Algo pasa con Meri(-no)
Parafraseando el titulo de aquel film del año 1998 de los hermanos Farrelly, en el cual todos andaban tras una pizpireta Cameron Díaz, hoy quiero hablarles de la situación del Betis B. Pongámonos en situación.
A don Juan Merino se le renovó allá por el mes de Abril, como consecución del objetivo de la permanencia y su ayuda con el primer equipo. Hasta ahí todo normal.
Aunque la situación empezó a enturbiarse pronto, como se vio a lo largo del verano. Había varias voces, algunas de peso en lo que a información de cantera se refiere, que denunciaban malas artes en la cantera del Betis. Nadie denunció nada oficialmente, pero había determinados jugadores de la cantera los cuales se encontraban sometidos a presiones para que contratasen a un determinado representante. A cambio de ello se les ofrecía jugar más que otros, lo merecieran o no.
Fueron los compañeros de Radio Marca Sevilla los que destaparon la trama, aunque desde el club negaban cualquier parecido con la realidad que daban a entender las denuncias del periódico madrileño.
En rueda de prensa del presidente, el director deportivo, el director de cantera, y los dos máximos señalados, Merino y Capi, negaron todas las acusaciones vertidas. Se intentó por parte de los jugadores afectados unirse para denunciar su situación, pero finalmente recularon y todo quedó en nada.
Todo quedó en nada, pero donde se sabe todo, o casi. Solo hay que fijarse que jugadores partían como teóricos titulares para el filial, y que a día de hoy están inéditos, o incluso sin ficha. Marco Rosa fue uno de los que más se habló, y uno de los que actualmente ven los partidos desde la grada, cuando es evidente que el equipo necesita de su calidad sobre el verde de la ciudad deportiva. Decisiones incomprensibles a todas luces el dejar a pocos días del cierre de mercado a un jugador sin ficha, cuando se contaba con él todo el verano. La excusa oficial por parte del club para dejar sin ficha al jugador era que con 19 años no tenía proyección para jugar en el primer equipo, excusa pueril cuando hay otros cuatro años mayores que Marco que ni siquiera han entrenado con el primer equipo.
Y no solo en Marco Rosa acaba éste lío, pues hay más jugadores implicados, aunque desde el club se dejó entrever que eran unos pocos. Se han dado casos en los que familiares de algún jugador fueron al club a quejarse del acoso al chico para que cambiase de manager, dato que choca con lo dicho por el club en rueda de prensa de que nadie se había quejado al club directamente.
No entraremos a valorar las palabras que tuvieron miembros del club con compañeros de otros medios, que conminaban a éstos a dejar de verter esas acusaciones en sus respectivos medios. Eso pasó delante de todo el mundo en la ciudad deportiva, no es algo de lo que se ocultasen. Ya cada cual que saque sus propias conclusiones.
Con todo éste batiburrillo de sucesos en la época estival da como resultado el paupérrimo arranque del filial heliopolitano. Hay jugadores que no juegan, y deberían hacerlo. Hay quienes señalan al banquillo como principal responsable de la dantesca situación del equipo. El cuerpo técnico solo alcanza a decir en rueda de prensa que está contento y orgulloso de sus chicos, y culpa a la dirección deportiva por la mala planificación. La dirección deportiva asume su parte de culpa, y se marca como objetivo buscar refuerzos para el mercado invernal. ¿Pero se llegará hasta Enero si la situación no cambia?
Hay quienes la semana pasada decían que Eduardo Maciá le dio un ultimátum a Juan Merino si la cosa no cambiaba ante el Recreativo. Es cierto que se volvió a perder, aunque se pudo ver cierta mejoría y parte de culpa del resultado vino dada por la mala actuación arbitral. ¿Pero puede eso salvar la cabeza de Merino?
En mi opinión el rival que había enfrente pasa por una grave crisis, económica, institucional y de juego, por lo que cualquier equipo medianamente bien pertrechado se hubiera llevado el partido sin problemas. Pero parece ser que eso le ha dado unos días más de vida el comatoso cuerpo técnico del filial.
Y ya que en éste articulo hablamos de pensar mal, o de contar cosas que se saben sin tener certeza de ellas, pensaré mal de la situación del equipo. Se han visto partidos al Betis B que por momentos se mostraba muy superior al rival, pero no se reflejaba en el marcador. Aparentemente como si el equipo pudiera, pero no quisiera. ¿Puede haber un pacto entre algunos jugadores para no rendir al máximo, que se den malos resultados y que cesen al entrenador? Lo que en argot se conoce como hacer la cama al míster. Quién sabe, pero con todo lo que se ha hablado de la cantera hasta el momento cabría esperar cualquier cosa.
¿Como acabará esto? Pues en mi modesta opinión acabará mal para el cuerpo técnico, y si es más tarde que pronto quizá ya sea imposible revertir la situación del equipo. Con lo que se podría dar el caso de descender si el club no mueve ficha con presteza. Actualmente colista y con siete derrotas en nueve partidos se antoja una tarea hercúlea que el actual entrenador pueda cambiar la situación.
¿Soluciones? La más rápida sería el cambio de entrenador. La más lenta y peligrosa sería esperar al mercado invernal para traer algún delantero que aporte muchos goles, y algún jugador de medio campo que lleve el timón del equipo.

Noticia por Dejan Boyerovic
Amante del baloncesto y bético de nacimiento. Escritor aficionado y periodista frustrado, que desahoga sus ganas de escribir colaborando en la web. Ahora con el Betis Energía Plus intento despertar la pasión por el baloncesto entre los béticos de Manquepierda.