Entrevista José Carlos Suárez 1986
José Carlos Suárez llegó al Betis en el verano de 1983 procedente del Celta a cambio de 20 millones de pesetas y la participación del Betis en el Trofeo Ciudad de Vigo del año siguiente.
El «Nene» Suárez, a sus 26 años, era ya un futbolista más que consolidado, con gran clase técnica, y al que se veía como el futuro relevo de Julio Cardeñosa en las tareas organizativas del once bético. Firmó por 3 temporadas, pero su papel, importante al principio, se fue diluyendo con el paso del tiempo.
En esta entrevista, publicada en la revista deportiva Don Balón, en agosto de 1986, cuando ya había abandonado el Betis para fichar por el Racing de Santander, Suárez repasaba su carrera por el club verdiblanco. A destacar sus malas relaciones con el técnico Luis Carriega, gallego como él, y también el profundo aprecio y respeto que sentía por la afición bética y lo que el beticismo significa.
Concluida la campaña 77-78 un agente de negocios futbolísticos, vulgarmente conocidos como intermediarios, declaró que la máxima promesa del fútbol español era un muchacho de veintiún años que pertenecía a la disciplina del Real Club Celta de Vigo. Se refería a “Nene” Suárez, cuya clase empezaba a no pasar inadvertida.
En el Celta, con el tiempo, lo fue todo. Con los gallegos llegó a jugar en Primera, Segunda y Segunda B. Era el gran capitán celeste, cuyas aspiraciones deportivas y económicas cada vez eran más altas. Así llegó el deseado traspaso a un equipo con más poderío que el vigués. El Real Betis se hizo con sus servicios para la temporada 83-84 y las dos siguientes. Los directivos béticos creyeron ver en él un recambio perfecto para Julio Cardeñosa, el entrañable “Flaco”. Y lo podía haber sido, pero…
Pepe Alzate y Luis Cid Carriega fueron sus entrenadores en el conjunto sevillano, que para él fueron como el blanco y el negro, o, mejor dicho, como el gris y el negro. Problemas de todo tipo, principalmente con Carriega en la última temporada, le llevaron a tomar la decisión de no seguir en el Betis. Con la carta de libertad en su bolsillo tuvo dos ofertas de trabajo, provocadas por un par de entrenadores que le conocían de su etapa en el Celta: el Standard de Lieja, con Milorad Pavic, y el Racing de Santander, con José María Maguregui. Con éste, es decir, con los cántabros, jugará “Nene” Suárez la campaña 86-87.
– Su corazón sigue siendo céltico
– Sí, porque nací en Vigo y me considero muy gallego. El Celta es el equipo que representa a Galicia. Soy céltico
– ¿Qué causas influyen para que el Celta no se asiente en Primera de una vez por todas?
– Es un gran problema que no haya en Primera División un equipo que represente a Galicia. Por supuesto, yo pienso que ése debería ser el Celta. Las causas, no obstante, no las sabe nadie. Ahora el Celta es un equipo ascensor, que un año sube y al otro vuelve a descender. No es capaz e consolidarse en la División de Oro. Quizá la causa de todo esto esté en que la gente se debiera mentalizar un poquito más, ver al equipo como algo suyo, que representa a los colores gallegos y apoyarlo más
– Usted era una de las máximas promesas del fútbol español. ¿Por qué se estancó?
– Tuve mala suerte, porque con veintiún años en Primera División trabajé con un entrenador, Laureano Ruiz, que era un tipo bastante raro, y con él en el banquillo no pude hacer nada. Después me fui al servicio militar y cuando regresé el Celta estaba en Segunda B. Hasta que lo ascendimos a Primera pasaron dos años. El tiempo iba pasando poco a poco, y luego llegó mi periplo bético
– Tres años béticos, tres años de desgracias
– En el Betis padecí una serie de desgracias. En la primera temporada, la 83-84, los partido que jugué de la segunda vuelta los hice bastante bien, consiguiendo una media goleadora muy buena. En la segunda tuve varias lesiones inoportunas. Y en la tercera fue Carriega que, sinceramente, es la persona más inepta y más mala que me he encontrado en mi vida. Me hizo cruz y raya y me hundió totalmente. Yo lo sabía, porque amigos míos me habían comentado que él lo iba diciendo por ahí, y entonces, antes de empezar la campaña, fui a hablar con el presidente, Gerardo Martínez Retamero, para comunicarle mi deseo de marcharme del Betis. El señor Retamero me convenció muy hábilmente para que me quedara, diciéndome que el equipo me necesitaba. Fue un gran error, porque las cosas salieron como yo esperaba, es decir, mal. Este tercer año fue un año de sufrimiento, porque aguantar a Carriega fue horroroso para mí. Por no jugar sufres, ya que todos somos profesionales y queremos jugar, pero es que, además de no jugar, Carriega ha tratado de humillarme, y esto me comía la moral y me hacía mucho daño. Se portó muy mal conmigo. Es una persona que no me gustaría encontrarme otra vez en mi vida. Le trataré de evitar, porque su recuerdo es completamente negativo
– Y con Pepe Alzate, ¿qué tal?
