Entrevista Juan Manuel Mauduit 1981
Juan Manuel Mauduit fue presidente del Betis entre 1979 y 1983, aunque con anterioridad, desde 1968, ya había pertenecido a varias directivas, sobre todo bajo el mando de José Núñez Naranjo.
Precisamente a éste sucedió en 1979 después de imponerse en las elecciones celebradas el 22 de junio de 1979 al otro candidato, José Luis Fernández Castañón, ex compañero de junta directiva también.
Esta entrevista aparece en el semanario AS Color el 24 de febrero de 1981, aunque se realizó unas días antes, a la terminación de la extraordinaria victoria conseguida el 8 de febrero de 1981 en el Vicente Calderón, donde el Betis se impuso 0-4 en casa del líder del campeonato.
Junto a este tema otra referencia muy de moda en esos años: el permanente rumor de la salida de Rafael Gordillo bien al Real Madrid, bien al Barcelona, lo que será siempre desmentido, y cumplido, por el presidente Mauduit.
Se ha puesto de moda en toda la capital. Bueno, en realidad, lo han puesto. Primero, porque su club, o mejor dicho, el que preside, atravesó una de esas tan futbolísticas coyunturas de fase B, es decir, socavón de mitad de temporada, luego, porque entre el Barça y el Real no dejan en paz a Gordillo, lo que genera actualidad a punta de pala, y finalmente, ¡ahí es ná ¡, porque cuatro goles al líder son cuatro goles, frase que hubiera suscrito Boskov sin mayores estudios.
Trátase, en definitiva, de Juan Manuel Mauduit, abogado, suponemos que con negocios, y titular de la nave bética desde hace dos temporadas, aunque, y suele añadirlo él como coletilla puntualizadora, para que no confundan, que de advenedizos ya está bien con el colega Cabeza, lleva metido en fútbol trece ejercicios ligueros.
– – Hoy como unas castañuelas. Vamos, feliz que no cabe usted por la calle Sierpes
– – Muy feliz. Mucho. Pero más que por la victoria en sí, que ya es importante, por lo que supone para nuestro equipo. Pienso que esto indica claramente que el conjunto ha superado el atragantón del mes pasado, y vamos a comenzar la marcha hacia la cabeza.
– – ¿Hacia la cabeza?
– – Bueno, vamos a intentarlo todo. Nuestras ilusiones se cifran en colocarnos bien; pero, si hubiera oportunidad, ¿por qué no?
No hacía más de veinte minutos que había finalizado el encuentro del Manzanares y a Mauduit aún no se le había normalizado el resuello. Debió ser una dura batalla la que libró en el palco al lado del pintoresco Cabeza, aguantando las ganas de gritar el “manquepierda”. Pero, tal vez por temor a corte de manga, Mauduit se contuvo el grito como los niños educados el pipí. Claro, que luego fue un torrente. Estaba exultante.
– – Si todo fuera siempre así ¿eh?
– – Sería maravilloso. Pero hay que poner los pies en la tierra. Y ver que el fútbol, y particularmente, esta División es muy difícil. Pero nosotros queremos lo mejor y vamos a intentar conseguirlo.
Habla Mauduit pese al resuello y a la adrenalina con la exquisita locuacidad del jurista. Eso sí, haciendo notar su inequívoco acento.
– – Así que de lo de Gordillo nada
– – No, nada. En todo lo caso lo que pretendemos es adquirir jugadores. Traspasar no es conveniente.
– – ¿Adquirir dice usted?
– – Eso he dicho.
– – Pues el traspaso del defensa era negocio. Que mire que luego pasa lo que con Cardeñosa…
– – Bueno, lo de Gordillo ha perdido actualidad. Yo preferiría no hablar de este asunto, porque ya ha sido convenientemente debatido. Además, nuestra afición está al tanto de todo.
– – Pues en Barcelona se empeñan en que la cosa está casi hecha
– – Mire, hágame caso; hasta por lo menos 1983, que será cuando finalice mi mandato, Gordillo no será traspasado.
– – Entonces cabe suponer que al chico le pondrán las cosas mejor. En lo económico, se refiere.
– – Eso ya está hecho. Y pienso que el chaval ha quedado contento. En el Betis está triunfando y con el Betis continuará en esta línea. Nosotros no podemos desprendernos de jugadores de la calidad de Gordillo, sobre todo porque la angustia económica no nos aprieta.
– – ¿No?
– – No
– – Esto es noticia., ¿sabe usted? Porque en España creo que solo hay otros dos clubs en similares circunstancias: Sporting y Real Sociedad.
