Entrevista Francisco Gómez 1943
El 21 de Marzo de 1943 el Betis juega en Madrid contra el Atlético Aviación. Se trata de la antepenúltima jornada de Liga, y el equipo ya está matemáticamente en Segunda División, pues ocupa la última posición del campeonato, con solo 2 partidos ganados, 5 empates y 16 derrotas.
Una muy mala campaña para el cuadro verdiblanco, lo que produjo la destitución del técnico Cesáreo Baragaño en la jornada 13. Desde entonces se hace cargo del equipo el jugador Francisco Gómez, un superviviente del equipo que ganó la Liga en 1935, y que volvió al Betis en la campaña anterior. Ejerce a la vez de entrenador y jugador, aunque la situación no se endereza: en 10 partidos 1 victoria, 2 empates y 7 derrotas. Gómez se alinea en 4 partidos: contra Sevilla, Granada, Deportivo y Celta.
Con motivo de la visita a Madrid es entrevistado por Marca, y repasa la situación del Betis en esta mala campaña. No acertaría en sus pronósticos de futuro y tendrán que pasar 15 años para que el Betis volviera a la Primera División.
Cuando el Betis se va de la Primera División
Acabamos de recibir la visita del Betis sevillano, segunda de la temporada y tal vez la última, a menos que en los sorteos que han de celebrarse durante el torneo para la Copa del Generalísimo, le corresponda volver a la capital de España para enfrentarse con cualquiera de los dos equipos madrileños. De no ser así ¿cuándo volveremos a asistir a un encuentro oficial en el que intervenga el equipo andaluz? Porque ya, en Segunda División, no es probable que nos visite, a menos que en la nueva ordenación del segundo torneo liguero sea incluida la Ferroviaria, y el Betis quede encuadrado en el mismo grupo. Todo es, pues, una mera suposición en el instante en el que el Betis realiza probablemente su último partido en Madrid, hasta que para él vengan tiempos mejores…
En este par de días que han sido nuestros huéspedes los andaluces, hemos tenido tiempo sobrado de charlar con ellos sobre las causas de una temporada tan poco afortunada, y también sobre los proyectos del Club cara al próximo año balompédico.
Es con Francisco Gómez, que asume en estos momentos la responsabilidad de entrenar al equipo, con quien más largamente hemos charlado. Y he aquí, en términos generales, los puntos más importantes de nuestra conversación.
– ¿Es usted definitivamente entrenador del Betis?
– En realidad soy un jugador más. Pero cuando el Betis se quedó sin entrenador, la directiva me encargó a mí la preparación deportiva del equipo.
– ¿Está usted satisfecho de su labor?
– Lo estaría si hubiese dado sus frutos y el equipo se hubiese encontrado a sí mismo. Mi esfuerzo no ha faltado y puedo asegurarle que tampoco el de todos los muchachos. Ellos, pese a que yo era su compañero, no han dudado en obedecerme y realizar todo cuanto les exigía en el intento de salvarnos.
– Pero, a lo que se ve, no dio resultado…
– Era natural que así fuese porque el equipo estaba ya completamente desarticulado, además de desmoralizado. Hay momentos, sí, en que pueden realizarse los máximos esfuerzos, peo ello ha de ser a condición de que se entrevea un resquicio salvador. El Betis, ya cumplida la segunda vuelta, puede decirse que estaba materialmente condenado al descenso.
– ¿A qué atribuye usted tan mala fortuna?
– Ustedes lo han dicho: mala fortuna. No hemos tenido suerte en ningún momento. Claro que en el fútbol, como en todo, no hay que fiarlo todo al azar, pero siempre es necesario que el destino nos sea propicio, aún en grado mínimo, para cumplir nuestro cometido, discretamente por lo menos. Y el Betis ha tenido la suerte de espaldas en todo instante. Tenemos una prueba de ello en la abundancia de lesiones
– Eso le ha ocurrido a la mayoría de los clubs…
– Si, pero si a ese factor añadimos que el Betis está formado, en su mayoría, por elementos jóvenes, de nueva formación, y que por consiguiente están carentes de experiencia, llega un momento en que al faltarle los más firmes puntales falla por completo.
– ¿Cuáles han sido y son para el Betis los jugadores base del conjunto?
