Entrevista Juan Manuel Mauduit 1983

Juan Manuel Mauduit fue presidente del Real Betis Balompié entre junio de 1979 y junio de 1983. Directivo bético desde 1968, había pertenecido a las juntas directivas de Julio de La Puerta, José León y José Núñez, con el que fue vicepresidente en su última temporada y posteriormente se presentó a la elección, en la que se impuso a la candidatura de José Luis Fernández Castañón y Juan Márquez Medrano.
En esta entrevista, a cargo del periodista José Antonio Blázquez en ABC, de marzo de 1983 se repasaba ese periodo de 4 años de mandato, al que sólo le faltaban 3 meses para concluir, y cuando aúno no se sabía si se presentaría a la reelección, lo que finalmente no hizo.
Una entrevista interesante, para conocer sus puntos de vista sobre muchos aspectos de esos años.
Es hombre de larga trayectoria deportiva. Juan Mauduit Calle se halla en la desembocadura de su mandato, que ha de concluir el próximo 30 de junio, tras superar una dura carrera como máximo dirigente del Real Betis Balompié. Esa carrera suya fue la de luchar con afán sobre una pista de tartán en sus tres primeras campañas. Después, cuando podía atacar sin síntomas de asfixia la recta última y llegar a su meta de dirigente con suficientes reservas físicas, su competición se llenó de barro, de escollos, como si de un “cross country” sobre piso húmedo se tratara. Tuvo un tiempo amplio de presidente triunfador. El “somos los primeros de Andalucía” vino a ser como un grito de guerra lógicamente presuntuoso que avalaban las clasificaciones verdiblancas. En esta actual, que es su última campaña presidencial—nadie puede conocer si aspirará a la continuidad—el suelo se ha llenado de cristales.
Le hallo enfrascado en la redacción del recurso que el club de Heliópolis elevará ante las altas instancias futbolísticas por el castigo impuesto al Lobo Diarte tras el enfrentamiento de los eternos rivales sevillanos en el estadio Villamarín.
Mauduit parece un hombre incapaz de perder la mesura, la serenidad, el temple. Ni siquiera de hacer la menor demostración de enfado, de levantar la voz. Uno diría que posee como una afable frialdad, una tolerancia comprensiva ante cualquier tipo de problema. Y ciertamente le han llenado el suelo de cristales una importante cifra de puntos negativos, a los que en buena parte—casi en un 50 por ciento—se les dio puerta en la última intentona de Balaídos el domingo pasado. El Betis, con menos tres, puede comenzar a respirar con cierta tranquilidad, con evidente desahogo, reposadamente, aunque el calendario liguero pendiente le sea muy difícil.
– Sí, ha sido muy importante lo de Vigo. El equipo necesita, fundamentalmente, conseguir un relajamiento que, de inmediato, le hará recuperar el positivismo perdido. Hemos tenido muy mala suerte y, como consecuencia de la andadura irregular del equipo, he sido objeto de críticas durísimas, injustas y malintencionadas. Nadie se ha parado a pensar ni ha querido recordar que yo no me hice cargo de un Betis saneado económicamente. Cuando llegué a la presidencia, en la cuenta de jugadores y bancos, había que hacer frente a pagos inmediatos por un montante superior a los 90 millones de pesetas, según balance firmado por béticos de tan sólido prestigio como Juan Petralanda y Francisco García de la Borbolla
– No parece ser hombre dado a la aflicción o al desaliento
