Una carta de Manuel Ramos Asencio. 1914

Ya vimos aquí las circunstancias en que a finales de marzo de 1914 se disputó la llamada Copa Violetero, que fue ganada por el Sevilla Balompié y no entregada por el eterno rival, como muestra de prepotencia y mal perder.
En la prensa sevillana se produjo un cruce de reproches e imprecaciones entre los presidentes de uno y otro club, centrados en la no entrega del trofeo que se ponía en juego, como vimos en esa misma misiva de Herbert Richard Jones.
Cuatro días después de la disputa del partido se reprodujo también en la prensa esta carta al director del capitán del equipo verdiblanco Manuel Ramos Asencio, en la que exponía su indignación ante la actuación de sus contrincantes y la manifiesta parcialidad de algunos periodistas de la época.
Aunque parezca mentira este texto es de hace 108 años, pero bien podemos resaltar la plena vigencia de algunos de los aspectos comentados, como hemos podido comprobar recientemente.
Señor Director del diario «El Liberal
Muy estimado señor mío:
Ruego a usted dé cabida en su dignísimo periódico a las siguientes líneas, que la actitud de algunos sportmen me obligan a escribir.
He leído una carta escrita por «Varios aficionados al noble juego del foot-ball», que empieza calificándose de «imparciales», y lo desmienten a renglón seguido sus mismas manifestaciones.
Empiezo por afirmar que efectivamente, hay en el primer «team» del Balompié dos jugadores que no tienen nada de limpios en el desarrollo de su juego, y que uno de ellos el señor Navarro, he sido yo el primero en amonestar durante algunos partidos, y de los demás, nadie mejor que el público, que los ha visto, puede asegurar que no es verdad, y que a mí, por la parte que me toca, los referees de los veinticuatro partidos en que he tomado parte por el Balompié pueden decir que jamás he cometido un foul, y me consta, igualmente, que el resto de los jugadores no han sido menos limpios que yo.
De la tibieza y parcialidad del refereé, señor Miller, que hable el que sea capaz de decir la verdad, que no podrá decir otra cosa sino que muchos así hacen falta en Sevilla, y así se conseguiría que alguna vez se jugara aquí ese «sport» que algunos jugadores, que no servirían jugando limpio, le han dado un aspecto brutal, que no encierra en sí, y en el que siempre debe, triunfar la agilidad y su perfecto conocimiento.
Por otra parte, es lastimoso ver jugadores que estas Sociedades tienen como aventajados e ignoran las partes más esenciales del reglamento.
Refiriéndome nuevamente a esa carta, ¿cómo el refereé iba a expulsar a un jugador, habiendo sido dos los que tomaron parte en aquel accidente?
Si el señor Navarro hizo una jugada sucia, ¿por qué el señor Illana, también jugador, no esperó la decisión del refereé, en vez de agredirle?
También el choque que produjo el accidente al señor Thompson carece de verdad. El señor Navarro no tomó parte alguna, y sí el señor Henke, y es raro que esos señores “imparciales”, con vistas al Sevilla FC, tomen eso como arma contra el señor Navarro, puesto que es cosa de todos los días, sin que hasta ahora se le haya dedicado atención alguna.
Sé que la demostración inmoral de que hablan llegó a efectuarse, pero nunca por personas que tuvieran relación alguna con el Balompié, y sí por el presidente de otra Sociedad, que, como todas las demás, tendrán siempre gratos recuerdos de la hidalguía bien pregonada, pero nunca vista del Sevilla Foot-ball Club, y que por el contrario, en ocasión de jugar una Copa y estar venciendo esta Sociedad Sevilla Balompié, un miembro de la Directiva que no estaba en las sillas, sino en las tribunas, sí llegó a hacer bien a las claras esa demostración falsa que ahora censuran.
Y ya que aparecen como deseosos de imponer la verdad y demostrar razones de acuerdo con los reglamentos de «foot-ball», ¿dónde está ese artículo que dice que el señor Valenzuela y el señor Illana tienen derecho, cómo jugadores, de agredir a otro y lo justifican con decir que no tuvieron otro «remedio»?
¿Y qué culpa tiene el Balompié de que los revisteros, unas veces parciales u otras ignorantes, no sepan decir lo que han visto, y si lo hacen es para favorecer a unos y perjudicar a otros, por lo que el Sevilla FBC tendrá siempre que estar agradecido?
El público está muy convencido de lo que ocurre con esa Sociedad; que no usa del «sport» a que se dedica para salir triunfante, sino otros medios que le hace poco favor aun considerándose como vencidos.
A nadie puede parecerle bien ese proceder, y muy hondo deben llevar lo dicho por el señor Jones, y muy verdad ha debido parecerles cuando nada dicen de ellos y sí de otras cosas muy falseadas.
Bien puede procurar ganar otra vez, que el Balompié no les ha de regatear una victoria, cómo cuando ha sido por ellos vencido.
Hoy somos nosotros los confirmados vencedores; si dejamos de serlo en el campo no intentaremos siquiera convencer a un público que lo ha visto.
Y para terminar, lo hago lamentándome de que mientras exista una Sociedad como el Sevilla FBC, no habrá nobleza en el «foot-ball», porque ella mantiene la pretensión de ganar la honra que no le pertenece, porque no la busca con legalidad, y el «sport», o debe hacerse honrosamente o debe dejarse, porque no hay «sport» sin honra.
Calma porque hoy es nuestro el honor; mañana puede que sea vuestro, y entonces, por mi parte, será respetado cómo lo ha sido otras veces.
Ahora sólo es justo que si alguien tiene alguna observación que hacer a lo que aquí expongo, lo haga sin escudarse en «seudónimos», y firmándola como yo lo hago.-Manuel Ramos Asensio.
Un millón de gracias, señor Director, y quedo suyo agradecido servidor q. b. s. m.-M. Ramos.