Entrevista Ramón Navarro 1924

En 1924 Ramón Navarro accede a la presidencia del Real Betis Balompié en la Asamblea de Socios celebrada en el salón de actos de la Asociación de Dependientes Mercantiles en la calle Sierpes número 6.
La llegada de Ramón Navarro a la presidencia bética va a suponer un importante revitalización de la entidad, que había pasado momentos difíciles en los últimos años, tanto en el aspecto meramente deportivo como en el social y económico.
Una de las decisiones que toma su directiva, a la que se incorporan fundadores del Sevilla Balompié como Juan Del Castillo, Edmundo Wesolowski, Andrés Hermosa, José Fernández de Zúñiga o Diego López, fue la de remodelar completamente el terreno de juego del Patronato, al que el club se había trasladado en 1918 desde la Enramadilla. Originariamente los tablones que circundaban este terreno de juego, por el que se conocía al campo como Las Tablas Verdes, fueron trasladados al nuevo terreno ubicado en el nuevo Barrio del Porvenir. Pero nada más tenía este campo, por lo que una de las tareas de la nueva directiva fue hacer unas instalaciones con materiales de construcción, que sustituyeran a los tablones de madera tras 6 años de estar a la intemperie.
En septiembre de 1924 Ramón Navarro es entrevistado por el periodista Gil Gómez para el diario sevillano La Unión. Una interesante entrevista en la que nos da numeroso detalles de la construcción del recinto deportivo, así como la intención del club de inaugurarlo en el mes de diciembre.
Se alude en la entrevista al partido de la primera jornada del Campeonato de Andalucía disputado en el Velódromo onubense frente al Recreativo de Huelva el 21 de septiembre, partido en el que el equipo verdiblanco se impuso 0-2 con tantos de Alvarez. Al domingo siguiente, y ante las obras del Patronato, el Betis jugó en Nervión, en el campo del Nacional FC contra la Balompédica Linense., con victoria 1-0 y gol de Manolín.
En la tercera jornada el Betis perdió 2-1 con el Sevilla en Reina Victoria, y en la cuarta jornada a disputar en Cádiz contra el Español FC, el equipo sufrió una avería en uno de los dos automóviles en que se trasladaban a la localidad gaditana, llegando tarde a la disputa del encuentro. La Federación Regional Sur suspendió al club verdiblanco, descalificándole del campeonato. De forma que el primer partido que el Betis jugó en el Patronato, y que sirvió para inaugurar al completo las obras de remodelación del recinto verdiblanco fue el 14 y 15 de diciembre de 1924, en sendos amistosos contra la UE Sants, que ya vimos aquí.

Un buen día el saladísimo Diego López, que tiene obsesión taxímetra, me secuestró en uno de banda amarilla y me vendó los ojos. A los pocos minutos bajamos del taxi y me quitó la venda. Al notar en mí un gesto de asombro, me preguntó:
- ¿Qué, parece mentira, verdad?
- Sí, parece un sueño, murmuré, mientras me fijaba en la estupenda valla de material que adornaba ante el gigantesco armazón de la caseta
Estábamos en el antiguo campo del Real Betis, desaparecido como por encanto.
Al día siguiente, Gelán, el mago del objetivo, estaba conmigo en los terrenos del Patronato.
Un grupo de directivos inspeccionaba las obras. Entre ellos, el pundonoroso capitán de Soria don Ramón Navarro, presidente de la Real Sociedad, que vino a nuestro encuentro con la amabilidad característica en él.
Nos dispusimos a confesar al hombre que, de la nada, sacó un campo, un equipo donde no lo había, una sociedad que de ello sólo tenía el nombre.
Lector, amigo, deportista sevillano, leamos sus manifestaciones que, a buen seguro, tienen la poderosa virtud de un extraordinario interés para la marcha del deporte en nuestra ciudad.
