Entrevista José Núñez Naranjo 1977
Esta entrevista que hoy traemos a Manquepierda se publicó en la revista deportiva Don Balón el 4 de julio de 1977, a escasos 9 días de la consecución del título de Coa en el Calderón contra el Athletic.
El protagonista era el presidente bético José Núñez Naranjo, que en un extenso diálogo desvelaba algunas de las claves del momento verdiblanco, centrado en el inmenso éxito que supuso la conquista del título copero. Pero también se tocan otros muchos aspectos de su gestión en el cargo, en el que llevaba desde 1969. Aunque en la entrevista se deslizan algunos errores históricos, no por ello deja de tener bastante interés por conocer diversos aspectos e interioridades de la entidad bética en esos años.
Tito Pepe, Tito Pepe,
no se tome sofocones,
que si er Betis va pitando
es que tendrá sus razones.
No es cuestión de tener ganas,
sino de meter más goles…
Es una de las múltiples coplillas sevillanas dedicadas al club blanquiverde.
– De verdad, de la “güena”, ¿pensaban ganar la Copa?
A José Núñez Naranjo, amable y cordial presidente bético, parece sorprenderle la interrogación.
– Ya dije de antemano que teníamos el cincuenta por ciento de posibilidades. Ni el cincuenta y uno ni el cuarenta y nueve. Había que jugar…
– ¿No era para dar…y darse moral?
– No, no; por encima de las ilusiones y las esperanzas, tenía el convencimiento de que era importante la regularidad mantenida a lo largo de la temporada. Además íbamos en plan de víctimas y parece que entonces uno siempre se crece
– ¿Supersticioso? ¿Es de los andaluces que para decir trece dice doce más uno?
– En absoluto; de supersticiones, nada. De confianza y fe en nuestros jugadores, todo.
– ¿Cómo pasó el partido?
– ¡Fatal¡…Muy nervioso. Mucho. Es lógico. El Rey me preguntó dos veces: “¿Cómo va el corazón?”, y al decirle: “Aún funciona”, replicó sonriendo: “Pues ya no se le para…”
“¡Qué maravilla, la Copa pa Sevilla¡”, gritaban en el Calderón los seguidores béticos.
– ¿Y usted cuando la vio en casa?
– Cuando Esnaola paró el último penalti. Tenía confianza, pero la situación general se puso bastante comprometida. Fuimos contra marcador en el partido, en la prórroga y en la primera serie de penaltis. Falló Cardeñosa, que es el mejor que los lanza, y quedaba Dani, que es un especialista
– Es el primer castigo que ha desperdiciado en toda la temporada…
– Sí, lo he leído en los periódicos. Yo tenía confianza, la fe de que Dios nos tenía que ayudar en los últimos momentos, porque habíamos hecho méritos para ganar
– Incluso sin la prórroga…
– También lo creo, pero así fue más emocionante
– ¿Por qué le ofreció la Copa al Rey?
– Sus Majestades, don Juan Carlos y doña Sofía, son presidentes de honor, como lo fue su abuelo, el Rey Alfonso XIII, y quise que se quedara el trofeo como cariñoso recuerdo, pero me dijo que no podíamos quitarle la ilusión a los chicos que con tanto esfuerzo la habían conseguido. Se hará una reproducción y se le ofreceremos con el mayor afecto y respeto
– El regreso a Sevilla…
– Impresionante. En el aeropuerto, en las calles, en la recepción del Ayuntamiento…Basta decirle que el municipio está a seis kilómetros del Villamarín y tardamos dos horas en cubrir el recorrido. Los chicos están hechos polvo. Tenga en cuenta que han jugado prórrogas en las tres últimas eliminatorias, y series de penaltis en dos. Les dimos fiesta en seguida.
– ¿Y qué han dicho… los sevillistas?
– Se han portado de maravilla. Las felicitaciones han sido incontables. Y sinceras. Creo que casi toda España deseaba el triunfo del Betis
– Menos en Vizcaya…
– Por eso digo “casi”
Surge la anécdota de la clásica rivalidad sevillana…
– La noche del sábado todo se desbordó hasta la madrugada. En un pueblecito cercano, un bético muy famoso alquiló una banda de música dedicando coplillas a cuatro o cinco sevillistas ante la puerta de sus domicilios
El simpático Betis, con el antifaz o el cuento del manquepierda, es el único club que ha ganado todos los títulos españoles. Las tres divisiones de la Liga y ahora la Copa.
