Entrevista Martim Francisco 1965.

A mediados de noviembre de 1965, tras 9 jornadas de Liga, el Betis era el último de la tabla clasificatoria de la Primera División. 2 victorias y 7 derrotas, 12 goles a favor y 28 en contra era el pésimo balance que el conjunto que entrenaba el técnico brasileño Martim Francisco presentaba.
La última y sonrojante derrota en casa, un 0-4 ante el Córdoba, había encendido todas las alarmas y la labor del preparador brasileño era ya abiertamente cuestionada. Éste había llegado para esta temporada procedente del Elche, donde había clasificado la temporada anterior al modesto conjunto ilicitano en mitad de la tabla. Y se tenían muy presentes sus éxitos de 5 años antes, cuando clasificó 2 temporadas consecutivas al Athletic en la tercera posición.
Sin embargo en el Betis sus métodos no cuajaron desde un principio, y sólo la firme voluntad de Benito Villamarín de mantenerlo en su puesto lo salvó de caer antes. Tuvo que producirse la dimisión de Villamarín por motivos de salud a comienzos de diciembre para que la directiva que ahora encabezaba su hermano Avelino Villamarín forzase su cese el 9 de diciembre, tras 12 jornadas de Liga y con el equipo hundido en la última posición de la tabla con 5 puntos y 7 negativos, fruto de 2 victorias, 1 empate y 9 derrotas, 14 goles a favor y 36 en contra.
En esta entrevista, publicada en el diario vespertino Sevilla 3 días después de la derrota 0-4 ante el Córdoba a cargo del periodista Martín Benito, se refleja un ambiente más que preocupante en el propio entrenador, quien no parecía tener muy claras las claves para revertir la situación.
Fue Ernesto Pons, un hombre de la casa quien le sustituyó, y que a pesar de la reacción del equipo en los 18 partidos que restaban (5 victorias, 8 empates y 5 derrotas, con 22 goles a favor y 24 en contra) no pudo evitar el dramático descenso del mes de abril en La Rosaleda, el primer traspiés grave de la sociedad desde el ascenso a Primera de 1958.
Dicen que el dormir suele ser solución para no tomar decisiones precipitadas, desacertadas en último término. La jornada futbolística del domingo seguirá siendo tema por bastante tiempo si no se adopta la postura de esconder la cabeza bajo el ala del desentendimiento. Dos noches de sueño, si no reposado, al menos sueño, han traído las aguas al cauce del trabajo para Martim Francisco.
El Betis perdió estrepitosamente ante el Córdoba, no por obra de la casualidad, sino por un total desconcierto de los hombres que salieron al terreno de juego. Nadie puede suponer que se buscó la derrota, porque si a alguien le interesa el triunfo es a los jugadores y al propio entrenador, aunque, siempre en juicio particular, sí se puede juzgar del acierto o desacierto a la hora de designar a los encargados de defender los puntos.
Esta mañana hemos acudido al estadio Benito Villamarín a la hora del entrenamiento. Reposadamente preguntamos a Martim Francisco sobre posibles soluciones, estado de ánimo, causas de los errores y muchas de esas cosas que son difíciles de hilvanar inmediatamente después de un partido, con mayor razón si el resultado es adverso. Martim Francisco ha superado el abatimiento inicial, y reposadamente charlamos, mientras se enfunda la vestimenta de trabajo.
Iniciamos el diálogo preguntando por el estado de ánimo:
- Estoy más tranquilo, pero disconforme aún
- ¿Qué remedios piensa aplicar a la angustiosa situación en que se ha colocado el equipo?
- El Betis tiene que encontrar la solución dentro de su propia plantilla. No es un club que pueda permitirse el lujo de contratar estrellas
- ¿Cuáles serán?
- Sobre esto es lo que venimos pensando
Martim Francisco, ya lo hemos comprobado en varias ocasiones, nunca llega a dar nombres, a bajar a los detalles personales. Prefiere las contestaciones genéricas que encubran los hechos y realidades. Intentamos sacarle de su ostra.
- ¿Podría hacer un análisis, línea por línea, y los hombres con los que cuenta?
