Entrevista Puma Rodríguez 1990
José Luis Puma Rodríguez en el año 1990 tuvo bastantes problemas con el entrenador bético Juan Corbacho. A raíz de que no fuera convocado para el partido contra el Racing de Santander en el mes de enero insultó al entrenador bético ante toda la plantilla, lo que produjo que fuese apartado por la directiva bética y durante 2 meses estuvo aislado del equipo, entrenando en solitario en el Parque de María Luisa.
Los jugadores de la plantilla solicitaron su reincorporación, lo que se produjo a mediados de marzo. En San Mamés, contra el Bilbao Athletic, el Puma volvió al terreno de juego y su participación fue fundamental en el último tramo de Liga para enganchar al equipo, ya de la mano de Julio Cardeñosa en el banquillo, en la senda del ascenso a la Primer División.
En esta entrevista del periodista Alejandro Delmás para Diario 16 Andalucía el Puma repasa este complicado proceso de tensiones y aproximaciones que mantuvo el jugador argentino en ese momento.
Dentro de la serie de rarezas que el Betis ha vivido esta temporada, la muerte y resurrección del Puma Rodríguez constituye, sin duda, una de las claves. Del destierro al trono, de la mendicidad solitaria del Parque, en febrero, al principado de Sarriá, en mayo, media todo un abismo en cuyo fondo se encuentra la gran crisis de resultados del Betis que, aún en este instante, impide que el ascenso sea ya un hecho consumado.
En los momentos amargos Mel, Pumpido, Chano y algún que otro cabeza visible de la plantilla, plantearon a Juan Corbacho la precisión que tenía el equipo de no despojarse del menaje futbolístico que le proporcionaba el argentino.
El Puma es un tipo que, dentro de que impresiona por su corpulencia (ciento ochentaitantos centímetros repartidos en 87-88 kilógramos, según las épocas), acaba por resultar afable en tanto que impulsivo. Capaz de enfrentarse en las tripas de Altabix a una turba de exaltados en defensa de Calderé, lo mismo monta un conflicto de orden en las mismas barbas de Corbacho por causa de un roce con Zafra, o termina insultando al entrenador tras un ataque de ira. Protagonista de varias historias—la última, la fractura de metacarpiano en Burgos, y no hablemos de su afición a la buena comida—es un personaje llamativo; unos dicen que es “malísima persona” y otros lo dejan en “bueno, pero con un pronto que lo pone imposible”.
Bien, ahora es el mismo Puma el que, consolidado como llave del actual fútbol verdiblanco, desmenuza las etapas que, como al Betis, se le fueron cruzando entre la cima y la sima. Previamente un aviso:
- Paso de todo, y lo que diga la gente sobre mis movidas o cosas así, me trae sin cuidado. Sé que hay alguien que escribe algo sobre todo eso, pero ni siquiera sé quién es
- Si hay una explicación para todo este cambio, usted debería darla…
- Básicamente es el retorno de la confianza, ahora, razón clara no sé si la hay. La sanción llegó por un error que yo cometí. Entonces me quería ir, pero los compañeros colaboran, yo salgo en Bilbao y ese día no se pierde, y salen bien las cosas. Tuve suerte. Luego, contra el Elche, hay un partido con muchísimo apoyo de la afición que nos sale muy bien. Y con esta confianza, que se va afianzando poco a poco, ahora me animo a intentar regatear, cosa que antes no hubiera ni soñado. También me encuentro más exigido, mejor
- Si le pregunto por Corbacho en este momento…
- Le diría lo mismo que a él cuando me reincorporé: no le guardo, no nos guardamos, rencor, eso creo. Técnicamente, me da lo mismo un entrenador que otro, aunque prefiero el que sea buena persona y sepa manejar el grupo. Corbacho sí sabe…y Cardeñosa también. Nadie puede dudar, por otra parte, de que Julio Cardeñosa le ha dado otros aires al equipo. El equipo cambió, yo cambié…
- Le insisto. ¿Por qué?
