Los partidos de Navidad 1929 (II)
El segundo partido de este ciclo navideño es el que tienen que jugar el viernes 27 de diciembre las selecciones de París y Sevilla. Este tipo de encuentros entre selecciones de una ciudad son frecuentes en los 30 primeros años del siglo XX. De hecho la selección de Sevilla se enfrenta también a otras ciudades como Budapest ó Lisboa.
La selección de París el día 25 había jugado en Madrid contra la selección local. Desplazaba 13 jugadores, pertenecientes al Stade Français (3), Racing Club (4), Círculo Atlético (3), C.O. Villancourt (1) y Juventud Atlética de Saint Ouen (2).

El día 25, el mismo en que se suspende por lluvias el Betis-Budapest, en las dependencias del Estadio se reúnen los miembros del Comité directivo de la Federación Regional Sur, encabezados por su presidente el ex directivo sevillista Juan López García, para designar los jugadores que compondrán la selección sevillana, que queda formada por 8 jugadores del Sevilla FC (Eizaguirre, Iglesias, Sedeño, Arroyo, Abad, Roldán, Campanal y Brand) y 3 del Real Betis Balompié (Adolfo, Enrique y Aranda).

El partido atrae a una gran cantidad de público, cubriéndose completamente el graderío de la general (lo que hoy conocemos por Fondo) y una buena entrada en la preferencia (que coincide con la denominación actual). A señalar que los actuales graderíos de Gol Norte y Gol Sur no se utilizaban en la construcción inicial del Estadio de la Exposición, y que será cuando el Betis ya lo use cuando comience a plantearse la necesidad de construir localidades en esas dos zonas.
El capitán del equipo de Sevilla, el extremo sevillista Pepe Brand, entrega a Anatol, capitán del equipo parisino, un ramo de flores, obsequio de la Federación Regional Sur, y una copa de plata, recuerdo del Comité de Deportes de la Exposición Iberoamericana. Por su parte, los franceses hacen entrega del ramo de flores a las señoritas Eizaguirre, hijas del vicepresidente sevillista Eugenio Eizaguirre y hermanas del guardameta.
La selección de Sevilla se impuso por 2 goles a cero, marcados en el minuto 7 por Andrés Aranda, a pase de Campanal, mediante «un cañonazo estupendo que llega hasta la red, no obstante los esfuerzos del meta, que rozó el balón con las manos» como contaron las crónicas periodísticas. El segundo gol es de Brand, al convertir un penalti en la segunda parte.

Andrés Aranda es indudablemente el mejor jugador local, formado un magnífico ala izquierda junto a Pepe Brand que incluso Aranda recordará años después.

Como es tradicional en esos años en los partidos de fútbol a la finalización del partido se celebra una recepción en honor del equipo visitante.
A ella asisten los componentes de la expedición parisina, miembros de la Federación Regional Sur, de los equipos sevillanos y los jugadores de la selección.
Se come, se bebe, se dan discursos y se terminan con un ¡ Viva Francia¡, en homenaje a los ilustres visitantes. Al acto también asistieron los directivos y jugadores del Budapest que el día anterior se había enfrentado al Betis
A la finalización del acto los tres jugadores béticos que habían participado en el encuentro salieron hacia Murcia, donde el Betis jugaba partido de Liga ese domingo. La expedición bética ya había partido con anterioridad.

Finalmente el día de Reyes de 1930 se disputa el último partido de los tres programados y que, en su día, fue aplazado. El Sevilla y el Budapest empatan a un tanto. Roldán en la primera parte hizo el tanto sevillista, mientras que en la segunda el extremo húngaro Kozma hizo el empate. Numeroso público en la grada de general y escaso en la de preferencia. Antes del partido el equipo sevillista, por medio de su capitán Caballero entregó una copa a sus oponentes, mientras que el capitán húngaro Rigó entregó un banderín con los colores del Budapest.

El equipo húngaro anteriormente se había desplazado a Huelva, donde se enfrentó en un amistoso al Recreativo