Hoy hace 70 años. Recepción municipal al Betis.
El 4 de junio de 1954 la directiva y equipo del Real Betis Balompié son recibidos oficialmente en el Ayuntamiento de Sevilla para celebrar el ascenso a la Segunda División conseguido 3 días antes.
El alcalde, Jerónimo Domínguez, Marqués del Contadero, junto a la Corporación municipal en pleno asistió al acto, además de autoridades civiles y militares, federativos y otras personalidades del ámbito deportivo sevillano.
El alcalde comenzó el acto con las siguientes palabras:
“Pocas veces he sentido la emoción que siento ahora al felicitar al Real Betis Balompié por su merecido triunfo, ya que esta emoción es producida porque hace muchos años tuve la honra de ser presidente del Real Betis Balompié y, claro, aquellas cosas que ocurrieron y que están tan lejos traen a la memoria hechos gloriosos de tiempos en que yo tuve la honra de presidir. Pero no solamente es eso, es la historia toda del Real Betis Balompié, que tiene una magnífica solera, por sus glorias, por su abolengo y por los hombres que dirigieron al Club en las épocas buenas y en las épocas malas.
Como Alcalde de Sevilla, como sevillano y en representación de la ciudad, yo felicito a la Directiva y a los jugadores por este triunfo que han conseguido.
Yo debía terminar aquí, pero me voy a permitir decir unas cuantas palabras más, precisamente porque deseo que el Betis no se quede en donde está. Quiero que llegue a Primera, y estas palabras nacen en la experiencia de mis años en una afición tan grande como es la afición al fútbol. Yo tengo que decirles a los jugadores del Real Betis que es un orgullo vestir esas camisetas, y que defienden unos colores de un Club y los colores de una ciudad, y que su obligación es, aunque no sean sevillanos, dar el máximo rendimiento como en esta ocasión han hecho.
Sevilla necesita que sus dos Clubs estén en Primera, porque la ciudad se lo merece y la historia de los dos Clubs lo merece también”.
El presidente bético, Manuel Ruiz, agradeció las palabras del alcalde y el homenaje que el Ayuntamiento ofrecía al club por su ascenso.
Por último, se ofreció un vino de honor a los campeones.