Justicia a Ríos, de Emilio Vara
El 9 de noviembre de 1964 el seleccionador de fútbol José Villalonga facilitaba en la Federación Española de Fútbol una relación de jugadores para los encuentros de las selecciones A y B que se tenían que enfrentar a Portugal, en Oporto y Córdoba respectivamente, el 15 de noviembre.
En la selección A se citaba a dos jugadores béticos: el portero José Casas «Pepín», para quien era su quinta llamada a la selección, y el defensa Eusebio Ríos, que debutaba en este ocasión en una convocatoria para la selección nacional. Para la selección B fueron llamados otros dos jugadores béticos, el defensa Francisco Faleato «Paquito» y el delantero Fernando Ansola.
La convocatoria de Eusebio Ríos era la gran novedad. Desde su llegada al Betis en 1958 el central vasco había dado muestras de su calidad, pero nunca, a pesar de su rendimiento y los rumores que habían surgido en diversas ocasiones, había sido llamada al primer equipo para un partido.
Al día siguiente a la convocatoria en las páginas del diario vespertino Sevilla el periodista Emilio Vara dedicaba este artículo a Eusebio Ríos.
Seis jugadores sevillanos han sido llamados para formar parte de la selección nacional en sus versiones A y B. Cuatro del Betis—Pepín, Ríos, Ansola y Paquito—y dos del Sevilla—Gallego y Rivera—los cuales ya están en Madrid.
Yo me alegro muchísimo de que estos seis jugadores hayan sido seleccionados. Me alegro que se haya vuelto a contar con Pepín; celebro que se reconozcan los méritos de Gallego, Rivera y Paquito, y me alegro, ¡cómo no¡, de que se vayan cumpliendo mis vaticinios sobre Ansola, al que le vengo diciendo desde hace mucho tiempo que tiene un pie en el Mundial de Londres.
Pero, con ser para mí una gran satisfacción la selección de todos los jugadores sevillanos que han sido llamados por Villalonga, me van a permitir que les diga que he sentido una alegría especial al ver en la lista el nombre de Ríos.
Yo no sé si Ríos jugará o no en Oporto, pero lo cierto es que lo han llamado para el equipo A y que el solo hecho de convocarlo al grupo de los mejores es ya una distinción que el gran central bético merecía con creces. Pepe Villalonga, que está demostrando que es un seleccionador que no se deja influir por nada ni nadie, sino que opera de acuerdo con su criterio a la vista de los hechos, acaba de hacerle a Ríos una gran justicia, al reconocerle oficialmente sus muchos méritos.
Los que venimos siguiendo paso a paso las actuaciones de Ríos desde que ingresó en el Betis, hace seis años, sabemos positivamente que es uno de los mejores defensas centrales que hay en España. Le hemos visto partidos magníficos, en los que triunfó plenamente por su gran colocación en el campo, por su seguridad en el corte, por su decisión, por su entrega total, por su hombría. Por todo. Y hacía tiempo que aquí habíamos pensado en Ríos como internacional. Pero su gran rendimiento una tarde y otra tarde, sus grandes actuaciones aquí y fuera de aquí, sus triunfos personales, pasaban desapercibidos para los seleccionadores. Alguna que otra vez lo preseleccionaron, pero nada más.
Posiblemente, un jugador con menos temperamento que Ríos se hubiera desilusionado al ver que sus méritos no contaban a la hora de escoger los mejores. Pero Ríos posee entre sus virtudes la de ser un hombre entero y él se ha superado siempre para ser en todo momento, por encima de las apreciaciones de los seleccionadores, un gran jugador de club. Y es desde hace mucho tiempo uno de los puntales más firmes del Betis.
Ahora Pepe Villalonga ha sabido hacerle justicia y le ha llevado al sitio que le corresponde. Ríos está ya oficialmente en el grupo de los mejores del fútbol español, y esta gran victoria personal que acaba de conseguir le llega por sus méritos propios, acumulados tarde tras tarde con su entrega total en los campos de juego.
Yo recojo la noticia con profunda satisfacción y desde aquí envío a Ríos un abrazo, con el deseo de que siga alcanzando los mayores éxitos en su vida deportiva. Se los merece.
Fuente: Emilio Vara en Sevilla 10 de noviembre de 1964