– – ¿Noticia dice?
– – Sí, claro. Ya sabe usted aquello de que noticia es que un niño muerda a un perro. Al contrario no tiene mayor interés.
– – Pues entonces, sí, es noticia. El Betis es un club de economía saneada. Ahora bien, esto tampoco debe interpretarse como que nos sobra el dinero. Vamos tirando sin incrementar la deuda, y ajustándonos al presupuesto. Tanto ganamos, tanto gastamos.
– – Y además el patrimonio. En jugadores, claro.
– – Ahora mismo sí. Hay buen patrimonio, pero su efectividad, puesto que como digo no vamos a traspasar, debe traducirse al campo de juego y no a las arcas de la tesorería.
– – Aunque me parece que ya se lo he dicho, este patrimonio se devalúa. Ya sabe, Cardeñosa hace algún tiempo era pieza codiciada, ahora…
– – En aquella época yo no tenía capacidad ejecutiva plena para tomar decisiones. Recuerde que era vicepresidente. En cualquier caso, ahora considero que fue un acierto no traspasarle. También a él, claro, le atendimos en su parcela económica, y pienso que ha quedado todo resuelto.
– – Oiga Mauduit, ¿y la oposición? En Sevilla hablan de que se está organizando
– – ¿La oposición? De momento eso no me consta. Creo que se ha formado una peña; pero si realmente actúa como debe, al final redundará en beneficio del club. Las entidades como ésta es bueno que tengan oposición, que sean críticas y que tiendan fundamentalmente más a construir que a destruir.
– – Antes hablaba usted del presupuesto ajustado. De los ingresos y esas cosas. ¿La eliminación de la Copa ha supuesto mucho quebranto económico?
– – Bueno, siempre que ocurren estas cosas se dejan de conseguir unos ingresos que siempre son interesantes. Pero el Betis terminará el ejercicio con superávit a pesar de todo. La fórmula que nos impusimos a principio de temporada se va cumpliendo, y nuestro objetivo, repito, está en terminar conforme comenzamos.
– – Ser presidente de un club sin deudas debe ser una cosa bastante sencilla
– – No lo crea, no. Precisamente la dificultad está en saber mantener una política de gastos e ingresos adecuada. Y sustraerse al encanto de las tentaciones. Ya sabe, gastos en fichajes, etc.
– – Y usted que lo está haciendo bien ¿cómo puede decir que se va? Porque eso hemos leído: que cuando termine su mandato, abandona
– – Sí, exacto. No me presentaré a la reelección
– – Pero, ¿no es prematuro aventurar eso ahora?
– – No lo creo. Es una decisión que he tomado, y punto.
– – Se ha dicho que esta decisión pudiera tener algo que ver con su contumacia respecto a la intransferibilidad de Gordillo
– – Se ha dicho, sí; pero no lo entiendo. No comprendo que connotaciones pueden guardar ambas cosas.
– – ¿Y Carriega?
– – Ahí está; trabajando con honradez y total dedicación. Un gran profesional
– – Va a renovar, claro
– – No lo sé. Pero todo depende de él. Y le digo una cosa: su renovación en modo alguno se puede relacionar con esta victoria en Madrid. Carriega, si quiere, continuará; pero porque lo está haciendo bien desde que llegó al Betis. Y porque es un hombre en el que tengo plena, total y absoluta confianza.
– ´Por cierto presidente, ¿en su opinión qué tal están tratando los árbitros al Betis?
– – Para mí los árbitros son personas que en ocasiones cometen errores, pero en los que tengo plena confianza. Siempre, y ya lo he dicho en multitud de ocasiones, les pondría un notable. Es muy difícil su labor
– – Finalmente, y con sinceridad, ¿dónde se centran las aspiraciones béticas este año?
– – Sin duda en lograr una plaza para jugar la UEFA. Por eso vamos a luchar. Costará trabajo, porque creo que ya le he dicho al principio que la categoría es muy difícil y hay mucha igualdad, pero por ilusión y entrega no va a quedar.
– – Por cierto, una curiosidad ¿Ha pensado usted donde estaría clasificado el Betis de no haber perdido el ritmo el mes pasado?
– – Lo he pensado, lo he pensado…

Estuvo domiciliado en la calle Progreso nº 22 sita en el barrio de El Porvenir en la década de 1980′ y vecino mío.
Asesor jurídico del affaire que le montaron en el Aeropuerto de Sevilla a Lorenzo Serra Ferrer.
D. E, P.