«Niño, ¿a quién ha fichao el Betis?», de José María Aguilar
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La pasada semana se cumplieron 30 años del fallecimiento de Paco Palacios «El Pali», quien murió en Sevilla un 21 de junio de 1988 a los 60 años.
El Pali fue un personaje tremendamente popular en la Sevilla de los 70 y 80 del siglo XX, representante de un modo de vida y de una ciudad que estaba desapareciendo y a la que cantó en sus sevillanas. Hoy en día El Pali sigue siendo un símbolo de esa Sevilla popular ya perdida.
Al día siguiente de su fallecimiento el periodista José María Aguilar evocaba a El Pali desde las páginas de ABC. Uno de los apartados de esta evocación era la relación de El Pali con el Betis, que es el relato que hoy traemos, y en el que se recuerda su conocimiento temprano del Betis en su infancia en el Patronato, no en Heliópolis como erróneamente se desliza en el texto, así como una conocida anécdota en La Línea cuando fue a realizar el saque de honor en un amistoso con la Balona.
Contaba el mismo Paco Palacios “El Pali” que, de pequeño, un tío suyo lo llevó a ver al fútbol, a ver al Betis, y tuvo la suerte de ver en Heliópolis cómo Timimi, un futbolista que ha pasado a la leyenda blanquiverde, conseguía su celebérrimo gol. Desde entonces, El Pali profesó fe de militancia verdiblanca, disfrutando con los triunfos de un Betis campeón de Primera División y de la Copa del Rey, y entristeciéndose por cualquier descenso o cualquier otra espantá.
Hace unos días, estando ya ingresado en el Hospital Universitario, desde donde se nos ido para siempre, le preguntó a su sobrino José Antonio Palacios, en momento de mayor lucidez: “Niño, ¿ a quién ha fichao el Betis?”. José Antonio, hijo de Antonio, el hermano menor de El Pali, bético también como su tío, le contó cómo iba lo del fichaje de Pumpido, el portero internacional argentino que llega hoy; que Valentín, el que vino del Córdoba, puede ser figura; que si Retamero quiere fichar a …
Del beticismo de El Pali no podemos olvidar cuando fue a hacer un saque de honor en un amistoso disputado por la Balona y el Betis en el estadio José Antonio, de La Línea de la Concepción. El Pali fue a hacer el saque de honor y, en señal de agradecimiento a La Línea por cómo se había portado el pueblo cuando estuvo tan grave, hace cinco años, quiso besar también el césped. El Pali se arrodilló, besó la tierra y… “Rafaé, Rafaé (llamaba a Gordillo), ayúdame, que no me puedo levantá…”. Eran las cosas de El Pali.
Un Pali que se nos ha ido sin poder cumplir su mayor sueño: ser Rey Mago en la Cabalgata de la Ilusión que organiza todos los años el Ateneo.
– Yo quiero ser Rey Mago, comentaba, y sólo le echaré caramelos a los béticos. Iré diciendo: ¿Tú qué eres? ¿Bético o sevillista? Y así, según me digan, les echaré caramelos…