Entrevista Miklos Henni 1958
Ya vimos aquí hace poco una entrevista realizada a Janos Kuszman, el jugador húngaro que en 1958 se convirtió en el primer futbolista extranjero en jugar con el equipo verdiblanco en el Campeonato de Liga. Pero Kuszman no fue el único futbolista húngaro que llegó al Betis en ese verano de 1958. En la primera semana de junio de 1958 el Betis se hizo con los servicios de Miklos Henni, un joven jugador que había destacado en su etapa juvenil. Futbolista del Voros Lobogo húngaro, abandonó su país a raíz de la invasión soviética de 1956, huyendo a pie a Austria en compañía de Joseph Csabay, otro futbolista húngaro que jugó en España (Recreativo de Huelva y Real Zaragoza).
A España llegó Henni desde los Estados Unidos,donde estaba acogido como refugiado político. En el Betis jugó ya un partido a finales de la campaña 1957-58, un amistoso el 14 de junio en Algeciras.
Durante el mes de agosto Henni, a pesar de entrenar con el primer equipo, no se alineó en ningún partido con el titular bético en los amistosos disputados. Sí jugó con el equipo aficionado el VI Trofeo Torre del Oro, una competición que se jugaba por sistema de liguilla en el campo de La Victoria entre los conjuntos aficionados del Betis, Coria, Puerto y Sevilla, y en la que el equipo verdiblanco se proclamó vencedor.
De las crónicas de este trofeo deducimos que Henni no destacó como se esperaba, por lo que no continuó en el equipo bético.
La entrevista que traemos es del 19 de junio de 1958, del diario deportivo Marca, a los pocos días de jugar su único encuentro con el primer equipo en Algeciras.
Miklos Henni es otro elemento de importación del Real Betis Balompié. Ya anunciamos su fichaje por el club blanquiverde, pero aplazamos para más adelante sostener con él una entrevista, hasta tanto que no pasaran varios días y se aclimatara en Sevilla. O mejor, que transcurrido un plazo prudencial, Miklos conociera el nuevo terreno que pisaba.
El sábado 14 Henni, aunque los aficionados sevillanos lo conocen mejor por Miklos, debutó en su nueva formación. Jugó por primera vez en España. En Algeciras, partido amistoso frente a aquel titular. Henni, húngaro de naturaleza, pero residente en los Estados Unidos durante los dos últimos años, adonde marchó como exiliado político a raíz de los luctuosos sucesos de Budapest, desarrolló una labor discreta. Evidenció sus innegables cualidades profesionales, fortaleza física, combatividad e inteligencia en el menester, pero denotó falta de acoplamiento y acusó hallarse algo desambientado. ¡Al fin y a la postre, lo natural¡
Precisamente para las jornadas subsiguientes al debut en el Betis habíamos aplazado la entrevista, y transcurridas, lo abordamos, aprovechando la coyuntura de tropezárnoslo circunstancialmente en el hotel donde se hospeda.
Adelantemos que Miklos L. Henni desconoce totalmente el castellano, si bien, junto con su compatriota Kuszman, está recibiendo clases de español, dirigido y orientado por un profesor que ha puesto a ambos el club sevillano.
En primer término quisimos conocer la opinión que le ha merecido su primera actuación en el Betis. Henni, sin traslucir contrariedad, como cosa natural y que esperaba, dijo que no había podido responder como en él es común. El cambio de clima, de costumbres y, esencialmente, de alimentos han influido bastante; si a ello unimos el desconocimiento que tenía del fútbol español, se llega a la conclusión de que el bache tenía necesariamente que padecerlo. Y eso fue lo que le ocurrió en Algeciras. También nos aseguró muy formalmente, y Henni en el terreno privado es hombre terriblemente serio, correcto y cumplidor, que espera en la siguiente actuación ir poco a poco imponiéndose y subsanando los errores del debut.
Luego pretendimos saber si encontraba mucha diferencia entre el fútbol español, el de Centroeuropa, el que habitualmente practica, y el americano, donde jugaba hasta su llegada a España.
No tuvo que pensar la respuesta nuestro interlocutor. Manifestó que desconocía el fútbol español, pero, por lo que hasta la fecha había visto y “probado”, era endiabladamente veloz, aunque adaptable a las características del centroeuropeo, como lo estaba demostrando su compatriota Kuszman. Respecto a la diferencia que existe con el balompié norteamericano concretó que es mucha. El fútbol en Norteamérica se halla en estado embrionario, absorbido por otros deportes de mayor atracción para aquellas mentalidades, tales como el atletismo, el rugby y principalmente el base-ball. Pervive una afición en potencia, y cuando se anuncia un buen “match”, como por ejemplo los que celebró el Manchester United en aquella nación, acude numeroso público. Los mayores promedios de entradas son de unas 25.000 personas. Achaca que la causa de esta falta de asistencia y, por tanto, de falta de interés por el fútbol asociación en Noerteamérica se debe a lo alejado que se hallan los grandes terrenos de juego de las grandes zonas urbanas.
Tratamos de ampliar su historial deportivo, conocido en parte por los aficionados, con los antecedentes que ya ofrecimos en la jornada del fichaje. Henni ha sido 45 veces internacional, de ellas 25 en el equipo juvenil y 20 en la selección nacional titular. Confiesa que acaba de cumplir veintitrés años de edad y, pese a esa edad, ha sido tantas veces internacional por la razón de que Hungría prodiga los encuentros con las representaciones de otras naciones, y suele acontecer que al mismo estén disputando dos y tres equipos representativos.
Igualmente nos dijo Miklos que ostenta casi un récord de desplazamientos futbolísticos, puesto que en uno ha cubierto la etapa de diez mil kilómetros, en el trayecto Hungría-China. Hasta la fecha no ha sufrido ninguna lesión grave, no obstante a que su juego es brioso.
Antes de terminar la entrevista, Henni nos hace patente la extrañeza que le ha causado la afabilidad y alegría hallada en los españoles. Concretó que hasta que no llegó a nuestra Patria no había visto desde hace muchos años gentes sinceramente alegres y contentas. Y que estos detalles, junto con el ritmo del fútbol hispano, fueron las cosas que más efecto le han hecho…
Tal vino a ser lo que nos contó Miklos Henni, el otro húngaro del Betis…