Entrevista Faruk Hadzibegic 1985
Faruk Hadzibegic llegó al Betis en agosto de 1985 procedente del FK Sarajevo, el club de su localidad natal y con el que se había proclamado campeón de la Liga yugoslava la temporada anterior.
Desde el principio dejó constancia de su excelente calidad técnica, convirtiéndose en todo un referente para la defensa verdiblanca, además de sumarse al ataque en numerosas ocasiones dada su gran calidad y visión de juego.
En diciembre de 1985 se publicó esta entrevista en AS. En ella Faruk Hadzibegic demuestra su plena integración en el club y en la ciudad, nos cuenta numerosas anécdotas, como que fueron sus propios compañeros los que empezaron a llamarle Pepe, o las bromas que se traía con Antolín Ortega en el vestuario verdiblanco.
Al final de la temporada pasada en el Real Betis se produjo una pequeña desbandada: varios de los jugadores de su primera plantilla abandonaron el club por distintos motivos. Uno de ellos fue el cántabro Mantilla, que cubrió las dos últimas campañas el puesto de defensa libre. Para sustituir a Mantilla la directiva bética pensó inicialmente en un español, pero finalmente fue el yugoslavo Hadzibegic el que ocupó el puesto de líbero.
Al mes de llegar a España, Hadzibegic ya pronunciaba algunas palabras en nuestro idioma y fue bautizado por los propios integrantes de la plantilla verdiblanca. Su nuevo nombre es desde entonces Pepe.
- Me lo pusieron porque pronunciar en español Hadzibegic es muy complicado, lo mismo que para mí es difícil decir Mejías u otros parecidos
- Por lo visto, te llevas bien con todos tus compañeros, e incluso te gastan muchas bromas
- Sí, sobre todo Ortega. El y yo hablamos todos los días en yugoslavo y nos saludamos en este idioma. Nos decimos “dobar dan” (buenos días), “kako si?” (¿cómo estás?), “dobro” (bien) y “hualla” (gracias). Ortega siempre gasta bromas, cada día tiene una nueva.
- Se te ve muy contento
- Si, lo estoy, por distintos motivos. La gente aquí es maravillosa y tiene un carácter amistoso; en el club estoy como en mi propia familia y todos los compañeros me han ayudado a integrarme. Te puedo decir incluso que yo me considero un sevillano más, que no me siento en absoluto extranjero.
- ¿Te gustaría fichar por algún club de los denominados grandes?
- Para mí el Betis es un club grande, por eso fiché por él; pero si el Betis no quisiera mis servicios me gustaría continuar en España, porque el ambiente que se vive aquí es impresionante, es único en el mundo.
- Sobre todo después de haber vivido un Sevilla-Betis…
- Mira, yo he vivido muchos derbis entre mi equipo, el Sarajevo, y el Zeljeznicar, pero en Sevilla la pasión es muy superior. Aquí, una derrota ante el Real Madrid o el Barcelona importa casi lo mismo que ante el Celta, por ejemplo, pero cuando se refiere al Sevilla, en el caso del Betis, es mucho más importante. Me he dado cuenta que aquí importa tanto o más vencer al rival sevillano que ganar un título
Hadzibegic llegó a Sevilla en un mal momento, pues el Betis se encontraba, y se encuentra, en plena fase de transición. Pepe en seguida se acopló al juego del equipo, e incluso ha hecho que el resto de sus compañeros se amolden a sus formas de actuar, convirtiéndose en uno de los ídolos de los aficionados heliopolitanos.
- Yo me encuentro muy feliz en el campo. A mí me gusta el fútbol y lo tomo no sólo como una profesión, sino como un hobby. Toda mi vida gira en torno a él, por eso creo que es más fácil que me salgan mejor las cosas
- Sin embargo, el comienzo de tu equipo no fue del todo brillante
- No sé lo que ocurría. Puede que hubiera problemas de acoplamiento, al haber entrado en el equipo varios jugadores nuevos. Ahora creo que estamos jugando bien y que la suerte nos está acompañando
- ¿Cuáles son tus aspiraciones en el Betis?
- Mi ilusión es poder actuar el año que viene en la Copa de la Uefa, y creo que podemos conseguirlo. Tenemos equipo para ganar un puesto.
Hadzibegic ha sido veintiuna vez internacional A por Yugoslavia, e intervino en los ocho primeros partidos de la fase de clasificación del Mundial. Su ausencia, y la de otros compatriotas que están jugando fuera del país, en los dos últimos encuentros de esta fase, fue decisiva en la eliminación del conjunto balcánico, pues perdió en la propia Yugoslavia con la República Democrática Alemana y en París con Francia.
- Ese fue un error del seleccionador de mi país, Mikos Milutinovic, que decidió que era mejor prescindir de Susic, que milita en el Paris St. Germain, Hallizodgic, en el Nantes, y Dzajec, en el AEK de Atenas, y actuar tan sólo con los que quedaban en Yugoslavia. Pienso que al ir por delante en la clasificación estaba convencido de que estaríamos en México, y prefirió conseguirla sin nosotros, y así poder decir que él era el rey, el mejor, y se equivocó. Milutinovic llegó a alinear en un encuentro a un jugador de Segunda División para reafirmar que el importante era él.
- Pareces muy dolido con el seleccionador de tu país…
- Sí, porque estoy seguro que con nosotros cuatro se hubiese logrado la victoria y porque todos nosotros, aunque estamos trabajando fuera de Yugoslavia, nos sentimos yugoslavos y nos gusta defender a nuestra selección. Además, soy consciente de que la selección se ha acabado ya para mí, porque se debe trabajar a partir de ahora buscando el futuro con los jugadores jóvenes que hay en Yugoslavia.
Así es Faruk Hadzibegic, un yugoslavo al que no le importa que le llamen Pepe.
- A mí me da igual, lo importante es que todos nosotros nos comprendamos y nos llevemos bien.
Fuente: Carlos Alameda en AS 21 de diciembre de 1985