Rogelio Sosa en el banquillo bético 1997
Rogelio Sosa, una vez retirado del fútbol como jugador, siguió trabajando en el club bético durante mucho años. En 1979, después de una temporada como informador en la que se dedicaba a analizar a los rivales de la primera plantilla, accedió al puesto de segundo del entrenador, cargo en el que estuvo hasta el año 1987 con bastantes entrenadores: Luis Carriega, Luis Aragonés, Rafael Iriondo, Pedro Buenaventura, Antal Dunai, Marcel Domingo, Pepe Alzate, Luis Carriega y Luis Del Sol.
En 1990 volvió a desempeñar el cargo de segundo del entrenador con Julio Cardeñosa, José Luis Romero, José Ramón Esnaola, Josef Jarabinsky, Felipe Mesones, Jorge D´Alessandro y de nuevo José Ramón Esnaola hasta 1993.
La llegada de Lorenso Serra al banquillo bético en marzo de 1994 le hizo de nuevo ocupar el puesto de segundo, cargo que ocuparía hasta 1999 con Lorenzo Serra, Luis Aragonés, Antonio Oliveira, Vicente Cantatore y Javier Clemente.
En mayo de 1997 tuvo que coger directamente la máxima representación en el banquillo bético, en el partido que en el Villamarín enfrentó a Betis y Compostela. El motivo de ello la sanción por un partido que pesaba sobre el entrenador verdiblanco Lorenzo Serra, por haber sido expulsado en la jornada liguera anterior en Tenerife por el colegiado Iturralde González, por protestar que se pitara un penalti en contra del conjunto verdiblanco.
Serra siguió el partido desde una cabina en la zona alta del estadio, lógicamente en contacto con su segundo Rogelio Sosa en el banquillo. Y en la rueda de prensa posterior al encuentro fue Rogelio quien atendió a los medios de prensa.
Curiosamente en el equipo gallego tampoco su técnico Fernando Vázquez estuvo en el banquillo del Compostela, dado que también estaba sancionado por un encuentro.