Entrevista Manuel Cervantes 1985.

En julio de 1985 llegó al Betis el guardameta Manolo Cervantes, de 25 años, y procedente del Real Murcia.
Formado en la cantera donostiarra, perteneció a la Real Sociedad durante 3 temporadas, a la sombra de Luis Arconada. La necesidad de jugar le hizo salir hacia el Murcia, donde cuajó 4 buenas campañas, lo que propició su fichaje por el Betis por 3 temporadas, con el importante papel de suplir en la meta bética a José Ramón Esnaola, que en junio de 1985 colgó las botas tras 12 campañas.
Esta entrevista, publicada a finales de julio en Diario 16 Andalucía a cargo del periodista Francisco Correal, sirve para conocer la trayectoria de Cervantes y sus preocupaciones e intereses cuando iniciaba su etapa verdiblanca.
El fichaje de Manolo Cervantes como guardameta del Real Betis Balompié no deja de ser una relación de continuidad. Un donostiarra sustituye a otro donostiarra, José Ramón Esnaola, en la portería de Heliópolis.
– Suplir a Esnaola es una tarea difícil, pero es un reto que me gusta. Es un portero que ha sentado cátedra en el fútbol español. Los dos procedemos de la cantera donostiarra y cuando yo estaba en los escalafones inferiores de la Real Sociedad no me perdía sus actuaciones en Atocha
Clásico portero de playa, Manuel Cervantes nació hace veinticinco años en Irún, es padre de una niña de dos años, Paula, y un niño de cinco meses, Mikel.
Ayer estampó su firma como nuevo jugador verdiblanco, y ha quedado enrolado al equipo por tres temporadas. Percibirá 11 millones los dos primeros años y seis por el tercero.
– Ha sido una negociación algo complicada, pues tuve que ceder el quince por ciento del traspaso y rebajar algo las pretensiones económicas, pero deportivamente estoy muy satisfecho, porque al Betis no viene cualquiera
Cuando Diario 16 Andalucía se puso ayer en contacto telefónico con Cervantes, dos horas antes de la presentación, se relajaba con la lectura de nuestro periódico.
– No te engaño… “Fraga sorprende a Felipe con no presentarse a las elecciones”; ésa es vuestra portada. Durante tres años fui suplente de Arconada, participé en la euforia de la primera Liga conquistada por el equipo realista, pero necesitaba jugar como fuera, y eso que con Arconada aprendí cantidad de cosas, por no decir todo
Su verdadero “padre” futbolístico, como el de tantos chicos curtidos en las arenas de la playa de la Concha, fue Javier Expósito.
– Mi agradecimiento hacia él no tiene límites, me enseñó mucho como portero y, lo que es más importante, como persona. Sin su ayuda, difícilmente habría adquirido una cualidad fundamental: sufrir en el campo y en los entrenamientos
Tras los inicios y suplencia en la Real Sociedad, emprendió viaje deportivo hacia Murcia, para reencontrarse con Javier Irulegui. Cuatro años en La Condomina para recalar finalmente en el Benito Villamarín.
Cervantes, que no ha conseguido terminar nunca “El Quijote”, “y no crea, que lo he intentado varias veces”, coincide con los que defienden la idiosincrasia de los porteros “particularmente tengo muchas manías. Entre las más prácticas, los jerséis, que siempre los llevo yo, no permito que nadie los toque. Hay colores que no me gustan y nunca saldría al campo de rojo o de morado, me quedo con el verde o en todo caso con el azul clarito”.
Recuerda un partido en el estadio de Heliópolis, defendiendo los colores del Murcia frente a su nuevo equipo:
– Fue hace dos años y me salió el mejor partido de la temporada. Al salir de los vestuarios, algunas personas hablaban de mí como sustituto de Esnaola; pudo ser una premonición que se ha cumplido, aunque habrá que demostrar tal cosa en el terreno de juego. Ese día perdimos por un solitario gol
Cualquiera que sea su trayectoria trienal con el Betis, Cervantes tiene mal que bien resuelto su futuro profesional:
– Mi hermano y yo tenemos una empresa de transportes, aunque ahora estoy entregado cien por cien al fútbol. Soy de Irún, y allí los transportes y la aduana son el pan nuestro de cada día
No guarda ningún rencor por la larga suplencia en Donosti: “Para mí, sin ninguna duda, Arconada sigue siendo el número uno de España”.
Cervantes no pierde la esperanza de ser internacional, “una aspiración que militando en el Betis puede tener más visos de realidad”.
Cervantes no ha leído “El Quijote”, pero viene a una ciudad cervantina excelencia, cuajada de rincones ejemplares por sus novelas. Se tropezará con émulos de Rinconete y Cortadillo, gracias a su mujer porfiará en el dominio del euskera y comprenderá día a día que parar un penalti es cosa de niños si se compara la faena con la operación de cambiarle los pañales al bebé Mikel.