Primas a terceros 1940
Con este titular se despachaba El Correo de Andalucía del 2 de mayo de 1940. Se había disputado en Heliópolis la última jornada de Liga y el Betis había vencido 2-0 al Celta, en un partido en que los béticos sólo se jugaban la honra de los dos puntos, consumado ya matemáticamente el descenso a la Segunda División en la jornada anterior en Sarriá, pero en que los vigueses sí se jugaban y mucho: escapar de la temida promoción a la Segunda División.
Esta era la clasificación antes del inicio de la jornada final. Betis y Racing estaban ya descendidos, pero entre Celta, Zaragoza y Barcelona uno tendría que disputar la promoción frente al equipo clasificado en segunda posición en la liguilla de ascenso jugada entre los mejores de los dos grupos de la Segunda División.
En esa última jornada el Celta visitaría Heliópolis, el Barcelona recibiría en Las Corts al Racing y el Zaragoza en Torrero al Español.
Con ánimo y ganas de salvación partió el equipo celtiña desde Vigo, ya que había derrotado en Balaídos al hasta entonces líder Athletic Aviación.
El partido, jugado el 28 de abril de 1940, concluyó con victoria bética por 2-0, goles conseguidos en la segunda parte por Paquirri y el defensa vigués Varela en propia puerta al intentar despejar un remate de Paquirri.
El Barcelona sufrió mucho para imponerse 3-1 al Racing, que se adelantó en el minuto 10 por medio de Cuca. Hasta el minuto 18 de la segunda parte no consiguió el Barcelona el empate con gol de Herrerita, quien de nuevo a los 70 minutos y Sospedra en el 83 consiguieron la salvación definitiva. El Zaragoza venció comodamente al Español 4-1.
Con estos resultados Zaragoza y Barcelona escapaban de la promoción, mientras que sería el Celta el que se tendría que enfrentar en una dramática eliminatoria a partido único al Deportivo de La Coruña.
Sin embargo, el jueves 2 de mayo la información a que hacía mención El Correo de Andalucía era clara y contundente
Se acusaba al Barcelona de haber primado a los jugadores del Betis con 500 pesetas por cabeza por esforzarse en derrotar al equipo gallego. Según la denuncia presentada por el Betis ante la Federación Regional Sur habían sido delegados del Barcelona los que hicieron este ofrecimiento a los jugadores béticos, quienes informaron a la directiva que presidía Valentín Pérez.
El dinero entregado ascendía a la cantidad de 7.500 pesetas (suponemos que 500 pesetas por cabeza y las 2.000 restantes para el entrenador).
Curiosamente la nota hace alusión a otro intento de compra por parte del equipo vigués hacia jugadores del Betis, en este caso por dejarse perder.
La alusión que el periodista de El Correo de Andalucía hace a un Hércules-Barcelona se refiere al partido que estos equipos disputaron en Alicante el 7 de abril en la jornada 19, y en la que el Barcelona se impuso 1-2 con una actitud bastante sospechosa por parte de los jugadores alicantinos.
Teóricamente era el artículo 302 del reglamento de la Federación Española de Fútbol el que debería de aplicarse en este caso y esto era lo que decía:
» Los clubs que con sus actos o con los de sus directivos responsables influyan o traten de influir en el resultado de los partidos por procedimientos reprobables empleados cerca de los jugadores, árbitros o auxiliares, o que de cualquier manera se hagan culpables de faltas de probidad, serán eliminados de toda competición oficial por espacio de uno o dos año, y en caso de reincidencia expulsados de la organización.
Los jugadores que se presten a tal conducta serán suspendidos por término de uno a tres años»
La prensa también nos aclara otro punto confuso del asunto, como era la presencia de delegados del Barcelona en este partido
¿ Qué sucedió con todo este asunto? ¿En que quedó? ¿Fue investigado oor las autoridades federativas correspondientes?
Pues mucho me temo que no. El asunto prácticamente desparece de la prensa de la época, incluso de la de Vigo, donde sólo he encontrado esta mención en los primeros días del escándalo en el Faro de Vigo
La prensa local de Vigo durante los primeros días de mayo se centra en una hipotética ampliación de la Primera División, que pasaría de 12 a 14 equipos, con lo que el Celta se quedaría en Primera sin tener que enfrentarse al Deportivo, cosa que no ocurrió.
El 15 de mayo de 1940 en Chamartín Celta y Deportivo se enfrentaron, venciendo los vigueses 1-0 con gol de Nolete a los 88 minutos cuando la prórroga parecía ya inevitable.
Posiblemente la salvación del equipo perjudicado por el intento de primas también contribuyó a tapar el escándalo, pero ello no es argumento justificactivo para la dejadez federativa.