– ¿Qué quieren más?
– El europeo: la Recopa
– Por cierto, ¿de qué viene el manquepierda?
– Es producto de que en una época, en Tercera División, las cosas no nos salían bien, y el club parecía casi olvidado por parte de las Federaciones Española y Andaluza. Incluso llegamos a tener a varios jugadores cumpliendo deberes militares y no les dieron permiso para algunos partidos. Y surgió ese grito
Que en lo popular se ha quedado en la primera frase. Porque es: “Viva er Beti manque pierda, gana o tenga que empatá”. Betis es palabra histórica. Lo que ahora es Sevilla y Guadalquivir antes fue ciudad del Betis y río Betis. Sus colores blanquiverdes son los de la bandera regional, y el club tiene controladas peñas culturales béticas en los cinco continentes. Tiene una dimensión deportiva, humana y social convergente en la simpatía.
– Sí, efectivamente. Y le podría contar varias anécdotas.
– Cuando guste…
– Una de ellas es que al final de la temporada pasada nos pidieron que el equipo fuera para la inauguración de un campo a Bagdad. Allí también nos conocen… Otra, hará dos meses, cuando volvíamos de Valladolid de una eliminatoria copera, con prisas para alcanzar el avión de Madrid, nos detuvimos en un restaurante de la carretera para el clásico tente en pie; había tres o cuatro japoneses y al oir, en cualquier comentario, la palabra “Betis”, uno de ellos dijo: “¡Ah, sí, el Betis de Sevilla¡”
Medita. Y prosigue…
– En Maracaibo, un padre jesuita sevillano y destinado allí, nos informó por carta que tenía un equipo al que denominaba Real Betis Balompié y que había enseñado a los chicos a decir “Viva er Beti” en lugar del clásico “Buenos días”. Otra muy curiosa es una camiseta verdiblanca con la inscripción “Viva er Betis manque pierda”…
– Las hay a porrillo…
– Sí, pero es que las compramos en París. Y eso aún no tiene importancia, sino que la etiqueta demostraba que se había fabricado en Hong-Kong
– Esta amenidad, esta simpatía, ¿puede estar enraizada en el hecho de que el club fue fundado por estudiantes?
– No sé de qué proviene… La verdad es que nos asombra. Tanto en España como en el exterior. Iñaki Gabilondo, que fue director de Radio Sevilla, pasó las últimas Navidades en Alemania, y nos decía que todos le preguntaban por el Betis. No sé de donde viene todo ese afecto, pero a fuerza de tanta demostración, yo diría que somos los campeones de la simpatía
– ¿Cómo está dividida la afición en la ciudad?
– Yo diría que al cincuenta por ciento. El Sevilla ha tenido más garra, más fuerza; nosotros estuvimos siete años en Tercera División, y los jóvenes, los que hoy rondan los treinta años, conocieron esa diferencia y es lógico que profesen más afecto al Sevilla. Pero ahora ya nos codeamos y por eso considero que se ha establecido una igualdad
– No hace mucho sucedió al revés; el Betis en Primera y el Sevilla en Segunda…
– Pero eso sólo ha sido una vez
– ¿Lo lamenta?
– No, por Dios, no quiero decir eso; sino que nos llevan ventaja
Pero el gracejo siempre ha dominado. Incluso en la contrariedad. En un descenso bético se entonaba una coplilla que empezaba: “No sufras sevillana, si a Segunda sa ío er Beti…”
– ¿Es una rivalidad bien entendida?
– Ahora sí. Aquí, hará catorce o quince años, las directivas ni se hablaban. Ni se miraban. Era un odio a muerte. Pero aquello ha cambiado. Estamos en otros tiempos, vivimos en otra época y nos llevamos maravillosamente. Hay muchas cosas que nos interesan a los dos clubs, como a todos los clubs españoles, y nos ponemos de acuerdo en muchísimas
– ¿Qué es para el Betis ganarle al Sevilla en su campo?
– Mucho. Es fundamental. Nosotros decimos siempre que tenemos dos Ligas, la general y la particular con nuestro eterno rival. La mayor satisfacción para los béticos es ganar al Sevilla y, al final de temporada, conseguir mejor clasificación. Lo que en ellos se produce al revés
– ¿Y cómo reacciona el Betis cuando el Sevilla vence en el Villamarín?