– Pues, por ejemplo, Muruaga, Bescós, Cabezo, Saro y Gonell. Estos son, a mi juicio, los mejores de que disponemos y que no han estado a nuestra disposición en la mayoría de los partidos. Es más, vea usted a qué grado y número han llegado las lesiones, que sólo en los dos primeros partidos de campeonato pudo formar el once completo. En los demás, abundaron las sustituciones.
– ¿Abundan también para el de mañana con el Atlético Aviación?
– En el equipo que mañana jugará su primer partido en el Estadio Metropolitano, hay nada menos que cinco reservas. Pero esto ha sido cosa corriente en el Betis, como ya le he dicho.
– Lo incomprensible es que hayan ganado ustedes solo dos partidos…
– Y más en el caso concreto de que han sido el Madrid y el Atlético de Bilbao a los que hemos derrotado. Pero esas victorias hay que conceptuarlas como dos hechos accidentales; tardes afortunadas y algo desgraciadas de nuestros contendientes. Decididamente, el Betis ha marchado muy mal. La juventud es entusiasta, muy entusiasta, y se parte el pecho en todos los partidos, pero ya ha podido verse que ello no es suficiente. A estos equipos jóvenes, otro ejemplo es el Zaragoza que nos acompañará en el descenso automático, les es sumamente necesario un injerto de veteranía, de experiencia. De lo contrario están condenados al fracaso. Se puede acertar una vez, dos, como nosotros, y el Zaragoza, pero lo corriente es que se pierda siempre.
– ¿Con qué jugadores cuenta el Betis actualmente?
– Dos porteros: Paquillo y Cabezo; tres defensas: Cabeza, Gonell y Castillo; seis medios: Peral, López, Coll, Antúnez, Cazorla y yo, y ocho delanteros: Saro, Bescós, Muruaga, Pinto, Guillermo, Díaz, Pitilo y Pololo
– Pues no son pocos diecinueve
– Pero ya le dicho que la mayoría son jóvenes. ¡Ah¡ Se me ha olvidado otro medio: Japón. Suman, pues, veinte.
– Y digamos; ya en el descenso inevitable ¿tiene usted noticia de si la directiva piensa realizar nueva campaña la próxima temporada?
– Tengo entendido que sí, pues hay que realizar otro nuevo esfuerzo para lograr ascender por tercera vez. Ya sabrán ustedes que la primera fue en 1932 y la segunda en 1942. Y no habrán olvidado que el Betis fue campeón la temporada 1934-35. Hay que hacer honor a aquel título, y es por ello que el Betis ha de orientarse por el rumbo del éxito futuro.
– ¿No puede ustedes decirnos cuáles van a ser las primeras medidas para esa orientación?
– Creo que en primer lugar se plantearás la cuestión del entrenador. De momento no tengo noticia de que la directiva haya iniciado gestión alguna. Pero no hay duda de que será el primer problema que se resuelva.
– ¿Y en cuanto a jugadores?
– Una opinión mía es que con los mismos jugadores que somos ahora podemos afrontar la próxima temporada. Pero, claro, no se trata de esto solo, sino de tener preparado el equipo para un posible descenso a Segunda División.
– ¿Se ha hablado de algunos?
– Todavía es prematuro tratar esta cuestión, toda vez que no ha terminado la temporada, aunque sí está a punto de finalizar la competición de Liga. Sin embargo, no hay duda de que ya existen en el seno de la directiva algunos propósitos que ya se conocerán a su tiempo, cuando las gestiones que lleven a cabo hayan tenido buen fin.
– ¿Está en disposición el Club de efectuar conciertos económicos?
– No es el Betis un Club de los que calificamos de poderosos. Pero no dudo de que su situación económica es satisfactoria. Por lo demás, si acaso hay que adquirir algunos elementos que no creo que sean muchos. En el Betis hay buena materia, pero le faltan un par de puntos fundamentales. Con ello será suficiente para afrontar la próxima temporada, que a lo mejor es la de nuestro nuevo ascenso. Confiamos todos en que tendremos suerte. Ya han visto ustedes que no tardó el Betis en ascender. ¿Por qué no ha de ocurrir lo mismo el año próximo?
Fuente: Marca 23 de Marzo de 1943