Entrevista Nery Alberto Pumpido 1990.

Nery Alberto Pumpido fue guardameta del Real Betis Balompié entre 1988 y 1991. Campeón del mundo con la selección argentina en México en 1986, Pumpido llegó al Betis para reforzar una portería que desde la retirada de Esnaola en 1985 no había tenido un ocupante definitivo.
En el Mundial de Italia en 1990 sufrió una grave lesión en el partido que enfrentaba a Argentina con la Unión Soviética, pues un choque con su compañero Julio Olarticoechea le produjo una doble fractura de tibia y peroné que le mantuvo recuperándose en Argentina hasta comienzos de septiembre de 1990.
El día 7 de ese mes Pumpido volvió a Sevilla, donde fue entrevistado para Diario 16 Andalucía por el periodista Alejandro Delmás. Desgraciadamente su recuperación no fue tan rápida como se decía en la misma, y Pumpido no volvió a jugar con el equipo bético. En enero de 1991 se tiró la toalla en este sentido, pues de mutuo acuerdo con el club se le dio la baja federativa para dejar libre una plaza de extranjero; en el mes de mayo de 1991 antes del inicio del Betis-Burgos el club le rindió un homenaje público, haciendo el saque de honor del partido y recibiendo una placa de la junta directiva «como reconocimiento a su profesionalidad y hombría al servicio del club».
El miércoles 13 de junio, durante el segundo partido de Argentina en el Mundial de Italia, ante la URSS, en el estadio San Paolo de Nápoles, Nery Pumpido sufrió un terrible golpe en un cruce entre el meta argentino, su compañero Julio Olarticoechea (con quien también compartía habitación), y el atacante soviético Aleinikov. Doble fractura de tibia y peroné, imágenes que conmovieron al mundo a través de los satélites televisivos. Tres meses después, ya sin la escayola, Pumpido recuerda:
- Lo que se viene a la memoria es el dolor, el tremendo dolor. Nunca sentí nada igual en toda mi vida. De cintura para abajo quedé sin sensibilidad. Es más, después de todo vi la jugada en la televisión, y yo me observo hablando y gesticulando, llamando el ruso, etc. Y bueno, yo ni me acuerdo de todo eso, cómo estaría
- ¿Más rusos en el Betis, Pumpido?
- Ah, ¿pero no es el mismo del año pasado? No, bueno con quien yo choqué fue con un compañero mío, J.J. Olarticoechea, “El Vasco”
San Paolo, Napoli, miércoles y trece…
A los cuatro meses de dejar la ciudad, y casi tres después de una espectacular lesión que pudo sentenciar su carrera, Nery Alberto Pumpido regresaba ayer a Sevilla. Su apariencia física, tal como habían anunciado sus contactos directos, resulta inmejorable: la escayola, olvidada—“me la quitaron la pasada semana”—y la cicatriz en la pierna derecha, en proceso de desaparición.
El portero argentino del Betis, un tipo serio, volvió con toda su familia, tras la travesía intercontinental hasta Madrid y un enlace directo con Sevilla, prácticamente de corrido.
En San Pablo le aguardaban Ramón Tejada, secretario técnico del Betis, en representación de la entidad, y Julio, uno de sus mejores amigos en el plantel de jugadores, junto al Puma Rodríguez.
El criollo no ofrece cambios anímicos; se trata del mismo Pumpido que, ya la pasada temporada, de vuelta de sus vacaciones, y de frente a Segunda, confesara en una puerta de Barajas:
- Yo voy a seguir en el Betis, tengo un contrato, lo voy a cumplir, y no hay más que hablar.
Por lo demás, Pumpido se conoce de memoria los más recientes episodios del club que le paga; no lo dice, pero se le nota y, al margen, aparece con deseos de aguantar poco castigo dialéctico:
- Todo lo que vaya pasando aquí este año lo voy a aclarar puntualmente con nombres y apellidos, nada de “éste dijo, aquel se calló”. Ya estoy harto de rumores y tonterías.
