis, ¿qué esperas?
– Trabajar sin descanso para lograr un puesto en el cuadro titular
– ¿Esperas serlo?
– No he venido a España desde tan lejos para quedarme sin un puesto en el primer equipo
– Entonces…
– Pondré de mi parte cuanto sea preciso para lograr la confianza del entrenador lo ante posible. Por mí no ha de quedar
La respiración entrecortada del jugador después de los ejercicios ha llegado a ser normal. No es aconsejable alargar la charla ante la posibilidad de un enfriamiento. La damos por terminada y saludamos a Emilson y a Zezé. Cuando abandonamos el campo, Moreira, el viejo, pedía a Rodri que acompañase al nuevo compañero en unos ejercicios atléticos para que Emilson pudiera conocer el sistema de preparación del Betis. Más animoso que antes Emilson se puso a las órdenes del compañero para proseguir. Y allá le dejamos correteando y forzando la eliminación de grasas, ilusionado en una puesta a punto muy breve.
Fuente: José Antonio Blázquez en Sevilla 3 de octubre de 1958