Por un Betis grande, de Emilio Vara.

De julio de 1979 es el artículo que traemos hoy a las páginas de Manquepierda. En él el periodista Emilio Vara, ligado a la prensa deportiva de Sevilla desde la década de los años 40, hacía una reflexión sobre el momento que vivía el club. Se había vuelto a la Primera División rápidamente tras el sorprendente descenso del año anterior y el equipo se estaba reforzando con grandes futbolistas como Enrique Morán o Antonio Oliveira. Se estaban poniendo los cimientos para que el equipo compitiese por puestos importantes en la próxima campaña, y Emilio Vara hacía una reflexión sobre si ese crecimiento deportivo estaba siendo acompañado por el crecimiento del cuerpo social del club.
El Betis había alcanzado los 25 mil socios en la temporada 1977-78 después haber ganado la Copa, pero el descenso a Segunda supuso una disminución de esa cantidad. Ahora se hacía un llamamiento continuo desde el club para incrementar el número de abonados, para así poder tener el suficiente músculo financiero, dado que en esa época los carnets de abonados eran el principal sostén económico de los clubs.
El Betis está lanzado. El Betis va a ser un equipo destacado del grupo de los mejores. Un equipo que, haciendo honor a todo lo que representa, va a pelear por puestos de la mitad de la tabla para arriba. Como el Valencia, como el Atlético de Madrid, como el Sevilla, como el Athletic de Bilbao…conjuntos que dan guerra a los supergrandes Madrid y Barcelona, como siempre he pensado y tantas veces he dicho que deben pelar los primeros clubs sevillanos, que no pueden ser equipos de simple permanencia en la Primera División. Y menos aún que pasen apuros clasificatorios, o incluso que lleguen a bajar. Tanto el Betis como el Sevilla tienen que ser de arriba, de los que luchen con los grandes. Y a ello tienen que ir.
El Betis, tras su retorno a la División de Honor, y consciente de su importancia y de su verdadero papel en el fútbol español, está poniendo los medios para ser un potente conjunto, y ahí lo tenemos convertido en el “rey de los grandes fichajes de este año”, a igual altura que un Madrid o un Barcelona, acaparando, con sus valiosas adquisiciones, la atención de los medios deportivos de toda España y las primeras páginas de la prensa especializada.
Está valiente, firme y decidida la nueva directiva del Betis en su propósito de conseguir un equipo fuerte que responda a las mayores ilusiones de sus seguidores, y éstos, por su parte, viven momentos de euforia con los acontecimientos que se están produciendo. Es de desear que, a la hora de la verdad, el esfuerzo que está realizando el cuadro directivo de Mauduit se vea correspondido con el rendimiento pleno que se busca y que se alcancen, en consecuencia, los mejores frutos. Esto depende, en parte, de que los grandes jugadores que han venido den su talla, junto con los positivos valores que ya tenía el Betis, y en parte también de que la suerte acompañe a todos en sus buenos propósitos.
Pero, al margen del mayo o menor acierto que puedan tener los futbolistas en el terreno de juego, con ser esto por supuesto importantísimo, hay algo muy positivo para el futuro del Betis que está en manos de la afición, y es que ésta corresponda también como es debido a cuanto se está haciendo para que la sociedad verdiblanca sea un gran club. Correspondencia que debe reflejarse en la respuesta afirmativa en masa al llamamiento que está haciendo el Betis a sus simpatizantes y seguidores para que incrementen el número de socios de la entidad. Son muchos los béticos que discuten y hablan de su equipo sin ser socios y ésta es, a mi modo de ver, una anomalía que debería subsanarse acudiendo esos béticos a la secretaría del club para inscribirse como socios y contribuir así a que el Betis alcance las máximas cotas que se desean.
Vamos a recapacitar sobre esto y traduzcamos ese gran entusiasmo que se vive en estos momentos, reflejado en los miles de aficionados que acudieron al Villamarín a dar la bienvenida a Oliveira, en algo tan eficaz y tan positivo como es poner todos el granito de arena suficiente para que el Betis cuente con un cuerpo social potente que respalde esa alta ejecutoria de la directiva, encaminada a lograr los mayores triunfos para el club. Hagamos del cuerpo social del Betis una fuerza tan potente como queremos que sea el equipo, porque sólo así el Betis será realmente grande.