Entrevista Sabino Barinaga 1955
El 3 de abril de 1955 Sabino Barinaga disputa su último partido con la camiseta verdiblanca en Los Carmenes frente al Granada. Al mes siguiente, una vez finalizada la Liga, se hace cargo del equipo durante cinco encuentros de la Copa Andalucía, aunque de forma provisional.
La nueva directiva, encabezada por Benito Villamarín, le ofrece el cargo de secretario técnico, mientras que es Pepe Valera, procedente del Recreativo de Huelva, a quien se encarga la labor de entrenador para la próxima campaña.
Barinaga no admite el ofrecimiento, pues no ve claro la coordinación necesaria entre una y otra labor.
En esta entrevista publicada en Marca el 15 de junio de 1955 nos deja claro su posicionamiento ante la oferta del puesto.
Se dedicará a entrenar, estrenándose en Primera División en las temporadas 1957-58 y 1958-59 con el Osasuna. En la temporada 1959-60 sí acepta el cargo de secretario técnico del Betis, aunque sólo por diez jornadas, ya que en la undécima sustituyó al entrenador bético Enrique Fernández.
Sabino Barinaga, el ex internacional del Real Madrid y hasta hace poco jugador del Betis, y más recientemente entrenador del mismo club sevillano, no ha aceptado el ofrecimiento que los blanquiverdes andaluces le hicieron para que ocupara el puesto de secretario técnico. Y Sabino Barinaga regresó a Madrid, su lugar de residencia.
Por otra parte, Barinaga ha decidido colgar definitivamente las botas. Así nos lo ha manifestado cuarenta y ocho horas antes de abandonar Sevilla, en un aparte periodístico que le solicitamos previamente.
– Pues sí, ya no jugaré más al fútbol. En el aspecto profesional, se entiende. Después de mis últimas actuaciones en el Betis he decidido colgar los borceguíes, como suele decirse.
– ¿Por falta de facultades?
– Precisamente por eso no. Todavía me encuentro con “cuerda” para un poco de tiempo; pero tengo el sentido de la responsabilidad y, francamente, no quiero hacer el ridículo. Máxime poseyendo un historial deportivo tan brillante.
– Entonces, ¿a qué se va a dedicar?
– ¡Ya veremos¡ Bien a mis ocupaciones profesionales privadas o a preparar equipos. Lo pensaré. Si no me decido definitivamente por una oferta interesante, lo más seguro puede que marche, una vez más, a Inglaterra para ampliar mis conocimientos técnicos.
– ¿Por qué no aceptó el cargo de secretario técnico que le ofreció el Betis?
– No me interesó el cargo porque no veía posibilidades de llegar al objetivo que deseaba. Y, además, que mis ilusiones son entrenar equipos, que es para lo que ahora sirvo.
– Las posibilidades que usted no vislumbraba en el Betis ¿cuáles eran?
– En clubs de las características del Betis no puede existir nunca compatibilidad entre un entrenador en plana función de su cometido y un orientador técnico que quiera ocupar, en toda la extensión de la palabra, el cargo; obligando a diferencias de criterios que repercuten en el equipo, en la amistad de los compañeros y, en fin, en el público. Por eso no creí conveniente aceptar un puesto en el que tan escasa labor podía realizar.
– Es decir, que, según, su opinión, debe tener libertad de acción y de criterio…
– Y especialmente en clubs de las características del Betis. Como confío que Pepe Valera tendrá dicho mando único, tan necesario, no quise aceptar el puesto acomodaticio ofrecido, en el que más que nada iba a estorbar y acarrearme sinsabores y disgustos. De esta forma dejo mi camino libre y me voy muy airosamente del Betis y de Sevilla, donde tantos y tan buenos amigos dejo, agradeciendo, no obstante, la gentileza de los nuevos directivos béticos por la fórmula que pretendieron llevar a cabo en sus deseos de mantenerme en el seno de la organización.
Fuente: Marca 15 de junio de 1955