Entrevista Pedro Areso 1963
En 1963 Pedro Areso regresó a España de su aventura americana, y fue entrevistado en San Sebastián por el corresponsal del diario Marca Erostarbe.
La entrevista nos sirve para conocer el extenso recorrido que hizo Areso cuando abandonó España tras la guerra civil, pues además de jugar al fútbol en Argentina y Venezuela se retiró definitivamente en Santander en el Racing en 1946, equipo al que entrenó en la temporada siguiente. Y después iniciaría una extensa trayectoria por banquillos de Portugal, Argentina, Chile y Venezuela.
En España, meses después de esta entrevista, se haría cargo de la dirección técnica del Español.
La vida reserva curiosas sorpresas. Por estos días hace un año que en Chile uno buscaba a Pedro Areso, al que sabía entrenador en un equipo del país en que se celebraba el Mundial de fútbol, y no dio con él. En cambio me lo he encontrado esta tarde a orillas del Urumea, cerca de Atocha. Con muy buen aspecto, fornido, y muchas ganas de volver a actuar en España. Se disculpa al verme cuando le refiero la extrañeza de no haber coincidido en Santiago.
– Pues allí estuve más de una vez. Y si no fui tanto como deseaba dependió de mis obligaciones dentro del club La Serena, al que ascendí a Primera División. Los directivos sentían preocupación de que un prolongado alejamiento de los muchachos perjudicase el rendimiento del equipo en la siguiente temporada. Me escapé cuando pude y así logré estar en el ambiente del Campeonato Mundial.
– ¿A qué se debe el regreso?
– Quería volver. Ya es mucha experiencia tan lejos de aquí y he venido con mi familia: mujer y tres chicos. Estamos todos en Villafranca.
– De allí salió usted…
– Sí. En el viejo y reducido Arana empecé mi carrera de jugador. Pasé al Tolosa, y en la temporada 1930-31 al Murcia, permaneciendo dos años en La Condomina. Tres en el Betis; y luego al Barcelona.
– ¿Internacional?
– Contra Francia, en Madrid, en 1935, junto a mi compañero en el Betis Aedo, ambos delante del coloso Ricardo Zamora. Frente a Portugal en Lisboa y Alemania en Colonia.
– ¿Cuando abandonó el fútbol activo de jugador?
– Mucho más tarde. Llegué a Buenos Aires antes que Lángara y Zubieta. Formé parte del River Plate y del Racing. Y vuelto a casa en 1946 estuve en el otro Rácing, el de Santander, en el que continué un año como entrenador.
_¿No marchó a Portugal?
-Efectivamente, y preparé cuatro años al Atlético de Lisboa. Otra vez pasé el charco y recalé de nuevo en Argentina: un año en el Tigre, de Primera División, otro en el Sportivo Docksund, de Segunda. Me entró un afán viajero, que me llevaba a Chile contratado por la Unión Española y salté a Venezuela para ponerme al frente del Vasco. Nueva llamada de la Unión Española y después retorné a Caracas, ahora para encargarme del Loyola. Verá que me he movido un poco…
– ¿Qué proyectos tiene en su estancia española?
– Afincarme definitivamente. Los chicos van para arriba y hay que atender el porvenir. Aprovecharé este tiempo para convalidar el título de entrenador nacional.
– ¿Tiene otros?
– Es natural. He entrenado en clubs de Portugal, Argentina, Chile y Venezuela. Sin menosprecio para los otros diplomas, el que más aprecio es el de Chile. Fernando Riera dirigió los cursos con toda la autoridad de su categoría. Para ponerme al corriente asisto de oyente al curso regional guipuzcoano. Creo que mi pretensión de convalidar el título nacional es correcta.
Charlando he ido con Perico Areso hasta Atocha. Y allí le he dejado con Amadeo, el viejo capitán de la Real Sociedad.
Fuente: Erostarbe en Marca 19 de junio de 1963