– Pero he llegado a sentir eso que se denomina como la soledad del poder. He sufrido en estos últimos meses un gran desaliento. Pero nunca pensé en arrojar la toalla. Por una razón de dignidad, y aunque ello me hubiera convenido en el orden personal. Me he visto asaeteado en el palco por sectores minoritarios, aunque de “élite”, pero en ningún momento por el que yo denomino “bético de infantería”. Hice patente que si el Betis lo precisaba—y de ello estuviese convencido—mi dimisión incondicional se hubiera hallado sobre la mesa. Pero poseo una fe cartesiana—y esto quiero que no lo cuente—y si no se produce un giro realmente catastrófico, seré el primer presidente bético que, como tal, no ha conocido al Betis en Segunda División
– Se dice, presidente, que a la hora de ese posible balance del 30 de junio próximo habrá deudas y un equipo debilitado. Se dice, señor Mauduit, que en lo económico el club no se caracteriza por la solidez…
– Ningún club español nada en la abundancia, aun cuando el Barcelona sea un caso aparte. Pero el aficionado debe conocer que, naturalmente, hemos tenido la lógica incidencia negativa de una crisis nacional que alcanza, por supuesto, a todos. Pero se ha podido contar con unos ingresos atípicos importantes, como son los consecuentes al Mundial, por la aportación de nuestras instalaciones deportivas, la publicidad y otras concesiones diversas que, por primera vez, el Betis no ha negociado sus créditos a favor contra esas entidades de manera absolutamente anticipada, contando con unas reservas a cobrar de indudable garantía al vencimiento, que constituyen lo que pudiéramos llamar la cartera en custodia o “quitamiedos”. En lo económico no hay razones para sentir excesivas preocupaciones
– Se acerca el 30 de junio. El Betis consiguió en Vigo una victoria importante cuando el calendario imponía confrontaciones contra el Madrid y el Athletic bilbaíno en Heliópolis que tienen un concreto valor de garantía. ¿Dirá “adiós” o presentará la candidatura para una reelección?
– De una parte puedo decir que me agradaría finalizar mi programa, cuyos resultados no estaban fijados a corto plazo. Si me marcho dejaré un club totalmente planificado y creo que existen personas en el cuadro directivo que pueden continuar esta política y, por supuesto, mejorar mi trabajo
– ¿Existe un delfín?
– Me agradaría tenerlo, elegir un continuador y que éste además fuera el que la afición deseara, pero sobre todo, y por encima de todo, me gustaría evitar unas elecciones con fuerzas divididas que nunca son convenientes para un club
– Hablemos de lo que constituye la caliente actualidad, el hoy bético. En la realidad de los días persisten consecuencias que pudieran señalarse como no positivas. Presidente, no todo resultó efectivo; no todo constituyeron éxitos dirigentes. Lo de Dunai no pasó de ser un ensayo con resultados negativos
– En todos los clubs se registran operaciones no afortunadas. Hemos afrontado una temporada negra, con muy mala suerte en todo. Dunai—excelente técnico y mejor persona—no acertó. Las lesiones de Biosca y Benítez se han dejado sentir en la misma dimensión que ellos poseen como futbolistas. Diarte ha tenido que superar crisis personales muy serias. Pero esto, que no expongo como existentes justificativas, no puede empañar una línea de conducta en la dirección del club. Es cierto que nos hallamos superando un periodo de crisis deportiva con un calendario importante que afrontar todavía. Pero saldremos adelante esperando el retorno de tiempos mejores. El desaliento del presidente fue superado. Tengo un equipo extraordinario de colaboradores. En el Betis existe la firmeza en todos los órdenes
– La firmeza, admitido, pero ¿y el futuro? Este preocupa a la afición verdiblanca. El inexorable paso del tiempo tendrá que hacer mella en hombres a los que la afición idolatra, jugadores que han sido y son básicos en la estructura: Cardeñosa y Esnaola, dos veteranos. Señor Mauduit, ¿se ha producido el estancamiento? ¿se han dormido en los laureles?