– Mordiéndose las uñas, pegándose contra la pared…
– Pero luego se muestra jocoso con el manque pierda…
– Lo que sentimos en la derrota es que el lunes hay que soportar al amigo sevillista, al hermano sevillista, al padre sevillista…porque hay de todo. Y tenemos que soportar las bromas de unos y otros. Como ellos soportan las nuestras
– Pues no habrá pitorreo ahora
– Se ha traído la Copa a la ciudad y eso está por encima de todo. Aunque alguna guasita habrá, claro
– Ha habido bromas fuertes…
– Sí, se cuenta que hace muchos años un equipo venció en el terreno del rival y por la noche paseó once asnos vestidos con los colores del derrotado… No me consta ni sé cómo sucedió. Se cuenta. Otro caso se dio con un árbitro. Ya se sabe que todas las aficiones le echan la culpa cuando pierde el equipo, sin entrar en análisis. Aquella derrota ante la Real Sociedad significó que bajáramos a Segunda División, y al anochecer por las calles sevillanas pasearon un muñeco que era el árbitro, lo ahorcaron y lo enterraron
– El himno bético es gracioso
– La letra es buena, pero no le hemos encontrado una musiquilla pegadiza; no se pega…
– En Sevilla hay mucha afición al fútbol
– Muchísima; la prueba es que habrá ochocientos mil habitantes y hay dos equipos en Primera División
– Y es además tierra taurina
– Sí, por supuesto. Y además casi todos los toreros, no sé por qué, son béticos: Pepe Luis Vázquez, Manolo González, Diego Puerta, Paco Camino, que es socio, Jaime Ostos, que ha querido ser presidente…
– ¿Ahora, ante su reelección?
– Eso se dijo en la prensa. Yo no he hablado con él, pero se publicó que se presentaría si yo me retiraba
– ¿Cómo es la gente del Betis? ¿Habla en serio alguna vez?
– Sí, hombre. Lo que pasa es que acudimos pocos al campo cuando hay muchísimos simpatizantes; se encuentran en todos los rincones españoles, pero a la hora de llenar el campo somos pocos
– ¿Por qué?
– No sé cuál es el misterio; dicen que somos el equipo del pueblo, y que por razones económicas no pueden pagar las entradas…
– ¿Ha tenido oposición como presidente?
– No. Ya he cubierto dos periodos, presenté la candidatura finalizando el plazo el quince de junio y no se presentó nadie más
– ¿Por no querer meterse en líos?
– O porque creen que la cosa va marchando bien, gracias a Dios. Porque esto no esa labor de uno, sino de conjunto, de todos; es como una gran familia. Yo no sé de ningún capitán que haya ganado una guerra sin tener grandes soldados. Por lo visto, ven que las cosas van saliendo y creen que debo seguir. Yo lo he meditado mucho porque la próxima temporada será muy fuerte para nosotros…Cuando asumí la presidencia, el club estaba en Segunda y se conformaban con ascender; cuando ascendimos se conformaban con mantenernos; ahora nos exigen estar entre los cinco primeros equipos y eso es difícil cuando se tienen unos mil quinientos socios y unos diecisiete mil abonados
– ¿Mil quinientos?…
– Sí, por eso no tenemos ningún problema cuando dicen que todos los socios han de votar. Nuestras puertas están abiertas para cuantos quieran asociarse. No tienen que abonar cuotas extraordinarias ni nada. Deben pagar algo más porque distinguimos entre el socio y el abonado; éste saca su abono para que le cuesta un poco más barato ver los partidos, como se hacen en los cines o en los toros
– ¿Y qué diferencia hay entre un socio y un abonado, de tribuna pongamos por caso, a la hora de “retratarse”?
– No llega a las mil doscientas cincuenta pesetas anuales
– O sea, que este abonado no se identifica con los problemas del club
– No, porque si quisiera hacerlo se haría socio y tendría voz y voto en la asamblea
– ¿El campo es del club?
– Sí
– ¿Cuántas veces se llena en un ejercicio?
– Pocas… El Trofeo Ciudad de Sevilla y hace dos años, cuando nuestros rivales estaban en Segunda y vino el Barcelona; aquella tarde toda la afición se concentró porque quería ver al equipo azulgrana y a Cruyff y no podía hacerlo en su campo
– ¿Cuál es el aforo del Villamarín?
