Retirada Luis Del Sol 1973
En el verano de 1972 Luis Del Sol retorna al Betis, del que salió en 1960. Siete años en el Betis, 2 en el Real Madrid, 8 en la Juventus y otros 2 en la Roma son el bagaje de uno de los jugadores más importantes de la historia verdiblanca.
Su retirada se produce al final de la temporada 1972-73, una campaña que concluye con el descenso a Segunda División tras una derrota 3-1 en Castalia frente al Castellón en la última jornada, cuando el equipo dependía de sí mismo para salvarse.
En esta entrevista, que aparece en 1989 en la obra » 60 Años del Campeonato Nacional de Liga» , Luis Del Sol evoca el momento de su retirada definitiva como jugador de fútbol.

El descenso influyó en mi retirada
Mi regreso a España, a mi Betis, no fue tan fácil. La Roma no me quería dejar marchar. Pensaba que me quería ir a otro equipo italiano y la última temporada que estuve allí, al renovar por un año, tuve que firmar un documento por el que me daban la carta de libertad al final de esa temporada, pero con la condición de que no jugaría en ningún otro club italiano.
Sólo de esta forma pude fichar por el Betis. Tenía, entonces, 37 años y me llamaron muchas personas amigas para que me incorporara al club del que había salido hacía ya 12 años. A mí, la idea me apetecía también. Siempre me habían tratado muy bien en el Betis, y me hacía ilusión la idea de terminar mi carrera deportiva donde había empezado.
Firmé por un año y la verdad es que nunca pensé que podíamos perder la categoría. Encontré el fútbol español un poco cambiado con relación a lo que dejé, aunque tampoco noté mucha diferencia. El fútbol italiano y el español son muy parecidos en cuanto a sistema de juego se refiere. Si acaso, en Italia era aún más complicado, porque la disciplina era mayor y las opciones ofensivas menores.
Pepe Núñez, que era el presidente, insistió en que renovara contrato a pesar del descenso, pero yo estaba un poco cansado de tantos viajes, hoteles y, además, un poco decepcionado por el descenso. Tenía 38 años y pensé que era una buena edad para retirarme, aunque me encontraba en forma. Gracias a Dios las lesiones siempre me habían respetado y, quizás si no hubiéramos descendido, hubiera continuado otra temporada más.
Aquel Betis era un equipo joven, demasiado joven. Empezaban hombres como López, Biosca, Bizcocho, Del Pozo… y luego estábamos dos ó tres veteranos. A unos les faltaba experiencia y a otros nos sobraba.
Nunca olvidaré la última jornada de Liga. Ibamos a Castellón, nos jugábamos todo y salimos al campo como si fuera un partido más. En lugar de amarrar, de jugar con cabeza, salimos a jugar al fútbol, sin preocupaciones y así nos fue. No creo que aquel partido se planteara bien y nos fuimos a Segunda. Ni marcamos a sus hombres claves, ni tomamos la más mínima precaución. Nuestra mentalidad no era idónea, por eso perdimos. No éramos peores que los del Castellón. Todo esto, ahora que han pasado muchos años, se puede decir pero entonces si se comentaba algo al respecto, rápidamente te decían que eras un rebelde y todas esas cosas.
Yo era consciente de que no podíamos jugar así e, incluso lo dije, pero quien mandaba era el entrenador, el húngaro Ferenc Szusza, que tenía una mentalidad distinta a la nuestra y pensó que nos íbamos a salvar jugando alegremente, sin marcajes, ni precauciones.
Fue un duro golpe para todos y ahora pienso que fue, evidentemente, lo que me influyó para que me retirara definitivamente.
De todas formas, habían sido muchos años de fútbol y también me merecía un descanso. Desde los 14 a los 25 en el Betis. Dos y medio en el Real Madrid, y luego los de 10 de Italia, ocho en la Juventus y dos en la Roma.
Me retiré donde empecé. En mi Betis. Lástima del descenso porque una despedida con el equipo en Primera, hubiera sido mucho más agradable.