Los campeones camino de Sevilla 1935
Esta imagen es del martes 30 de abril de 1935, el día que la expedición verdiblanca a bordo de La Flecha Verde llegó a Sevilla.
En ella podemos ver a un grupo de jugadores, el entrenador Patrick o´Connell y directivos, entre ellos el presidente Antonio Moreno Sevillano, en una parada en el camino que les llevaba a Sevilla procedentes de Madrid, donde habían hecho noche tras salir de Bilbao el día anterior.
Casi todos los jugadores van tocados con la txapela, la típica boina que muchos de los jugadores béticos de orígen vasco usaban habitualmente, aunque en esta ocasión hasta el sevillano Caballero la portaba en su cabeza.
En primer plano agachados Urquiaga, quien lleva colgado del cuello una especie de vasija de cerámica, Areso, el utillero Palacios y un directivo verdiblanco. En pie el presidente Antonio Moreno, Rancel que asoma por detrás, Peral con la Copa en la cabeza, Adolfo semiagachado, Unamuno y el entrenador Don Patricio. A la derecha de la imagen otra persona que no conseguimos identificar.
Ya subidos en la delantera del autocar aparecen Caballero y Larrinoa ayudando a sujetar la copa y Gómez. Más arriba Saro y Aedo. Sobre la baca del autocar va el equipaje de la expedición, aunque en la parte delantera se adivina una especie de cartel o pizarra
A Sevilla La Flecha Verde llegó a las 8 de la tarde después de haber pasado por Carmona, lugar donde se le incorporó una larga caravana de unos 300 automóviles y camiones que allí se habían concentrado para esperar a la expedición bética, exornados con carteles y banderas blanquiverdes.
En Sevilla se entró por la Avenida de Miraflores, pasando por la Puerta Osario, Puerta Carmona y Puerta de la Carne donde «numerosos aficionados, formando compactas filas a todo lo largo de las calles Arrebolera y Recaredo, presenciaron el paso de las caravanas, agitando pañuelos y vitoreando al Betis».
El punto de encuentro era la plaza de Andalucía, la actual Puerta de Jerez, donde comenzó la recepción oficial. Pero eso lo dejamos para otra ocasión.
Agradecer a Eduardo Juliá la imagen que ilustra esta entrada.