Entrevista Francisco Gómez 1954
Los comienzos del Real Betis Balompié en la temporada 1954-55 no estuvieron acordes con la aspiración del club, que no era otra que el retorno a la Primera División tras 11 años de ausencia. Tal vez un objetivo demasiado ambicioso para la capacidad real de la plantilla, que procedía en gran parte de la que había logrado el ascenso desde la Tercera División, pero reforzada con una serie de fichajes que no terminaban de dar lo que se esperaba de ellos.
La entrevista que hoy traemos a Manquepierda se publicó en el diario deportivo Marca a comienzos de noviembre de 1954. El protagonista de ella era el técnico del equipo Francisco Gómez, quien de forma brillante la campaña anterior había conseguido sacar al equipo del pozo de la Tercera División. Sin embargo ahora, tras 8 jornadas, saldadas con 3 victorias, 2 empates y 3 derrotas, el equipo marchaba 8ª de la tabla, a 8 puntos del líder. el Atlético Tetuán, lejos del objetivo del ascenso.
Las críticas cobre el técnico Francisco Gómez cayeron desde los medios periodísticos y también desde la afición. Se le achacaba escaso conocimiento del fútbol moderno, así como una deficiente preparación técnica del equipo y una mala gestión de la plantilla.
En la entrevista, a cargo del corresponsal de Marca en Sevilla Juan Manuel Borbujo, Francisco Gómez se defendía de estas acusaciones, contando su versión de la situación, y en la que no dudaba en cargar contra algunos elementos de la plantilla.
Gómez aguantó toda la temporada al frente del equipo, finalizando en quinta posición de la tabla clasificatoria.
Los reveses últimamente padecidos por el Betis en Sevilla han revuelto un tanto a la opinión balompédica local. No obstante, el sensacional éxito conseguido por el histórico club blanquiverde en Tetuán, las aguas todavía no han vuelto por completo a su cauce.
Como de costumbre, la culpa recayó en el entrenador. Y Paco Gómez ha tenido que venir soportando una serie de críticas a cada cual más duras y dispares. Innumerables fueron los rumores que circularon a raíz de la victoria del Murcia en Heliópolis, y que a estas alturas—en menor proporción—todavía afloran en labios de los bien enterados. Entre los rumores que mayor volumen adquirieron destacan el que a Gómez le habían retirado la confianza en el club, y con ella, los plenos poderes de orientación técnica. Otros rumos que circularon fue la de haberse descubierto la falta de una eficiente preparación teórico práctica en el entrenador catalán, y como consecuencia, la deficiente preparación del equipo sevillano. Tantos anatemas cayeron sobre Gómez, que creímos conveniente abordarle para que públicamente se defendiera.
Y el entrenador bético, gustosísimo, aceptó nuestro requerimiento. Por ello acudió puntual a la cita que le señalamos días atrás en los locales de la Asociación de la Prensa, lugar donde, libre de miradas y oídos indiscretos, pudiera despacharse a gusto.
La entrevista la iniciamos indagando la verdad de cuanto se ha dicho sobre la falta de apoyo directivo.
– Siempre he tenido la plana confianza de la directiva, y aún en los momentos más difíciles recientemente transcurridos he gozado, en el seno del club, de la mayor autonomía en el ejercicio de mis funciones naturales. Tanto en la formación de los equipos como en la orientación técnica de los mismos
– Sin embargo, el público y concretamente la hinchada, no se ha recatado en hablar de usted, y no lisonjeramente
– Afirmaron que técnicamente soy un elemento nulo. Hasta mis oídos llego la especie. E incluso se ha dicho que en cuestiones tácticas era negativo. Que mi labor quedaba supeditada a elementalísimos consejos, a esforzar físicamente a los muchachos y generalmente amenazando. Quienes afirmaban de tal manera no me conocen. Mal se pueden avenir dichas apreciaciones con un hombre como yo, que mediante enseñanzas y consejos, ostento el récord profesional de ser uno de los preparadores que mayor número de clubs ha ascendido de categoría. Aunque sea una inmodestia el señalarlo, me tengo como un buen experto en tácticas, y en infinitas ocasiones lo he demostrado. Siempre suelo estudiar teóricamente los encuentros y ceñirme a lo que las circunstancias aconsejan. Ahora bien, si luego los jugadores no cumplen lo que se les ordena, ya es harina de otro costal. Generalmente los futbolistas españoles—y no concreto en mis pupilos solamente la apreciación—siguen mejor su improvisada inspiración, en favor del lucimiento personal, que las órdenes que se les dictan. Muy pocos son los que las cumplen y saben cumplirlas
– ¿Es usted partidario de las tácticas?