– Cincuenta y dos mil. Algunas veces han entrado cincuenta y cinco mil, pero vaya…Si se aprietan un poquito siempre se meten, porque cuando los arquitectos hacen los campos quieren que estén muy desahogados, pero, apretándose, caben los cincuenta y cinco mil
– Pero si declaran cincuenta y dos mil, usted se está denunciando
– No, no…Digo que se pueden meter. Que lo suponemos, porque no lo hemos visto prácticamente
– Hablemos de presupuesto
– El próximo todavía no se lo puedo concretar, porque lo estamos haciendo, pero el último ha sido de unos ciento treinta millones
– ¿En cuánto valoran la plantilla?
– Me parece que en quince millones de pesetas. Lo que no queremos es engañar. Es un valor real, porque en teoría un jugador puede valer diez o quince millones siempre y cuando esté en alza y lo queramos traspasar, pero también ese jugador puede querer quedarse en el club sin que éste gane nada cuando concluya aquél su carrera deportiva
– Porque si le ofrecen cincuenta millones por alguno…usted puede enloquecer
– Exactamente. Pero hay una cosa curiosa. Tenemos excelentes jugadores y, sin embargo, nunca nos preguntan su precio. Y quizá es que están convencidos de que no vendemos. Es decir, que nos mantenemos en nuestro presupuesto, mantenemos a los jugadores que nos salen, procuramos que sean para nosotros, nos reforzamos dentro de nuestras posibilidades en lo poquito que podemos, pero los que son de clase, los que se cotizan en el mercado, no los vendemos. Y esto habrá hecho que terminen las temporadas y nadie nos haga llegar una oferta
– Han estado a punto de traspasar a Ladinski…
– Es un caso distinto. Es un chico que no ha cuajado aquí…o que ha cuajado demasiado (nos reímos) en sus fiestas, en sus cosas, en fin…Pero el chico está muy arrepentido, no quiere irse; hace poco tuvimos una conversación con él y el entrenador, se pusieron los puntos sobre las íes y todo quedó claro. Dice que ha venido para triunfar en el Betis y que está dispuesto a hacerlo
– ¿Se da usted cuenta de que toda su plantilla vale la tercera o cuarta parte de lo que Cruyff?
– Sí, claro. Cuando mis jugadores me hablan de aumentos, siempre les digo que sólo hay cuatro clubs que pueden pagar esas cantidades. Nosotros, no
– ¿Ha habido números rojos en el último balance?
– No se ha cerrado todavía, pero por los datos que tengo creo que no por haber llegado a la final. Como nuestros presupuestos sin realistas, sólo calculamos dos partidos de Copa; todo lo que sea superar incrementa. No creo que tengamos superávit porque las cosas están mal, la crisis en España es fuerte, hemos tenido fuertes lluvias y todo ha repercutido en las taquillas
– En esos ocho años, ¿usted se ha rascado alguna vez el bolsillo?
– Es natural, pero luego se recupera. Hay momentos en que es necesario poner la firma o algunas cantidades urgentes, pero luego se recuperan
– No han gastado mucho en entrenadores, tienen paciencia
– Durante mi mandato, tres; dos temporadas Antonio Barrios, cinco “Susa” y una Iriondo, que ha renovado. Me gusta la continuidad
La pronunciación andaluza de la z y la s es complejilla. Y si ambas consonantes se unen…Nos reímos.
-Este hombre, Szusza, es muy inteligente. Quise contratar a un intérprete para toda la temporada y se negó diciéndome: “Mire, por favor, hágalo sólo para tres o cuatro meses, porque si entonces no sé hablar español, ni sirvo para vivir en España ni para ser entrenador”. Y lo aprendió. Fue una lástima que tuviera que irse. Lo sentimos todos y la prueba es que tanto a él como a mí nos perdonaron haber descendido.
– ¿Qué es lo bueno de ser presidente del Betis?
– Lo agradable por la simpatía que el club tiene por doquier, como de tener una plantilla de verdaderos profesionales, que se entregan más si cabe por ser corta, de veinte jugadores, hasta el extremo de que muchos, habiendo estado lesionados a principios de semana, han querido jugar. Esto es, para un presidente, lo mejor; esa entrega y esa profesionalidad de sus hombres
– Demos la vuelta, ¿qué es lo malo?
– Las críticas. Sobre todo cuando no están justificadas. Creo que el periodismo es una profesión muy seria, sagrada, y que no puede ser periodista cualquier persona. Pero hablar por rumores, sin querer aclararlo, con las cosas desagradables. Conste que conmigo se han portado muy bien porque me tratan más como amigo que como presidente, dentro de un mutuo afecto. Pero hay estas cositas del rumor en la calle que puede averiguarse, porque las puertas de nuestra secretaría están abiertas. Esta temporada ya ha salido que íbamos a vender a no sé cuantos jugadores, como si estuviéramos en la bancarrota…y no se ha vendido a nadie
José Núñez Naranjo es socio del Betis desde los cuatro años.
- Mi tío me inscribió. A pesar de mi edad, tengo el número setenta y dos. Toda mi vida he sido bético
- A mí me da igual, pero al decirme “a mi edad” me obliga a preguntársela…
Se ríe. A gusto. Con ganas.
- Quiero decir que los socios que me anteceden son señores de sesenta para arriba. Y yo aún estoy lejos
Y nos quedamos en que ronda los cuarenta y cinco. El diálogo se generaliza. Se retrotrae al 1910, año de la fundación; al 1914, en que don Alfonso XIII otorgó el uso de la corona en todos los documentos y distintivos y la denominación de Real; al 1935, en que Urquiaga, Areso, Aedo, Peral, Gómez, Larrinoa, Timimi, Adolfo, Unamuno, Lecue y Saro lograron el título de Liga como equipo base, bajo la dirección de O´Connell; al 1964, en que se le concedió el Trofeo Nacional a la Deportividad; al 1966, con el Trofeo Amberes de carácter nacional por dedicación a la cantera; a los cuatro campeonatos de Tercera y dos de Segunda… Todo se va citando en un amplio recuerdo que queda concretado. Y la anécdota de que los fundadores hacían…de todo, de directivos, de empleados, de jugadores…
- ¿Se imagina que ahora pasara lo mismo?
- También jugamos y hacemos nuestros pinitos, no crea…Y nos agotamos. Recuerdo que hace tres años nos enfrentamos al equipo de la prensa, y Juan Mauduit, nuestro vicepresidente, hizo un avance a distancia superando adversarios, llegó ante el portero, le regateó y a puerta abierta… ¡se cayó¡ No tuvo fuerzas ni para tirar
- ¿De qué jugaba el presidente?
- De delantero centro. Y lo había hecho antes, pero tuve una lesión de rodilla que precisaba la operación, y como mi futuro no estaba en el fútbol, no quise pasar por el quirófano
- Y usted, ¿ha marcado goles de despacho?
- Los goles lo marcan los jugadores en el campo
- ¿No cree que el fútbol está un poco turbio?
- Lo queremos poner más de lo que está. Ni lo está tanto como se supone. El fútbol tiene sus cosas, pero es mucho más limpio de lo que parece
- ¿Qué lo enrarece, la exigencia de la afición, lo económico?
- Los intereses creados. Casi siempre. El fútbol ya se mueve en unas cifras muy elevadas, y cualquier traspiés tiene mucha importancia
- ¿Intereses centrados en…?
- Mire, a los mismos jugadores les han enseñado que su carrera es muy corta y deben sacarle el máximo provecho, pero yo creo que el jugador también debe aprender a desenvolverse en la vida sin jugar al fútbol en vez de apoyarse, totalmente, en esos ocho o diez años. Es lógico que el jugador defienda lo suyo, pero también debe aquilatar valores. Todos querrían ganar lo que un compañero del Real Madrid, pero este equipo ha sido seis veces campeón de Europa y nosotros no podemos compararnos con las estrellas. Que los nuestros no nos han dado este título todavía…Ha de haber ciertas diferencias
- En términos generales, ¿es tranquila la vida interior del Betis?
- Sí, bastante. Creo que los jugadores están contentos; los tratamos como miembros de la familia, dentro de que me gusta que haya disciplina porque entiendo que es importante. Mi mayor satisfacción es llamar al jugador para felicitarlo, no para llamarle la atención
El diálogo da un giro. A Núñez Naranjo le hubiera gustado irse:
- No por la puerta grande o por la puerta chica. Salir. Y en el fútbol eso es difícil. Porque si las cosas van bien no te dejan salir, y si van mal, te echan
- ¿Qué ha hecho usted durante esos ocho años?
