Octavo en Segunda, de Luis Carlos Peris.
El 28 de febrero de 1994 el técnico croata Sergio Kresic era destituido como entrenador del primer equipo del Real Betis Balompié.
Todo un clásico en esto del fútbol, la destitución del entrenador cuando las cosas no marchan. Y es que las cosas no marchaban para el Betis en esa temporada 1993-94. Después de 26 jornadas el Betis era octavo en la clasificación de Segunda División, alejado del objetivo que no era otro que el ascenso. Doce victorias, 5 empates y 9 derrotas ubicaban al equipo por detrás de Espanyol, Compostela, Mallorca, Toledo, Barcelona B, Hércules, y Real Madrid B, cuando sólo faltaban 12 jornadas para finalizar el campeonato.
En su sección Desde mi córner, en las páginas de Diario 16 Andalucía, el periodista Luis Carlos Peris reflexionaba sobre las circunstancias que motivaron su cese.
Todavía no se encontró el antídoto para el entrenador que no gana, y Sergio Kresic no ha podido soportar el segundo match ball en esa muerte súbita que los futbolistas le sacaron para alargar su estancia en el banquillo del Betis.
No termina uno de acostumbrarse a los ceses de entrenador; por muchos que se hayan vivido, la boleta a un técnico honrado y capaz como el croata es siempre dolorosa, no recomendable vivirla de cerca porque resulta depresiva.
Y en este caso, aunque no lo he tratado mucho, me parece que resulta doblemente penosa por la ilusión que tenía por triunfar en el Betis, y por el drama personal que vie por culpa de la irracionalidad que se sufre en los Balcanes, su tierra.
Lógicamente surgirán los abogados defensores del croata, pero el Betis es el octavo en Segunda División. Una cuenta de resultados que no la hubiese resistido ningún técnico, por lo que el cese puede doler, pero no sorprender. El Betis se había ido quedando sin argumentos en cada viaje, y ganando únicamente los partidos de casa no se va a ninguna parte. Lo que no sé es si queda tiempo para arreglar esta trayectoria ramplona y de horizontes a un palmo de la nariz.
Es muy posible que Sergio Kresic no sea el único culpable de situación tan desairada, pero aquí no se inventa nada cuando sólo se despide al entrenador. Es muy posible que la plantilla no sea lo cualificada que merece el Betis, pero no fue ajeno totalmente Kresic a su composición.
Es más, fue parte decisiva en gran parte de su formación y, desde luego, el plantel es superior en número y calidad al de todos los segundas a excepción del Español. Ni Mallorca—tres extranjeros buenísimos, eso sí—ni gaitas, y que no digan que el Compostela o el Toledo…por favor.
Si son mejores en el campo es porque se diseñan con más racionalidad cada domingo, o porque tienen menos urgencias históricas que los verdiblancos, pero me imagino que eso de las urgencias lo sabe todo aquél que firma como entrenador del Betis.