– Reconozco que personalmente no soy partidario de ellas, aunque, dadas las formas de practicarse en el presente el deporte del balompié, tengamos que recurrir plenamente a ellas. Yo por cuanto a mi criterio particular—téngase en cuenta esto—confío mejor en el potencial físico. Por falta de ese potencial en el eje del ataque bético es por lo que fuimos derrotados dos veces en Heliópolis y, más recientemente, en Badajoz
– ¿Carece el Betis de una delantera positiva?
– Mejor, de un centro delantero batallador, rápido y con empuje. Con esto no expreso que desconozca las virtudes que adornan a Villota—el eje titular—pero que en realidad no son las que hacen falta actualmente en el ataque del Betis. Villota es un delantero centro científico; pero por el momento y dadas las cualidades de la mayor parte de los adversarios que militan en nuestro grupo, con espléndidas líneas de cobertura, precisamos un delantero centro menos académico pero…con más bríos
– ¿Se busca?
– Tengo entendido que sí. Pero como es materia que incumbe a la directiva, y no soy de los que gusta pisar terrenos ajenos, como no quiero que pisen los míos, no sé nada en concreto sobre el particular. Llegado el instante, estoy seguro que la directiva me pedirá su parecer, y entonces opinaré. Antes no sabré nada sobre el asunto
– No obstante, en Tetuán el equipo respondió admirablemente, y hasta Villota aprovechó mejor las ocasiones que surgieron
– Exacto; pero el domingo, no sé por qué rara casualidad, en la mayoría de los casos, los más irascibles siguieron al pie de la letra mis consejos, y de ahí que, por ejemplo, Loli estuviese bien frenado, que mis volantes se movieran con mayor holgura, e incluso que. pese al calor verdaderamente africano que padecimos, ni uno sólo de los muchachos se agotaron
– Pues en los partidos jugados en Heliópolis evidenciaron casi todos los que actuaron agotamiento
– Cierto, pero ese agotamiento se debió, más que al calor que soportaron por entonces—que fue mucho—a los excesos que cometieron la mayoría en su vida privada, consumiendo agua, cervezas y otras bebidas refrescantes. La mayoría desconocían el clima sevillano que hasta ahora es de verdadero verano. Los muchachos, generalmente gente del Norte, trataron de paliar el calor bebiendo refrescos y mucha agua- Como tales consumiciones las efectuaban lejos de mi alcance investigador, el caso fue que, no obstante mis consejos, bebían y que luego influía en su peso y en sus condiciones físicas. De ahí la pesadez que muchos apreciaron
– Resumiendo, que sus chicos son incorregibles…
– No tanto, no tanto. Son…como todos. Gente joven, a los que hay que demostrarles por propia experiencia la razón de las cosas
– ¿Y qué opina de que esté dando más resultado aquel grupo de jugadores que ya militaba en el Betis desde la temporada pasada? Concretamente, ¿a qué se debe que–como quedó demostrado en Tetuán—rindan mejor los jugadores que fueron de la Tercera División que las recientes figuras adquiridas para la campaña en Segunda?
– Dos razones determinan la cuestión. Una, la compenetración que existe entre ellos, tras una campaña jugada en mancomunidad. Observe que a Tetuán desplacé el mismo cuarteto defensivo y la misma pareja de volantes que ascendieron al Betis a Segunda. Y la otra causa es que ninguno de esos que se califican de tercera procedieron de clubs tercerones. Cuando llegaron al Betis venían de Segunda y algunos hasta de Primera, después de largas permanencias en tales categorías. En realidad, jugaron en Tercera tan sólo la campaña última, aquella en que llevaron al club sevillano al grupo donde milita. Por otro lado, las nuevas figuras son tan buenas como las otras, y cuando vayan amoldándose a mis orientaciones y acoplándose al resto del cuadro, irán rindiendo
– Pero hace falta un centro delantero…
– Un delantero centro de las características apuntadas, aunque Villota también es apto para ciertas ocasiones que yo crea conveniente. Porque, insisto, que suelo estudiar los encuentros, a pesar de no hacer uso de la pizarra magnética, chisme que considero tan sólo como un engorro, y con las deducciones que obtengo luego aplico la táctica que más convenga. En Tetuán pude orientar perfectamente desde la banda, y así salió de bien. Lo que en realidad me sucede es que dialécticamente no soy un García Sanchiz, y que muchos crean por ello que no sé tácticas o que no sé explicarlas. Y en eso están también equivocados, No hace falta una bella fluidez de palabra para esa misión. Por muchos motivos; pero de entre los principales, porque, en verdad, los propios jugadores son los primeros que no saben concebir con plena exactitud el fondo y la forma de ellas. En su mayoría tienen ideas equívocas al respecto
Y como al parecer creía Gómez ya haber dicho lo más interesante, dio por terminada la entrevista. Una entrevista defensiva, que no tiene desperdicio…