– No. El plantel no se nos ha envejecido, sin que por parte de la directiva no se hayan tomado determinaciones. En estas últimas temporadas fueron relevados García Soriano, Campos, Anzarda, Cobo, Alabanda, Sabaté, Bizcocho, Löpez…Este último jugador es el único que continúa en activo. Mientras se sufrían las bajas de tales jugadores se buscaron relevos oportunos. Melchor, Barroso, Carmelo, Diego, Rincón, Francis, Parra, Salva, Alex, Casado, Romo, Carreño. Medina, Adolfo, Quico, etc. Hemos renovado y muy profundamente. Costará mucho, lo reconozco, hallar sustitutos o relevos para hombres como Esnaola y Cardeñosa. Pero hay savia nueva y está ahí
– Estamos, claro es, haciendo balance general de una trayectoria presidencialista que arranca del tramo final de la campaña liguera 78-79, cuando el Betis pareció imposibilitado para lograr el retorno a la Primera División. El palco vacío pregonaba el hundimiento anímico de un grupo dirigente. Juan Mauduit empieza a ser presidente de hecho cuando, solo ante el peligro, toma las riendas y anticipa su intención de aspirar a la presidencia con el respaldo asambleísta. ¿Recuerda aquellas elecciones?
– Cuatro quintas partes de los votos emitidos fueron para mi candidatura, pese a la coalición de quienes también aspiraban a la presidencia del Betis
– Y comenzaron los problemas
– Serios, muy serios; anonadantes. Recordaré que por orden gubernativa nos encontramos con que no se podían utilizar las viejas localidades de preferencia y fondo que, al parecer, amenazaban ruina
– Clavero Arévalo. Un hombre que pudo ser esencial
– Efectivamente, tomé contacto con el entonces ministro de Cultura y Deporte, compañero antiguo de despacho, al que sucedí. Aunque la situación se hallaba un tanto pasada en cuanto a la oportunidad que el Betis pudiera acogerse a las remodelaciones previstas para estadios que podían ser sede de encuentros de los Mundiales, y lo conseguimos
– Y una huelga de construcción que mientras se empezaban las obras pudo llevarse todo por delante
– Y el Betis consiguió lo que nadie había logrado. Romper una huelga nacional tras catorce horas ininterrumpidas de conversaciones con los portavoces de los trabajadores. El hecho tiene una cierta dimensión histórica; sucedió en julio de 1979
– Hábleme de los cambios internos
– Se han profesionalizado los estamentos y estructuras del Betis. La contabilidad, que siempre estuvo en manos de empleados y directivos, es llevada hoy con el protagonismo importante de un alto empleado licenciado en Económicas y Empresariales. Suprimidos el delegado directivo en los desplazamientos para situar en tal misión a un profesional que posee carnet de entrenador de Primera División. Durante mi mandato se superan todos los récords de asistencia al campo. Llegamos también a pasar el listón de los 30 millones de pesetas en un partido de abono. Alcanzamos cotas nunca logradas en cuanto a número de socios, de incorporación de jugadores de la cantera al primer equipo, y de representatividad verdiblanca en la primera selección española
– Luego, entonces, el tiempo es el que le da la razón…
– Y el que creo que me la seguirá dando. Tras solventar un pasado problema (cuarenta millones de pesetas pendientes) por los terrenos cercanos a Bellavista para una ciudad deportiva, hemos conseguido también lo que yo llamo Villa Heliópolis, en terrenos inmediatos al estadio Benito Villamarín, que constituirán una Ciudad Deportiva modelo y donde podremos incrementar una labor de busca y selección de jovencísimos valores
– ¿Me habla de los estatutos?
– Los anteriores los redacté en una madrugada y se aprobaron en un minuto. Los de hoy pasaron por un anteproyecto elaborado por la Junta Consultiva del club, y todos los béticos fueron invitados a participar en ellos y precisaron de una asamblea para establecer los definitivos, que duró seis horas para debatir este único punto del día
Al informador le habrán podido quedar algunos temas por citar. El traspaso de Morán al Barcelona, en cifra que los seguidores estimaron insuficiente antes de que Rincón pusiera sordina a tales censuras con su condición de goleador nato y aspirante el Pichichi; las últimas intentonas fortalecedoras del plantel, que no han dado demasiado fruto; las bases que en el articulado halla el presidente para lograr que el castigo de diez partidos aplicado por el Comité de Competición a Diarte sea notablemente reducido. Mauduit podría replicarnos a todos. Porque, evidentemente, este hombre, que ha pasado por trances amargos y muy difíciles, ofrece una ejecutoria valiosa y positiva. ¿Irá a la reelección?