- Es un asunto privado del entrenador con su equipo de trabajo. Los patrimonios del club no se pueden discutir en público, sería depreciarlos. Se tienen que examinar en privado
Hacemos un nuevo esfuerzo para llegar a algo más específico:
- Se han apuntado soluciones con nombres y misiones que podrían haber desempeñado…
- Después de las derrotas, todos tienen la solución. Antes, ninguno
En vista de su habilidad dialéctica, dejamos a un lado las preguntas generales y descendemos a dar nombres.
- Ríos se encuentra en una manifiesta baja forma. ¿A qué se debe?
- Recibió un golpe en Murcia y dejó de entrenar unos días, tres o cuatro. Sin embargo, jugó bien contra el Pontevedra y no podía cambiarlo. En la alineación del domingo partí del sentido común
- ¿Qué solución cabría en el caso de que Ríos siga dando muestras de encontrarse bajo de juego?
- Sólo el tiempo lo puede decir
- Otro jugador de escaso rendimiento fue Santisteban
- Se le puede encuadrar en la misma situación que a Ríos. Contra el Pontevedra actuó acertadamente
- ¿Qué hombres podrían suplir a los bajos de forma?
- Es lo que vamos a ver durante la semana y comprobar los que puedan servir efectivamente al Betis
De la parte negativa pasamos a los posibles sustitutos:
- ¿Cómo se encuentra Rogelio? Nosotros le vimos bien y con deseos en el encuentro con el Lérida
- Física y técnicamente en buen momento. Sólo le falta rendir con arreglo a su clase. Hay que conocer a los jugadores y su trabajo habitual para poder juzgar… ¿Usted le ha visto los demás encuentros?
- Desde luego, no. Usted fue el hombre que a principios de temporada dio oportunidad a Quino, y también lo sacó del equipo cuando, según los encuentros jugados aquí y las noticias que nos han llegado, estaba en un buen nivel de juego. ¿Cuáles han sido las causas?
- Tenía rendimientos altos y bajos, y el conjunto no estaba bien. Si lo hubiese mantenido podría haber malogrado a un elemento de gran porvenir que aún tiene que rendir mucho al Betis. Fue una medida de precaución en favor del club y del jugador. Sería una lástima perderlo por precipitar los acontecimientos
- ¿Cómo está actualmente?
- Creo que ya se encuentra bien, a juzgar por el partido del Lérida
- El presidente asegura que tiene una gran plantilla. ¿Está de acuerdo con la afirmación?
- Sin duda, tenemos buenos elementos, aunque la situación es difícil
- ¿Cómo se encuentra Dioni?
- Bien
Es lógico que en situaciones como ésta se piense en la posibilidad de que el entrenador—suele ocurrir con frecuencia—abandone el equipo o sea sustituido.
- ¿Ha pensado en algún momento en presentar la dimisión?
- Sería una cobardía, demostración de flaqueza y de ningún valor. Hay que tener en cuenta que los que más desean ganar son el entrenador y los jugadores, y si se equivocan es contra su voluntad. Con las derrotas se pierde dinero, prestigio y todo
- ¿Tendrá solución la actual situación del Betis?
- No hay nada en la vida que no la tenga
- ¿Qué suponen los seis negativos?
- Intranquilidad para todos
- ¿En qué forma le afectó la derrota frente al Córdoba?
- Mucho, pero soy de aquellos que saben superarse a sí mismos
- El próximo domingo acude al Metropolitano para enfrentarse con el líder. ¿Qué posibilidades da a los suyos?
- En fútbol todo es posible
- ¿Introducirá cambios en la formación?
- Posiblemente los habrá. Los necesarios
Había llegado la hora de comenzar el trabajo. Para Martim Francisco, dirigir la sesión de entrenamiento, y para nosotros, reflejar en las cuartillas lo que nos había dicho el preparador brasileño.
El momento es crucial para el Betis, para los jugadores, para el entrenador; en una palabra, para todos cuantos tienen responsabilidad directa en la marcha de los verdiblancos. Para salir del atolladero restan veintiún partidos. Muchos, para rasgarse definitivamente las vestiduras y sumirse en la desesperación. Si algo da la medida de los hombres y las sociedades es su poder consciente para hacer frente a la adversidad. Que en la presente ocasión no es poca.