Su corazón más grande que el pecho, de Pedro Buenaventura
El 11 de mayo de 1994 se publicó este texto en el diario deportivo Marca.
Su autor, Pedro Buenaventura. Su protagonista, Rafael Gordillo.
Quien fuera su entrenador durante tres temporadas en los juveniles verdiblancos rendía homenaje con estas palabras a uno de los grandes futbolistas de la historia del Real Betis Balompié, quien, a sus 37 años, ayudó en esa temporada, que estaba a punto de finalizar, a recuperar la Primera División después de tres años de ausencia.
En el año 1972 nos llegó al Real Betis un infantil de nombre Rafael, nacido en Almendralejo. Extremeño por naturaleza, pero genuinamente sevillano. Hijo de futbolista.
Tuve la suerte y el honor de ser su entrenador en sus tres años de juvenil. Pasó un año por el filial y nueve por el Real Betis en Primera. Total trece.
Los niños aprendieron a ser béticos por él y pedían en los bazares la camiseta con el “3” de Gordillo. Fue jugador emblemático de nuestro club y de nuestra selección por su profesionalidad, su raza y sus pinceladas de gran calidad.
Después se lo llevó el Real Madrid. A sus incondicionales nos dolió su marcha, pero convirtió al Madrid en el segundo equipo de los béticos. Con el Madrid triunfó en siete temporadas, y en 1992 volvió al Betis cumpliendo su palabra. Con un Betis en Segunda se comprometió para llevarlo a Primera y lo ha conseguido.
Es un gran compañero, fraternal con los compañeros y ejemplar con los compañeros. Buen hijo, buen esposo y mejor padre. Es agradecido, afable y hace culto a la amistad. Su defecto es anatómico: su corazón es todavía más grande que su pecho.