Postpartido: Ni en los peores sueños
El bético que, semana tras semana, se enfunda su camiseta para salir rumbo al Villamarín, no merece tal esperpento. El “día del niño” quedará recordado como otro de los bochornos históricos presenciados en el feudo heliopolitano. Llegó el Eibar y ninguneo al Real Betis. El cuadro de un Pepe Mel más contra las cuerdas que nunca se vio superado por el conjunto de Mendilibar, que no tuvo ninguna piedad e hizo disfrutar a los aficionados desplazados a la capital hispalense, llevando de vuelta a Ipurúa un buen saco de goles, cuatro para ser exactos.
Ya desde el minuto uno, más de la mitad del estadio era capaz de vislumbrar cual sería la tónica del encuentro. De nuevo un equipo sin intensidad, a verlas venir, se encontró con un resultado adverso en el minuto tres fruto de los fantasmas de pasado. Desajustes defensivos constantes y falta de entendimiento en una defensa, ayer sí, muy cogida con alfileres, propició que un rechace de Pezzella entrara en la meta de un Adán incrédulo y sin respuestas. A partir de aquí, el Eibar pisoteo a los verdiblancos.
El año empezó de la peor forma posible y con más dudas que nunca. El equipo vuelve a fallar en lo que le hizo morir no hace mucho. Por si fuera poco, la afición estalló y, esta vez sí, todas las voces tenían un único protagonista: Pepe Mel. Por primera vez desde que se hizo cargo del Real Betis Balompié allá por 2010, el entrenador madrileño sintió lo que es tener a la parroquia verdiblanca en su contra. Al son de “Pepe, vete ya”, la afición cargó su ira con el técnico heliopolitano que, minutos más tarde, ponía su cargo encima de la mesa, quizá superado por las sensaciones que deja el equipo en las últimas jornadas.
No fue el Barcelona, pero el azulgrana de las camisetas del cuadro de Mendilibar bien pudo confundir a los verdiblancos. Esta vez no fue el árbitro sino la actitud del once que Pepe Mel puso sobre el tapete verdiblanco. Los cambios obligados no sentaron bien. Pezzella y Jordi Figueras entraban en sustitución de los lesionados Westermann y Bruno. Además, Álvaro Vadillo recuperaba la titularidad en detrimento de Joaquín, mientras que el resto repetía una jornada más, con Petros y N´Diaye en el doble pivote y Dani Ceballos en la mediapunta, con la difícil labor de mover a un equipo muy predecible en la zona de tres cuartos.
Comenzamos hablando de la portería. Antonio Adán recordaba sus peores días en el conjunto verdiblanco. El meta madrileño se encontró muy sólo, como le ocurrió en el Camp Nou. Los de Mendilibar campaban a sus anchas y llegaban al área prácticamente solos, dejando al cancerbero con la difícil papeleta de que el daño fuese lo menos doloroso posible, aunque los ocho goles en las dos últimas jornadas, pese a que Adán poco ha podido hacer en todos ellos, escuecen bastantes a estas alturas de la temporada.
Pero, como en los peores días, el verdadero escándalo estuvo en defensa. La línea defensiva fue un mero muñeco de trapo de principio a fin. Ni Germán Pezzella ni Jordi Figueras hicieron mérito alguno para volver a vestir la elástica de las trece barras. No queda otra que reflexionar, pararse a pensar un momento para que, de una vez por todas, quien quiera que esté en el banquillo se dé cuenta que Figueras no tiene nivel para jugar en la máxima categoría del fútbol español. Si a ello le sumas a una afición crispada con cada movimiento del catalán, todo se complica. Siempre superado por el ataque de los de Mendilibar, sus fallos fueron constantes y no ayudó a corregir a un Germán Pezzella que sigue sin adaptarse al fútbol europeo. Tras muchas jornadas, el argentino sigue sin darse cuenta que esto no es River y su nivel deja mucho que desear. Central muy blando, sólo salvado a veces por sus pocas complicaciones a la hora de despejar el balón.
En cuanto a los laterales, más de lo mismo. Juan Vargas esta noche tendrá pesadillas con Keko. El peruano acabó desquiciado con las internadas del atacante armero, que le ganaba la partida constantemente y le cogía la espalda con suma facilidad. Francisco Molinero lo intento con alguna que otra excursión por la zona de tres cuartos, aunque el área siempre echaba el falta un nueve puro, un compañero para Rubén Castro.
Quizás en el centro del campo estuvo lo único “positivo” de un encuentro para el olvido. Una semana más, Alfred N´Diaye y Petros fueron los protagonistas en el doble pivote defensivo. La confianza de Mel en ambos futbolistas es total y ellos siguen respondiendo de manera positiva. Ambos jugadores deben ser un ejemplo para toda la plantilla. El fútbol brilló por su ausencia, pero tanto el brasileño como el senegalés intentaron tirar del carro a base de contención. Intensos y sin tirar la toalla durante los 90 minutos, poco pudieron hacer cuando a su alrededor se encontraron con tan poco. En cuanto a Dani Ceballos, lo intentó pero su actitud no es la más idónea. Nunca tuvo apoyos ni alternativas a su alrededor para generar algo de peligro, además de que el utrerano se vio envuelto en demasiadas situaciones de trifulca con el cuadro armero, algo que pudo costarle una tarjeta “naranja”.
Pantic y Ramis se encontraron con el encuentro más plácido de la temporada. El ataque, otro de los bochornos de esta jornada. Son cuatro los partidos consecutivos que el Betis lleva sin ver portería, algo que ya es bastante alarmante. Un equipo que juega con un solo nueve de las características de Rubén Castro, sufre y sufrirá para conseguir perforar porterías con asiduidad. Nada funcionó y Vadillo y Álvaro Cejudo mostraron poco desborde y peligro. Pese a que el cordobés mostro actitud en defensa, tanto él como Vadillo se mostraron predecibles y muy inocentes en el área rival, algo que no ayudó a un Rubén Castro de nuevo perdido y sin nadie en quien apoyarse, a pesar de que contó con la más clara y única ocasión para los verdiblancos.
Partido de los que cuestan olvidar, de los que marcan una temporada que, ahora sí, empieza a complicarse. La afición ya pide la cabeza de un Pepe Mel con mucho trabajo por delante si de verdad quiere sacar esta situación a flote. Deben llegar refuerzos en el mercado invernal y, tras lo visto ayer, la defensa parece que debe ser una prioridad dado que, a día de hoy, sólo Westermann y Bruno tienen nivel para disputar esta categoría. El Getafe ya espera en el último encuentro de la primera vuelta, tres puntos clave para olvidar un nuevo esperpento.
Lo mejor
- El doble pivote defensivo formado por N´Diaye y Petros sigue mostrando intensidad y buena actitud.
- 33.000 personas pese al nivel del equipo.
Lo peor
- Pocas alternativas, poco fútbol y malas sensaciones.
- Cuatro jornadas consecutivas sin marcar.
- Ocho goles en contra en sólo dos jornadas.
- Seis partidos consecutivos sin conocer la victoria.
- La afición, crispada.
Las puntuaciones que damos desde Manquepierda.com son las siguientes: