Entrevista José Ramón Esnaola 1973
El 24 de julio de 1973 el guardameta José Ramón Esnaola, con 27 años, firmaba un contrato de 3 temporadas con el Real Betis Balompié. Un caso que en su momento llamó muchísimo la atención, ya que el Betis había descendido a Segunda División 3 meses antes, mientras que la Real Sociedad era un equipo consolidado en la primera categoría.
En esta entrevista, publicada en AS Color el 31 de julio de 1973, a cargo del periodista M. de Robles, Esnaola daba algunas de las claves del asunto, repasando algunos de los intentos anteriores de otros equipos por hacerse con su fichaje y mostraba su agradecimiento a la Real Sociedad, el equipo de toda su vida. También manifestaba la ilusión por la nueva etapa que se abría en su vida, en principio por 3 años, pero que ya va por 46.
La llegada de los extranjeros, contra lo que podía parecer, no cerró las puertas del mercado nacional. O no las cerró en la medida que cabía esperar. Los traspasos de Miguel Reina, del Barcelona al Atlético de Madrid; el de Orozco, del Atlético de Madrid al Málaga, y el también sonado de Esnaola, de la Real Sociedad al Real Betis Balompié, vienen a demostrar que para muchos la razón de su posible mejora no estaba más allá de nuestras fronteras, sino en casa. Naturalmente, y aún abaratado el mercado nacional, los precios siguieron siendo prohibitivos para muchos, aunque no para esos que buscan la mejora, pese a ser a costa de sus economías. Quizá el más sonado de los traspasos a escala nacional haya sido el de Miguel Reina. Aún no han quedado aclaradas las razones por ls que los azulgranas del Nou Camp dotaban potencialmente con un refuerzo de gran importancia a uno de sus rivales. Pero también tiene un significado especialísimo el traspaso de Esnaola a los verdiblancos, y por muchos motivos. Lo que resulta sorprendente en la operación es que no la Real, sino el propio jugador, haya accedido al traspaso.
No es normal que nombres en el excelente momento de juego que demostró el realista en la última campaña accedan al cambio, cuando éste supone el paso de Primera, eun uno de los equipos bien llamado cómodos, a Segunda, con los peligros que una estancia en una división inferior pueden deparar.
¿Cuáles han sido realmente los fundamentos de esta decisión? Deportivos no pueden ser, porque está más que claro que son los guipuzcoanos los que gozan ahora de cierta e indudable superioridad sobre los sevillanos. Hay que echar mano de la cuestión económica para deshacer el entuerto, y es evidente que en ella está el quid de la cuestión, aun cuando no parece que a estas alturas la Real, un equipo poco predispuesto a los traspasos, se encuentre, además, en mala situación económica. Claro está que sabrosos son los millones, y eso deben haber pensado allá en la Bella Easo, donde ya no volverá a jugar, al menos en unos años, el excelente Esnaola.
Sea como fuere, no puede decirse que no haya asombrado, disgustado y hasta molestado en San Sebastián el adiós de un guardameta que en Atocha hizo buena la escuela de grandes cancerberos nacidos y hechos en la Concha y otras platas donostiarras. Y eso que la noticia no cayó como la bomba presumible, con todo, porque Esnaola llevaba muchos años ya metido en la danza de los presuntos traspasables. Pero había hecho la Real oídos sordos a todos los intentos, que llegaron desde los grandes, y no cabía pensar que uno más pequeño se fuera a llevar el gato al agua. Los doce millones pagados por los verdiblancos son, fuera de toda duda, una excelente razón, pero habría que preguntarle al interesado los motivos auténticos, tratando de lograrlos, como ya he dicho de ese “sí”.
- Un “sí” inesperado, quizá, ¿no, Esnaola?
- Ya sabe; yo hace tiempo que venía entrando en esta danza de traspasos. La temporada pasada concretamente, se dijo que era el Valencia el que quería ficharme. Aquello, sin embargo, no cuajó y seguí con la Real
- ¿Y cómo ha llegado este traspaso?
- El Betis, al parecer, había hecho ya un par de tentativas, como en otras ocasiones las lanzaron otros clubs. Sólo que en aquellos momentos la Real no estaba dispuesta al traspaso, y parece que en esta ocasión el club, mi ex club, no puso demasiados reparos
- ¿Por qué antes no y ahora sí?
- Son cosas internas. Puede que haya influido el hecho de que la Real necesita alguna ayuda material. Y si ellos han estimado oportuno que me vaya, tampoco yo iba a ponerme en contra de sus deseos
- De Primera a Segunda hay un buen trecho que salvar y muchas cosas que demostrar…
- Si me he ido al Betis, entre otras razones, también hay una fundamental: el equipo quiere ascender el año que viene. Se ha reforzado bien y yo pienso que el año próximo estaremos de nuevo junto a los mejores de la Liga. Y ése ha sido uno de los factores que yo he tenido en cuenta
- ¿Le compensa ese salto hacia abajo, Esnaola?
- Económicamente salgo beneficiado, y de paso aseguro mi futuro. El Betis se portó siempre de maravilla conmigo, y yo espero poder cumplir en la forma en que ellos desean que lo haga
Esnaola firmó contrato por tres años. Por lo visto, cobrará algo más de los cinco millones y medio de pesetas, aparte primas, en su periplo bético, si es que éste no se prolonga.
- La Real se queda compuesta… y sin portero. Descompuesta, vamos. ¿No cree Esnaola que se la va a echar muy de menos en Atocha?
- No; yo creo que es hora de probar las condiciones de Urruticoechea
- ¿Le suplirá con éxito?
- Sé que este chico tiene condiciones excelentes para triunfar. Sólo le hacen falta partidos. Después, la gente se olvidará de Esnaola
- ¿Y Esnaola?
- No, no… Yo jamás podré olvidar estos años pasados en casa. Allí me hice y al club le debo todo lo que tengo, todo lo que soy y todo lo que pueda ganar. La Real ha sido mi segunda familia, y es normal que haya salido de allí casi con lágrimas en los ojos. Y sin casi. Son muchos años como para que no le pesen a uno en la hora del adiós
- Ahora, metido ya en Segunda, ¿en qué se cifran sus esperanzas? ¿No piensa que el público de Primera puede dejar de pensar en Esnaola como lo hacía cuando estaba en la Real?
- Jugar en Segunda no es ningún desdoro. Yo soy un profesional y estoy encantado con el Betis. Volveremos a Primera. Nuestro caminar por Segunda va a ser solo accidental. ¿Esperanzas, dice? Sigo con las mismas de siempre. Quiero triunfar individualmente y alcanzar la selección. Pero a estas metas hay que unir, además, otra: la de que el Betis escale esa Primera División, que se merece por muchos motivos. Y no dudo de que lo lograremos.
Doce millones costó Esnaola. Los porteros, como se ve, “andan por las nubes”.