– Con él no tuve problemas. Eso sí, él nunca llegó a asimilar mi fútbol, pero respetaba al jugador
– La sombra de Julio Cardeñosa le pesó demasiado…
– Cuando fui al Betis me llevaban de sustituto de Cardeñosa. Él jugaba de interior izquierda a nivel organizativo. Durante el primer año, el “Flaco” aún se encontraba con facultades para jugar, y yo también jugué, pero de falso delantero centro, puesto que no es el mío, pero comprendía que estando Cardeñosa no le podía quitar el puesto, dado que su nivel cualitativo era muy alto. En la segunda temporada, la 84-85, cuando él ya no podía jugar, siempre pensé que sería su sustituto, pero no fue así. Y del tercer año ya hemos hablado suficiente. He ido al Betis y nunca he jugado en mi puesto, con el número diez a la espalda. Es mejor no darle más vueltas, pero jamás lo comprenderé. Mi etapa bética la defino como una experiencia, llegar a comprender lo que significa ser bético; el beticismo es una filosofía de la vida. Tengo un especial recuerdo de la afición verdiblanca, que siempre estuvo volcada conmigo
– El Standard de Lieja se interesó por usted vivamente este verano
– Sí, a través de uno de los entrenadores que más confían en mí, Pavic, que es de los técnicos que mejor ha comprendido mi fútbol. Él estaba dispuesto a llevarme para allá. Estaba y está. Lo que ocurrió es que yo ya estaba comprometido con el Racing, porque había hablado con Maguregui, el cual ya me había comunicado que no iba a tener ningún problema con él. Me sentía comprometido con Maguregui y con el Racing, y por eso me fui a Santander. Pavic quería llevarme a toda costa, incluso vino a hablar conmigo a Vigo. Pero yo sé, y esto es muy importante, que Maguregui confía en mí. ¿Principal ventaja si me llego a marchar? Económicamente hubiera ganado el doble que aquí. Pero me je quedado y estoy muy contento de haberlo hecho para jugar en un histórico como el Racing
– Es obvio que ha ido al Racing debido a una sola persona, ¿no?
– En efecto, he ido al Racing por Maguregui. Una de las experiencias que he tenido de mi vida futbolística es que para jugar en un equipo, además de valer, es que tienes que entrar por el ojo derecho del entrenador, que te conozca, que te comprenda y te dé confianza. Lo que influye mucho en el jugador es saber que si lo hace mal te va a quitar el míster. Maguregui sabe lo que puedo dar de sí, y por esto he firmado por el Racing. Es fundamental que él estuviera como técnico para que yo fuera a Santander
– ¿Es consciente de su responsabilidad dentro de un equipo como el cántabro?
– Sí. Me han traído aquí en plan cerebro, para ser el organizador. Voy a darle al Racing todo lo que llevo dentro. Estoy dispuesto a afrontar el reto sin ningún tipo de miedo, y sólo pidiendo que me acompañe un poquito la suerte y la afición creo que las cosas saldrán bien
– La reacción inmediata de todos los aficionados santanderinos va a ser compararle con el antiguo cerebro del equipo, Quique Setién. ¿Le molesta?
– Sí, me molestaría que me comparasen con Quique Setién o con cualquier otro jugador, porque esto ya me pasó en el Betis. Y no es que tenga miedo a las comparaciones con ningún jugador, es que no soy partidario de ellas. A mí que me dejen pasar tranquilo esta temporada en el Racing, y después que me juzguen, y si quiere la gente, que me compare. Pero a priori, no me gusta ningún tipo de comparación
– ¿Conseguirá la salvación el Racing en la Liga más larga de la historia?
– El Racing, estos dos últimos años, ha estado seguro en Primera División, y pienso que muy bien dirigido por Maguregui, que sabe exactamente cuáles son las cualidades del equipo. La mejor virtud del conjunto es que es difícil hacerle gol, y esto es muy importante para mantener a un equipo en la División de Oro
– ¿Psíquicamente está concienciado de lo que se juega esta temporada?
– Sí. Soy consciente de que he bajado a nivel futbolístico, pero estoy dispuesto a demostrar con una temporada en el Racing que puedo subir como la espuma y estar a unos niveles como los que tenía al salir del Celta
“Nene” Suárez, que las meigas te acompañen.