A los 33 años cumplidos hace escasos meses, lesiones como la aceptada por Pumpido en el San Paolo napolitano, dejan una huella que, a veces, puede devenir en irreversible. Un percance similar liquidó al portero madridista Miguel Ángel para el fútbol de competición. Vista la incertidumbre de los primeros momentos, y con el transcurso de los meses, Pumpido ha ido ganando en esperanzas, en vigor y en porvenir.
- ¿En cuanto tiempo cree que podrá jugar?
- No me gusta hacer pronósticos, porque “esto” ha batido récords, y tiene asombrado a los médicos. Pensaban que debería llevar escayola por cuatro meses, y no lo he tenido ni siquiera dos y medio. Cuando me retiraron el yeso, la pasada semana, me dijeron que en los siguientes 21 días, me dedicase solamente a recuperar la movilidad de la articulación. Y mire, mire… (mueve el pie, aparta el balón a un lado), esto va funcionando, y no queda casi rastro de la cicatriz
- ¿Le han llegado noticias o comentarios sobre su futuro en el Betis?
- Sólo pienso contestar temas concretos con nombres y apellidos. Aquí, lo único que hay es que yo soy jugador del Betis, tengo un contrato en vigor…y la temporada va a ser muy dura
- De todos modos, las noticias que llegaban de Argentina, no eran muy claras. O mejor, no es que no fuesen claras, es que prácticamente no existían…
- Bien, no será por culpa mía. Yo he estado en contacto permanente con el club, y con los compañeros. Le puede preguntar a Julio cuáles fueron las últimas instrucciones que yo le di: que avisara de mi llegada. No podía entretenerme en hablar con más gente, porque en Argentina hay huelga de teléfonos desde hace una semana. La última conversación la tuve que mantener desde un locutorio del mismísimo Ministerio del Interior
- ¿Está satisfecho con el comportamiento de la entidad hacia usted en los últimos tiempos?
- El Betis ha tenido conmigo un trato de diez puntos, irreprochable, como, por supuesto, todo el vestuario. Y no sólo el Betis, he recibido telegramas, e incluso llamadas telefónicas directas de presidentes de muchísimos clubs españoles de Primera División, interesándose por mi estado
- A partir de ahora, ¿cuál será su futuro inmediato?
- En principio, he de estar parado, y caminando lo menos posible, para luego comenzar con el gimnasio, puede que en unos quince días, y antes de un mes quizá pueda empezar a dar las primeras carreras. Todo ha ido tan rápido…Puedo estar listo antes de dos meses, creo
- Se le ve casi dispuesto a irse a Madrid acompañando al equipo. ¿Ya sabe cómo se empezó la Liga, contra el Sporting?
- A Madrid cómo voy a ir…Ahora me voy a descansar y a recuperarme de este viaje, que ha sido agotador. Lo del Sporting lo sé, claro que lo sé. Hubo algo de mala suerte, ¿no?
- Por lo que se ve, regresa con las ideas muy claras…
- “Pelotudeces” o historias raras no voy a consentir, eso téngalo por seguro. Voy a empezar desde el principio aclarando cualquier cosa, y lo primero es eso: el club siempre supo todos los pasos que yo daba, a través de Picchi, Tejada o los mismos compañeros. Cuando pasen las próximas tres semanas, y veamos cómo va la rehabilitación, ya podremos decir algo nuevo
- Por cierto, ¿está enterado de lo de Calderón?
- Lo que sé, es que se apuntó al paro en Francia. Eso he leído
Esperando a Kobelev, el Betis puede haber encontrado uno de sus mejores fichajes extranjeros. Sin el calor del domingo por delante, como decía Valdano, a Pumpido le queda el último tramo del túnel. Su supervivencia deportiva sólo la garantizarán el gimnasio y su propio corazón.