- Bueno…el técnico nuevo te motiva, está claro. Antes estábamos bastante atados por el nerviosismo y los malos resultados; una semana el entrenador se iba; la otra no se iba; inseguridad del técnico, e inseguridad para vos. Juan, a lo último, estaba demasiado presionado e inseguro. Transmitía esa inseguridad al equipo
- Quedan dos partidos, y, en otro orden de cosas, desde hace otros dos, a usted le falta su mejor amigo: Nery Pumpido. ¿Cómo se enfrenta a esta situación?
- No me gusta que Pumpido no esté con nosotros, aunque Trujillo lo está suplantando correctamente. Yo digo eso porque Nery es el amigo que tengo aquí, y la persona en que más confío. Con Trujillo de todos modos el puesto está bien cubierto, y para Nery resulta un beneficio estar con la selección, estar en el Mundial
- Sin duda, en los momentos de crisis, usted pensaba en abandonar la institución. Ahora…
- Ahora claro que no; deseo completar los dos años que aún tengo firmados. ¿Refuerzos? Si yo digo que son necesarios puede molestarse alguien, pero a nadie se le escapa que aquí hacen falta bastantes jugadores, tres o cuatro, con experiencia para jugar bien en Primera
- Tengo una duda: ¿usted juega en su verdadera posición, o quizá haría más daño en otra zona del campo?
- Yo siempre jugué, en Argentina, de punta por la izquierda. Nunca de media punta, pero si juego tan arriba en este equipo, es muy difícil que llegue el balón a la punta. Entonces…
- Entonces…
- Tienes que jugar vos donde se pueda organizar un poco el juego para hacer llegar el balón arriba. Eso tiene la contrapartida de que esta temporada sólo he hecho tres goles, cuando mi promedio en Argentina era de quince al año…
- Bueno, pero usted estuvo de descanso un par de meses…
- Poquísimo, poquísimo…Si yo tuviese volantes, yo marcaba al menos un gol por partido
- Es igual, los hace su amigo Mel. Ya ve, lleva 21, y está harto de declarar que con usted se gana la vida mucho mejor
- Esa es otra cosa; Mel sabe aprovechar muy bien las ocasiones cuando le llegan arriba. Ese es un mérito que cualquiera debe reconocer: los goles hay que hacerlos y Mel lo hace
- En todo caso, le han dado a usted la oportunidad de parecerse a Maradona, su ídolo. Al menos en la demarcación…
- Es cierto que Diego es mi ídolo, y el jugador en el que me miro. Pero yo disfruto mucho con Gordillo que, para mí, es el mejor jugador de este país y él sabe que pienso así. Para mí resulta inexplicable que no vaya al Mundial, pero el técnico, Suárez, sabrá lo que hace
- Supongamos…que ya están en Primera. ¿Y ahora qué? Usted, en este país, ha vivido la División de Honor y la Segunda
- La Primera requiera más calidad, pero la Segunda es más dura, más difícil. En Segunda se cierran los equipos atrás, reparten muchísimo, y has de andar con cuidado, porque en un pelotazo a la contra te hacen gol. En la máxima categoría has de cuidarte de la técnica del rival. Bueno, ya dije los de los refuerzos con experiencia…
- Vamos a lo positivo. ¿Cree usted que jugará el domingo ante el Sabadell?
- En estos momentos lo veo mal, mal. Yo me conozco y sé que esto es una rotura de fibras importante. Me ocurrió en el minuto diez del partido de Barcelona, y desde ahí sólo pude tocar el balón con la pierna izquierda. Menos en la jugada del gol, claro…
- Con sinceridad, cuando se entrenaba a solas en el Parque, ¿pensaba en que podría jugar de nuevo en el Betis?
- Fueron momentos muy difíciles, pero cuando volví, aquel mismo día todo quedó olvidado; Corbacho me dijo que no me guardaba rencor, y yo tampoco a él. Lo peor es que sabía que se perjudicaba al equipo, y bueno, creo que ahora vos lo estás demostrando