Joaquín y Rubén Castro, historia viva del beticismo
Los que ya tenemos cierta edad podemos tener muchos momentos históricos del beticismo, y quizás por eso, sabemos apreciar más lo que suponen Rubén Castro y Joaquín para el Betis. No somos conscientes lo que han supuesto, lo que suponen y lo que probablemente supondrán para todos nosotros. Estoy seguro que dentro de 20 años algunos de sus récords estarán vigentes, y quien sabe si algunos años más. Los enemigos del Betis, algunos muy íntimos, los han intentado vilipendiar muchas veces, pero ellos han resurgido siempre cual ave fenix, es lo que tiene ser grandes de verdad.
Que dos jugadores de más de 36 años marquen en un partido de la liga española solo ha pasado otra vez más, cuando unos tales Di Stefano y Puskas marcaron para el Real Madrid en los años 60. El del Puerto, capitán, uno de los jugadores de la historia con más partidos en liga, probablemente con más asistencias, con una cifra respetable de goles, el otro, el canario, a dos goles de ser el máximo goleador de la historia del Betis en Primera División. Una verdadera barbaridad lo que están consiguiendo, no somos conscientes de ser coetáneos de dos leyendas vivas, que si jugaran en la NBA verían retirados con seguridad su dorsal.
El partido frente al Leganés, ese equipo que ahora muchos quieren infravalorar, pero que hasta ahora solo le habían metido tres goles Barcelona y Valencia, era altamente complicado, y así fue. Un equipo que nunca le perdió la cara al partido y que tuvo que ser gracias a Rubén Castro que decantáramos la balanza. Muchos recordarán los partidos ante el Eibar, Las Palmas o el Cádiz, pero en estos momentos prefiero recordar los del Sevilla, el Madrid o el Celta. Hay que quedarse con lo bueno y apretar los puños, porque ahora viene la cuesta de enero con partidos realmente complicados.
No tenemos que caer en la trampa de desconfiar en el equipo y en el entrenador si los resultados se truncan ante rivales tan complicados como el Barça, el Madrid o el Villarreal en los próximos cinco partidos. Hemos de mantener la calma, pedir al equipo que lo siga dando todo, y apretar los puños y no levantar la vista hasta el final de liga, entonces valoraremos la temporada y los cumplimientos de objetivos. Hasta entonces, prudencia, confianza, e intentar aprovechar el mercado de invierno de forma conveniente, que no vendrá nada mal.
Para finalizar, ahora y siempre, un millón de gracias, Joaquín y Rubén por darnos estos momentos de historia,