Viaje a Gijón 1988.
El 3 de enero de 1988 el Betis jugó en El Molinón contra el Sporting en partido de la jornada 16 del Campeonato de Liga de Primera División. Un equipo dirigido por el inglés John Mortimore y que se batía en los últimos lugares de la clasificaicón, aunque en la jornada anterior en el Villamarín había dado el do de pecho y vencido 2-1 al Real Madrid con tantos de Melenas y Quico, cuando nadie daba un duro por las posibilidades de los verdiblancos.
En Gijón el Betis perdió 1-0 con un gol de Juanma en el minuto 67. Un partido en el que los verdiblancos fueron acreedores de un mejor resultado, alineando hasta 9 hombres formados en la cantera bética.
En las páginas de Diario 16 Andalucía el periodista José María Gutiérrez, enviado especial a Gijón, detallaba el 5 de enero las circunstancias del viaje, en esa crónica viajera tan habitual en la prensa sevillana de la época, que nos sirve para conocer muchas circunstancias adicionales a lo que había sucedido en el terreno de juego.
Un desplazamiento en el que el delegado de la expedición era Antonio Ojeda, el ex presidente del Parlamento de Andalucía que formaba parte de la directiva presidida por Martínez Retamero, quien también formó parte de la expedición. Un presidente bético que por entonces dedicaba más tiempo del debido a sus ocupaciones en la Liga de Fútbol Profesional, lo que produjo una situación de inestabilidad y desgobierno en el seno del club.
En este partido debutó con el primer equipo verdiblanco el canterano Recha que a sus 20 años jugaba su tercera temporada en el filial verdiblanco en Segunda B .
El viaje a Gijón se hizo, como era entonces habitual, en dos etapas aéreas, Sevilla-Madrid y Madrid-Gijón, mientras que para la vuelta se usó el tren en coche cama hasta Madrid, para luego proseguir el viaje hasta Sevilla ya en avión.
Nada más volver el equipo tenía que preparara el partido de vuelta copero contra el Sabadell el día de Reyes, donde de forma decepcionante el Betis sería eliminado por los vallesanos.
Con el agridulce sabor de una derrota tras un buen partido, volvió el Betis de su periplo asturiano, que se desarrolló según programa si exceptuamos el dantesco aterrizaje con el que hizo entrada en el Principado. El resto, sin novedad.
Pero ya habría sido demasiado que hubiesen ocurrido más cosas, pues la toma de tierra en Ranón fue de las que tardan en olvidarse. El avión era una pajarita de papel en medio del tremendo huracán que padeció toda la cornisa cantábrica en el fin de semana.
Las caritas de los expedicionarios béticos eran para verlas; todos agarrados a los asientos y viendo en sus relojes cómo el aterrizaje se retrasaba, ya que durante diez larguísimos minutos, el avión estuvo metido en el mismísimo ojo del huracán y todo el pasaje prorrumpió en una clamorosa ovación al comandante cuando las ruedas contactaron con la pista de Ranón.
Al mando de la expedición iba Antonio Ojeda, el ex presidente del Parlamento andaluz, que se ocupa ahora de su notaría y de la secretaría del consejo verdiblanco. Ojeda Escobar empezaba el año como delegado del Betis y con el pensamiento puesto en la próxima apertura de su notaría en Sevilla.
Después de una carrera profesional desarrollada en Ubeda, Baracaldo y Huelva, por fin llegó a lo que él considera su “estación termini” en plena juventud. Junto a él, en todo momento, su amigo, compañero y jefe bético Gerardo Martínez Retamero.
El político y notario va a abrir su despacho notarial en el edificio donde se ubicaba el teatro San Fernando y lo va a hacer dentro de unos días. Por cierto que tanto Ojeda como Martínez Retamero pusieron cara de póquer cuando en la mañana del domingo leían un artículo publicado en El Comercio que tenía como título: “Dos amigos de Felipe González”.
Ambos se quedaron estupefactos, se miraron y prefirieron hablar de otras cosas, por ejemplo del partido disputado la noche antes en el Bernabéu y que ambos vieron por la tele en la habitación del presidente en el candasino hotel Marsol, pero la verdad es que les había hecho muy poquita gracia que se sacase a colación en titulares la cualidad de amigos del presidente del Gobierno.
La primera etapa del viaje, la Sevilla-Madrid, hizo que coincidieran las expediciones del Betis y del Caja San Fernando, que esa noche disputaba un trascendental partido en Alcalá de Henares con el Cajamadrid. La inmensa mayoría de los baloncestistas se declaraban incondicionales béticos, sobre todo el extravertido Terry White.
Y ya que salió a colación el gigante de color, dejemos constancia que esta noche en el pueblo sevillano de Arahal va a hacer de rey negro el bético Diego. Este futbolístico Baltasar ha comprado una tonelada de caramelos y quinientos balones para arrojarlos desde su carroza a los niños.
En la mañana del partido, mientras Mortimore se resguardaba a causa de un tremendo resfriado, tampoco los jugadores estaban proclives a pasear por el precioso entono del hotel Marsol, pues el Cantábrico estaba “mosqueadillo”, caían las canales de vez en cuando, el viento era una cosa mala y los jugadores prefirieron ver la galerna desde la cafetería del hotel.
La novedad en el grupo estaba en Recha, el joven cordobés del filial que en las horas previas ni se imaginaba que iba a tener oportunidad de debutar en Primera División. Con Melenas como compañero, apenar se apartaba de su lado, aunque no mostraba demasiada desconfianza porque el Betis que fue a Asturias llevaba a once hombres de la cantera.
Ya disputado un partido que nunca debió perder, el Betis se fue a cenar a un restaurante gijonés a la espera de tomar el coche-cama con destino a Madrid. En ese tiempo Cristóbal y Julio recordaron sus tiempos de Huelva en el Recre con el sportinguista Eraña, que fue compañero blanquiazul de ambos.
En un vagón anexo al que ocupaba totalmente el Betis viajaba el árbitro del encuentro, Fermín Sánchez Molina. “El partido fue duro, pero correcto, aunque hubo un momento en que se puso calentita la grada. Ya le he pitado dos veces al Betis esta temporada y así como no me gustó en Mallorca, ahora sí que me ha llenado. Ha jugado con mucha fuerza y creo que debió empatar, pues las ocasiones más claras estuvieron de su lado”, decía el hombre de Puertollano, que ahora da clases de Educación Física en un instituto de Almagro.
Estando en el aeropuerto de Madrid, Martínez Retamero coincidía con Pedro Aurteneche. El presidente del Athletic de Bilbao venía eufórico por el triunfo de su equipo en Valencia y ambos mandatarios charlaron y quedaron para el próximo jueves, en que hay consejo directivo de la Liga Profesional.
Pero el fútbol continúa y terminado el partido liguero de Gijón, ya pensaban los béticos en el compromiso copero de mañana ante el Sabadell. De Asturias retornan levemente lesionados Chano y Cristóbal a causa de unas sobrecargas musculares, pero Mortimore cree que podrá contar con ambos.
La plantilla entrenaba ayer tarde y lo hará esta mañana para que el técnico dé la lista de hombres que van a afrontar el compromiso con los vallesanos. En esta relación entrará Gail, que no estuvo en Gijón por culpa de la cuarta tarjeta. En ese partido habrá trescientos balones para los espectadores y se vislumbra un problema, que Patricio Yáñez puede seguir los pasos de Valentín, el que desemboca en el quirófano.