- No soy quién para decirlo. Compréndalo
- Bien, recuérdeme qué ha hecho el Betis desde 1969
- Pasar de Segunda a Primera, una campaña porque sólo teníamos siete mil abonados, acabar de pagar el campo, las tribunas de Gol Norte y Gol Sur, el Voladizo, los vestuarios…Pero siempre digo, como slogan, que “el Betis será lo que entre todos queramos que sea”. Lo que yo no puedo hacer es milagros. Cuanto se ha hecho ha sido entre todos
- Recuerdo en el Villamarín, no hace mucho tiempo, unos letreros pintados pidiendo socios, frases que ya no están…
- Estábamos en Segunda y comprendía que no era el momento de hacer esa campaña de captación, pero el momento no lo ponemos nosotros, sino que lo imponen las circunstancias, y teníamos que sacar al Betis del bache en que estaba, porque las entidades bancarias ya llevaban diez años sin cobrar intereses; ya querían cobrarlo a la fuerza y llevarnos a los tribunales. Hubo entidades que lo hicieron, que ganaron y que nos dieron unos plazos para pagar. Por eso tuvimos que hacer la “operación quince mil”, que fue un éxito, pero que no se debe a la Junta ni al presidente, sino a la peñas y a cuantos colaboraron, que fueron bastantes, incluida la prensa, que nos ayudó mucho; siempre se lo tendré que agradecer
- Tienen buena madrina…
- Sí, Juanita Reina. Es encantadora. La queremos mucho. Su marido, Caracolillo, también es bético. Lo curioso en ella y aún nos satisface más (remarca con énfasis irónico), es que toda su familia es sevillista
Volvemos a la rivalidad. Con otro ejemplo concreto.
- Los colores blanquiverdes son los de Andalucía. Otra anécdota es que la bandera tendría que ponerse en el campo del Sevilla como se ha puesto en el Ayuntamiento y en muchos centros oficiales. En el Sánchez Pizjuán no la han puesto. No sé si la pondrán…
- ¿Qué es para usted presidir un club cuyo campo lleva el nombre de otro presidente?
- Una satisfacción, porque Benito Villamarín le dio mucho prestigio al Betis y luchó tanto que hasta vino a darle su vida, porque le impidió continuar una dolencia de la que falleció poco después. Para mí es un orgullo que el estadio le recuerde siempre
- Pero una ciudad deportiva…
- Nuestras posibilidades no alcanzan eso todavía, pero tenemos el proyecto de la construcción de unos campos de entrenamiento que nos hacen falta
- ¿Qué huella le gustaría dejar en el club?
- Alcanzar el número de socios del Barcelona. Ya sería una buena renta
- ¿Quién es José Núñez Naranjo en la vida sevillana?
- Uno más; un hombre que se levanta temprano, que procura trabajar ocho horas, a veces diez, con cierta responsabilidad… que dicho sea de paso, creo que es lo que hace falta a muchos españoles faltos de ella
- Con una industria importante…
- El mérito no es nuestro, sino de mi padre, que es quien la fundó; nosotros, cinco hermanos, sólo la llevamos. Los cinco estamos en una misma empresa, pero cada uno regimos una distinta: inmobiliaria, constructora, fábricas de alcohol…
El presidente bético, que se confiesa hogareño, tiene dos hijas. Una casada. Con un… exacto. Lo que usted está pensando. Con un sevillista.
- Y, ¡buf¡, de los acérrimos
Ahora no sonríe. Que es lo que tiene gracia. Como validez, esta ironía…
- ¿Y cómo es que le dio a su hija?
- Porque es más importante que el fútbol
- Y… ¿hay problemas?
- Hay un mutuo respeto. Como debe ser
- ¿La chica hace de árbitro?
- No; ella es bética por encima de todo. Y eso se nace. No se puede cambiar. Y si cambiara, el marido no la querría
- ¿Él va al Villamarín?
- Le gusta el fútbol, y cuando quiere ver algún partido, compra su entrada
- O sea, que el padre político, que es el presidente del club, no le invita…
- Pero es que el presidente también paga. Somos los primeros
- Supongamos que su otra hija también le trae novio sevillista, ¿qué pasa?
- Pues me aguantaré, ¡qué le vamos a hacer¡
- ¿Ya le ha felicitado el yerno por la Copa?
- Estuvo muy calladito. No hablamos de fútbol, que es como mejor nos llevamos
Aunque a Núñez Naranjo quizá le haga poca, tiene la “grasia” por arrobas- Esos sevillanos…