- Sí, señor, tenemos el proyecto, ya en franca ejecución, de hacer un campo que responda a las necesidades de la afición sevillana. El campo formará un cuadrilátero de 145 metros por 120. Quiero decir a grandes rasgos las partes de las que constará. En primer lugar llevará dos bancos de pista alrededor del “field”. Tras estos bancos un espacio suficiente que permita pasar al público con holgura. Luego una tribuna de cuatro escalones de goal a goal, a cada lado de la caseta, de cuarenta y seis metros de longitud. Por delante de la caseta, o sea en el sitio central de preferencia, habrá una hermosa tribuna para socios. La parte de tribuna correspondiente a las puertas de goal tendrá unos 21 metros. Y en la entrada de general, amén de los bancos de pista, irá una extensa rampa escalonada. El terreno de juego se rebajará cuarenta centímetros de su nivel actual, formando vertiente hacia el centro para el desagüe. La caseta constará de dos plantas. La planta baja tendrá “hall” de entrada, con departamentos para equipos a los lados, lavabos, duchas y WC. Dos taquillas, y al frente almacén y escalera de la parte alta. En ésta tendremos las habitaciones del guarda y dos más para oficina y clínica de urgencia.
- Se ha calculado que la capacidad del campo será de 5.000 personas, más bien más que menos. En los extremos del campo habrá mingitorios públicos. Hemos tenido muy en cuenta el problema de dar rápida salida al público. Habrá una gran puerta principal, por el lado de preferencia, y otra pequeña para socios. Dos frente al Patronato y otras dos frente al ferrocarril de Cádiz, además de las correspondientes a los goals.
- Hubiéremos deseado que la inauguración se hubiese efectuado en el próximo mes de diciembre, pero de un lado los partidos de campeonato que tenemos que jugar fuera y de otro nuestros compromisos con Cartagena y otras sociedades, nos fuerzan a aplazarla hasta la terminación de la primera vuelta del campeonato. Comprenderá usted que si nuestro pensamiento no fuera traer equipos, no merecería la pena gastar dinero en la construcción del campo. Tenemos excelentes proyectos, que a buen seguro, se convertirán en realidad, pues estamos dispuestos a ello. Me permitirá que hasta dentro de quince días no le presente una lista de nuestros contratos.
- Verdaderamente, toca usted un asunto muy interesante. Nosotros no vamos a la competencia económica. Somos, antes que nada, deportistas, y estamos dispuestos a llegar a un acuerdo con el Sevilla FC. Como no podía menos de ser, tengo entendido que el club decano se encuentra en la misma disposición. Ello redundará en beneficio de ambos clubs y de la afición sevillana, que merece todos nuestros respetos.
- Yo tengo mucha fe en mi equipo. Hasta ahora, y por diversas causas independientes de nuestra voluntad, no se ha presentado completo en ningún encuentro. Cuando logre presentarse y la temporada haya avanzado algo, preveo que podrá hacer excelente papel al lado de los mejores equipos nacionales. La actuación de nuestro equipo en Huelva no ha podido dejarme más satisfecho. Se ha conducido el equipo con un arrojo y un amor a los colores del club, que yo soy el primero en admirar y aplaudir.
- Cuando esta Junta se hizo cargo de la Sociedad, no pudo hacerlo en peores condiciones. La marcha de la Sociedad era ruinosa. Campo no existía, nuestros jugadores se fueron a Granada, la organización brillaba por su ausencia, la cordialidad no reinaba entre los miembros integrantes del Club. Nosotros, poco a poco, venciendo dificultades, insuperables al parecer, con buena voluntad y la cooperación de todos, pudimos reunir el equipo, primero, organizar la Sociedad, concertar partidos y abordar el problema del campo. En una palabra, la salvación de la Sociedad, que no ha debido nunca morir por la fuerza de su prestigio y de su historial brillante desde los comienzos del fútbol sevillano
- Yo vine a la presidencia por mis simpatías al Real Betis Balompié y los requerimientos de mis mejores amigos. Nuestra situación es de cordialidad, y de franca armonía con todos los clubs de la región y de España.
Y aquí terminamos la charla deportiva con el digno presidente del Real Betis Balompié, don Ramón Navarro, capitán de Infantería, hombre de gran cultura y de gran corazón. Ameno conversador, derivó la charla por otros cauces.
Ha hablado de sus proyectos, de lo que lleva hecho, con gran entusiasmo, pero modestamente, rehuyendo dar relieve a su persona, ¡como si esto fuera posible¡ Cómo si no fuera él, sólo él, el hálito mágico a cuyo conjuro una sociedad anémica se ha revestido de lozana potencialidad. Ya puede ir el Real Betis pensando el modo de tributar un acto de justicia a quien ha sabido elevarle a una altura insospechada…
Fuente: Discóbolo en La Unión 24 de septiembre de 1924